LABYRINTH – Welcome To The Absurd Circus (2021) Review

“…un estupendo álbum, quizás con algún que otro altibajo, pero que devuelve a Labyrinth muy cerca del lugar que dejó con “Return to heaven denied” y que posiblemente allane el camino para que, inminentemente, consagren esta segunda juventud que parecen vivir de nuevo.”

INTRODUCCIÓN

1997…Revista “Arise” en mano, busco discos que tengan buena crítica para pedir y comprar. Unos tal Rhapsody han debido de sacar un pepino de disco llamado “Legendary Tales”…lo pillo. Busco más, y resulta que el mismo vocalista de Rhapsody, Fabio Lione, tiene otro disco por ahí de otro grupo llamado Labyrinth que tiene un disco “No limits” que también tiene buena crítica. Para el bolso. Flipo con los dos discos, menuda elección. Un año después Rhapsody saca su segundo disco, hay por ahí unos tal Eldritch que parece que merecen la pena, unos Secret Sphere que también, y Olaf Thorsen (alma máter de Labyrinth) saca lo que a día de hoy sigue siendo la obra maestra del grupo: “Return to heaven denied”. Alucino. El Power Metal (acaparado casi exlusivamente por Alemania) tiene otro país donde está creciendo mucho y bien: Italia. Estilo en ese país caracterizado por un gusto exquisito de instrumentación y de hacer canciones muy, vamos a decirlo: Barrocas (Tres siglos antes ya lo había originado dicho país en otros movimientos artísticos). Después, todos sabemos lo que viene, explosión del estilo con estas y nuevas bandas como Vision Divine en la que también comparten alineación Olaf y Fabio. Los años dorados del Metal en Italia.

 

NUDO

Labyrinth se formó en 1991, pero no es hasta 1996 cuando sacan su primer LP: “No limits” una apuesta fuerte por el Power Metal con muchos toques modernos y hasta coqueteando con teclados muy tecnos en algunos tramos. DISCAZO. Dos años después la consagración viene con “Return to heaven denied”, un disco absolutamente magistral y que está considerado como una de las obras maestras del Power Metal de siempre, con unos solos de guitarra y teclados estratosféricos y una rapidez bestial. Para este segundo disco, Fabio Lione había dejado ya la banda para centrarse más en Rhapsody y se fichó a Roberto Tiranti, un prodigio vocal que se convertiría en la seña de identidad de Labyrinth junto con Olaf Thorsen. Después vino “Sons of thunder” en el que ya se veía un poco de cansancio y que se agudizó en sus 4 discos posteriores con muchísimos cambios en la formación y sin un rumbo claro. Un parón en 2010 para descansar, y volver en 2017 (gracias a Frontiers Music que se lo pidió) con pilas recargadas y hacer un estupendo álbum como lo es “Architecture of a God”.

Y ahora, que es de lo que venimos a hablar, sale su nuevo disco “Welcome to the absurd circus”. Posiblemente, su mejor disco desde “Return to heaven denied” de 1998. Han tenido que pasar casi 23 años para ofrecernos de nuevo, pinceladas de aquel cuadro barroco.

El disco comienza con “The absurd circus”, una canción rápida y con caña para dar la entrada perfecta al disco. Desde el inicio empezamos a atisbar que quieren recuperar el legado olvidado de hace años. Las guitarras de Olaf Thorsen y Anders Rain campan a sus anchas; y como bien demostró Olaf  el año pasado (en su proyecto Shining Black): el gusto por hacer lo correcto en cada momento, en que importe más la canción que el virtuosismo exacerbado, la exquisitez por las buenas composiciones y el nivel de los instrumentos, queda patente también en lo nuevo de Labyrinth. Oleg Smirnoff se desata en los teclados con una elegancia tremenda, tanto en los solos como en las melodías ambientales. Y eso es lo que nos vamos a encontrar a lo largo del disco, GUSTO por parte de todos en el más amplio sentido de la palabra. 

“Live today” es un segundo pepino en el que Mat Peruzzi entra con todo aporreando la batería con un doble bombo muy Speed metalero, pero quien se lleva “el gato al agua” es el bajo de Nik Mazzucconi, toda una declaración de cómo tocar lo justo y esencial para dar sentido al tema. Perfecto en todo el disco. Buen tema con una parte intermedia sosegada que es una delicia.

