THE FERRYMEN – One More River To Cross (2022) Review

 “Continúa en la línea de sus anteriores trabajos, y si bien esto le resta innovación o sorpresa, somos conscientes de que nos vamos a encontrar con otro trabajo redondo, cargado de buenas canciones, y de una elegancia y belleza que son buque insignia de este grupazo. Exquisito.”

 

INTRODUCCIÓN:

Magnus Karlsson, el prolífico compositor y guitarrista sueco; después de ya incontables grupos, proyectos y discos en estos últimos 20 años como Magnus Karlsson’s Free Fall, Primal Fear, The Ferrymen, Allen/Lande, Starbreaker, Kiske/Sommerville, Allen/Olzon, Last Tribe, etc, etc y etc… Y después del, para mí fiasco por plano y aburrido Heart Healer, nos devuelve a un Magnus Karlsson lleno de talento. 

Ronnie Romero, absoluta fiera vocal, prolífico también por sus discos de Lords Of Black, Rainbow, multitud de cameos y ahora embarcado también en Intelligent Music Project que con “Intention”  representará a Bulgaria en Eurovision 2022 (por si le faltaba algo), es por derecho propio, uno de los vocalistas mejor valorados de la actualidad, y como cabe esperar, de nuevo nos lo vuelve a demostrar en este tercer trabajo de The Ferrymen.

Y si hablamos de músicos prolíficos… probablemente el batería que más se ajusta a esta definición es Mike Terrana. La bestia en los tambores conocido por tod@s de Rage, Axel Rudi Pell, Squealer, Tarja Turunen, Yngwie Malmsteen, Masterplan,…o Avalanch y Vision Divine más recientemente, vuelve a demostrarnos un absoluto dominio no ya solo de su instrumento (que es de sobra sabido) sino de la manera de ejecutar lo que la canción pide. Atrás quedaron esas bases recargadas que nos ofrecía en Rage para simplificar su estilo y dotarlo de una dulzura a la que muy pocos llegan.

Si ya The Ferrymen nos demostraron en sus dos anteriores discos que son una banda muy a tener en cuenta si te gusta el Metal “elegante” como grupos que me vienen ahora en mente: Kamelot en su época gloriosa, Evergrey, Vanishing Point, los primeros Masterplan, etc., en este tercer trabajo se reafirman en el hecho de que el Hard Rock/Heavy Metal se puede ejecutar de otras maneras.

NUDO:

Hay que poner en perspectiva que con estas 3 hachas del Metal, muy mal se tienen que dar las cosas para que no nos guste y tengamos este disco en nuestro reproductor en bucle. Eso es así, como lo es también que si analizamos los tres discos que tienen no encontramos una canción mala.

Independientemente de esto, este tercer disco, para mí, está en un escalón superior a “A new Evil” y se sitúa al ladito de su primer disco homónimo.

Ronnie cada vez canta mejor, no se excede nunca, y eso es muy difícil de escuchar en un vocalista con un registro tan amplio. Es perfecto, sube cuando tiene que subir y baja cuando lo tiene que hacer. Lección magistral. 

Magnus Karlsson está fuera de toda duda, es uno de los guitarristas más ingeniosos de la actualidad, y tanto riffs como melodías son obras de arte. Exactamente puedo extrapolar lo que he dicho de Romero a Karlsson.

Y Terrana, cada disco que hace tiene las cosas más claras: La canción pide esto, pues no me meneo ni un ápice de lo que pide. Como baterista me vais a permitir que diga que en Hard Rock y Heavy Metal, ahora mismo….es absolutamente PERFECTO.

Comienza con “One Word” dejando claro que siguen en sus trece. Una producción excelente que hace brillar lo que estas 3 personas hacen. Imposible poner un “pero” al sonido. Bases contundentes, estribillos elegantes,…tónica habitual.

“The Last Wave” nos sumerge en una canción más atmosférica, por así decirlo, con un tempo más pausado muy marca de la casa y un estribillo épico en el que Ronnie realiza una melodía vocal maravillosa.

Cargada de melodía de guitarra y un teclado sensacional nos pega “Shut it out” , de las más power metaleras del disco, pero no de rapidez sino de ejecución. Muy al hilo de su segundo álbum.

“City of Hate” es una de las más diferentes del album, con una cierta dureza en esas estrofas y una complejidad que rodea un estribillo en un aurea de misticismo que es una delicia.

“One more river to cross” pone título al disco. Es una canción grandilocuente que ensalza y enlaza de manera sensacional el Hard Rock Melódico con el Heavy Metal. Ese rollo épico es lo más destacable pero no es, ni por asomo, de las mejores canciones del álbum.

La voz de Ronnie casi a capela, (solo con una acústica de Karlsson al principio y después con bajo y batería), nos deleita con la canción lenta del disco: “Morning Star”, un despliegue adecuado para la mitad del redondo, y que hace de preámbulo para el “pepino”.

“Hunt Me to the End of the World” es una barbarie. Mi canción preferida de este “One more river to cross”. Mike Terrana realiza un trabajo descomunal: una delicatessen en ejecución, forma y estilo. Realmente, me la gozo muchísimo con esta batería. Luego encima el trabajo de Karlsson y Romero apoyan perfectamente este temazo. Lo repito: Que barbaridad.

“Bringers of the Dark” se apoya inicialmente en un piano suave para después regalarnos dureza y coros épicos a raudales. Cuando hablo de “elegancia” es esto. 

Vamos acabando el disco con un poco de oscuridad en “The other side”, con un teclado que lleva el peso de la canción de nuevo dejando total expresión a los 3 hachas. Vaya estribillo…. tela.

“The Last Ship” es otra de mis canciones preferidas, me evoca buenos recuerdos y básicamente aglutina todo lo bueno de The Ferrymen. Suavidad y dureza a partes iguales. 

Y finalizan con “The Passenger”, una canción con cierto aire progresivo a lo “Queensryche” que desata y pone la guinda a un pastel de los más dulces que podamos degustar este año. Terrana, Karlsson y Romero vuelven a hacerlo. Aún con tantos grupos, tantos proyectos, tantas composiciones…. lo vuelven a a hacer una y otra vez cuando se juntan. Es un talento exacerbado, sin límite.

 

DESENLACE:

¿Qué sería de “The Ferrymen” si sus tres componentes se centraran única y exclusivamente en este grupo? Por lo menos durante un solo año para poder centrar todas sus virtudes a un 200%…. ¿Qué nos encontraríamos?

Puffffff…..no sé si sería mejor o peor, pero lo que está claro es que esto es un GRUPAZO que no saben hacer algo mal.

Hay los mal llamados “supergrupos” que no aportan nada y hay los “supergrupos” que aportan algo más. The Ferrymen, claramente, se posiciona en este segundo término.

“One more river to Cross” continúa en la línea de sus anteriores trabajos, y si bien esto le resta innovación o sorpresa, somos conscientes de que nos vamos a encontrar con otro trabajo redondo, cargado de buenas canciones, y de una elegancia y belleza que son buque insignia de este grupazo.

Es un disco exquisito. On Egin.

 

Samu Bodom (The Lux Team)