W.E.T – Retransmission (2021) Review

Jeff Scott Soto vuelve a la carga con W.E.T.  y su nuevo álbum titulado Retransmission.

W.E.T es uno de los mejores proyectos en los que se ha envuelto el vocalista americano en estos últimos años y que cuenta en la banda con Robert Säll (WORK OF ART) y Erik Martensson (ECLIPSE) como cabezas más visibles a la hora de la composición y del sonido general que busca el super combo. Soto sabemos que es un hombre incansable que cuenta con muchos trabajos y proyectos como SOTO, JSS en solitario y SONS OF APOLLO por citar algunos. Toda una vida ha estado currando, ¡y mucho! En la música, lo cual es de agradecer ya que es un vocalista inimitable, pero esto también ha tenido sus contras ya que resultó reiterativo en algunas épocas de su carrera, sacando tantos trabajos con bandas diferentes o en solitario. He de confesar que tuve mi saturación a mediados/finales de los 90 y que ahora, con reposo de por medio, esos discos que quizás no disfruté dada su omnipresencia, me encantan y mucho. Con lo nuevo de W.E.T., afortunadamente, vamos a disfrutar de un tremendo trabajo sin escrúpulos, directo al corazón de los seguidores de una de las voces que irremediablemente han marcado nuestra vida. Pasen y lean.

Comienza el disco con Big Boys Don´t Cry, directo a la mandíbula, arrolladora con sus coros en un estribillo fantástico, arropados por unas guitarras soberbias, para recibirnos así de primeras con mucho nivel.

The Moment Of Truth es una pieza con aires más melódicos, llenos de mucha frescura con la inclusión de teclados en su justa medida decorando a la perfección el tema. No dejemos escapar el gran solo de guitarra del señor Magnus Henriksson en el cual se sale y el aire Talisman que impregna al tema, tan añorado y que se prolonga mientras la cosa no parece estar dispuesta a decaer para nada con la “hardrockera” por los cuatro costados The Call Of The Wild, que resulta intensamente pegadiza.

Es el turno de Got To Be About Love, uno de los temas adelanto del disco que nos avisó del contraste entre el relajante comienzo, su desarrollo efectivo y el bombazo en el que se acaba convirtiendo con total efectividad. Una muestra de la maestría de Soto dejando patente que sabe dosificar y agasajar a sus fans en cada momento, un ejemplo de canción que parece haberle acompañado toda su carrera ¡menuda escuela! 

Cambiamos un poco de tercio y de estilo, del más melódico a uno más potente con es Beautiful Game que suena cañera y con tremendos riffs. La constante es destacar como se te pega el estribillo, colosal, aupado con buenos coros.

Recibimos How Far To Babylon, sobresaliente, uno de los himnos del disco, con una profundidad que realza su necesidad y, por otro lado, las tablas del vocalista ya curtido en estas empresas seguido de un cañonazo comercial como es Coming Home, donde todo su envoltorio y progreso (ritmo, teclados, guitarras melódicas, solo, coros) están ideados para asegurarse el éxito.

Llega el momento de ponernos sensibles con una gran balada como es What Are You Waiting For, especial sentimiento y sensibilidad desbordando con unos coros maravillosos, de los mejores de todo el disco y regalo del sello Soto.

Rompemos este sosiego para toparnos con You Better Believe It que desborda mucho carisma como si de un himno se tratara, con trazos claramente “rockeros” y de nuevo unos “corazos” sublimes doblados que se te clavan en la cabeza y arraigan desde la primera escucha.

Llegamos al tramo final expectantes con respecto a cómo acabará la obra con los dos temas restantes. How Do I Know es un medio tiempo espléndido, cargado de intensidad y épica. Buenísimos los riffs de Erik en las guitarras, un trabajo redondo que su compañero culmina con un solo de órdago.

Cierra el disco otro tema que no baja para nada el nivel, todo lo contrario, como es One Final Kiss, puro Hard Rock con unos coros que se salen en el estribillo, arropados por unos teclados sabiamente encajados y que quizás, tras escuchar este tema, suscitan una reflexión: humildemente pienso que les falta una mayor presencia en este trabajo pudiendo haber decorado mayormente el conjunto de canciones.

Resumiendo: Jeff Scott Soto es el gran decorador de este ejercicio de Hard Rock melódico como demuestra en este cuarto disco de W.E.T. bajo los firmes pilares en las composiciones de los arquitectos Säll y principalmente Martensson. Trallazo de disco con elegancia, potencia, melodía y gancho, mucho gancho, que hará picar a una extensa parte de la fauna del océano melódico.


RATE/NOTA: 8/10
 

Roberto Martínez «Pibe» (The Lux Team)