“One more last chance” puede ser que sea mi favorita del disco. Esta canción está al nivel de sus inicios, con la originalidad que les caracterizó en antaño por saber llevar el tema allí donde ellos quieren, donde Roberto Tiranti amolda su voz para darnos los pasajes más hermosos del disco. De principio a fin esto es un temazo que sin duda se convertirá en uno de los himnos de su carrera. Y es que este gusto se asemeja a lo que Evergrey llevan haciendo años, sentir la canción, sentir la música dentro de ti y materializarla con una enorme profesionalidad. La parte solista de guitarras y teclados es maravillosa, progresiva, compleja y a la vez simple. Demuestran que hay Labyrinth para rato.

Sin apenas interiorizar la estupenda canción que acabamos de escuchar, entra “As long as it lasts”, otro de los mejores temas donde el bajo de Nik y el teclado de Oleg llevan el peso de la canción. Tiranti es de alucine, de nuevo, y una vez más nos transporta a esa belleza que hablaba de Evergrey, los primeros Angra de Falaschi, o de los Kamelot de hace años (quizás salvando un poco las distancias porque estos son palabras mayores para mí). Que los temas sin tanta carga de doble bombo me gustan más, es un hecho, pero es que con bellezas así es imposible no caer rendido ante la pausa.

“Den of snakes” nos devuelve de nuevo a la caña. Mítica canción de Power Metal de siempre. Melodía en los riffs y un ambiente noventero casan a la perfección para llegar a mitad del disco.

Y en el ecuador nos encontramos con otra canción muy al hilo de la anterior, pero quizás esta retorne más a esos inicios de la banda. “Words Minfield” tiene un estribillo fácilmente reconocible, con una conjunción de guitarras que lleva por donde quiere a la voz de Tiranti. Una parte intermedia suave sirve de perfecto enlace para la parte final. Y quizás a estas alturas, el disco haya perdido un poco de interés con respecto al inicio demoledor, o por lo menos a mí me ha pasado en las varias escuchas. 

Con la entrada speedica de “The unexpected” vuelven a captar nuestra atención por si acaso se te había atragantado el disco. Una buena canción en la que sobretodo hay que destacar el trabajo de las guitarras que hacen una labor soberbia, y que ejecutan los solos junto al teclado maravillosamente.

“Dancing with tears in my eyes” es una versión del grupo Ultravox. Canción pop de 1984 pero que le han dado un aire más hard rockero dentro de lo “melosa” que es, pero que incomprensiblemente, casa perfectamente con la tónica del disco. 

“Sleepwalker” es oscura, progresiva, inunda de desesperación el inicio para después llenarlo de esperanza. Quizás pueda ser la canción más diferente del disco, y eso a estas alturas es de agradecer ya que estamos afrontando la recta final. 

“A reason to survive” es el preámbulo del fin. Quizás, una canción tan lenta pudiera sentar un poco a destiempo siendo la penúltima, pero también es verdad que es preciosa con esa ambientación de cuerdas que me recuerda mucho a los mejores tiempos de Angra con Falaschi (aquellos tiempos en el que “Rebirth” era religión).

Y para acabar nos sueltan “Finally free”,  que es de las mejores canciones del disco con una fiereza en los riffs tremenda. Otra con el aura del Power/Speed Metal a fuego y destrucción, donde Tiranti se explaya pasando por toda la gama de registros que tiene. Mención especial la parte intermedia con un “flow” increíble mezclando estilos con el mismo gusto que se ha palpado durante todo el disco. 

DESENLACE

Se acaba y sentimos que hemos escuchado un estupendo álbum, quizás con algún que otro altibajo, pero  que devuelve a Labyrinth muy cerca del lugar que dejó con “Return to heaven denied” y que posiblemente allane el camino para, inminentemente, consagren esta segunda juventud que parecen vivir de nuevo. Lo que está claro es que Thorsen parace tener ganas de volver a crear buenas composiciones (ya lo hemos visto en lo nuevo de Vision Divine o Shining Black) y eso es lo más importante para Labyritnh.

Un gran álbum de aquel Power Metal Italiano que explotó a finales de los ’90 y que sin duda hemos visto de lejos con añoranza estos últimos años. Pues dejad de añorar, aquí lo tenéis en pleno 2021. 


RATE/NOTA: 8/10

 

Samu Bodom (The Lux Team)

 

 

 

 

 

 

 

 

TRACKLIST:

  1. The Absurd Circus
  2. Live Today
  3. One Last More Chance
  4. As Long as It Last
  5. Den of Snakes
  6. World’s Minefield
  7. The Unexpected
  8. Dancing with Tears in My Eyes (Ultravox cover)
  9.  Sleepwalker
  10. A Reason to Survive
  11. Finally Free