FATE – Crónica (29/10/2014)

FATE
Sala Utopia, Zaragoza , 29 Octubre 2014
Crónica: Toño Martínez Mendizábal – Fotos: Luis Mª Catediano

Fate: destino, sino, algo desconocido y, hasta cierto punto, incontrolable.Y, sin embargo, en ocasiones, creemos poder predecirlo, adivinar lo que ocurrirá a partir de varios indicios, si no queremos pagar para que alguien intente desvelárnoslo. Por eso, como el miércoles no hallamos una fortune teller, pretendimos controlarlo y llegar a la conclusión de que el concierto de los daneses, ante poco más de treinta personas, iba a ser anodino, triste, prescindible.

Pero, cuando el único miembro de la formación original, el bajista Pete Steincke, saltó al escenario, acompañado por el virtuoso guitarrista Torben Enevoldsen, el no menos dotado batería Jens Berglid, el fino teclista Mikkel Hendersson y el vocalista Dagfinn Joensen (bien secundado por la espectacular Margreta Á Rogvú),  una vez más se demostró que el destino no es, al menos totalmente, una moneda al aire. En ocasiones, recoges lo que tú mismo siembras y dependes de tus compañías.

Fate ha sembrado su carrera con discos y composiciones de calidad y  la ha abonado con incorporaciones de músicos con nivel y gusto suficiente, como para no perder el halo de grupo de categoría. Eso, unido a la extremada educación y saber estar de sus componentes, consiguió convertir un presagio muy negativo en una experiencia extraordinaria de disfrute y una oportunidad para crecer como grupo.

Desde el principio, pudo apreciarse que la banda quería. Que no se amilanaba por el tamaño de la sala ni la audiencia y que iba a dar un concierto con la misma actitud que si hubiese estado en un gran estadio ante una multitud. Con un Torben desatado y dando muestras de su virtuosismo y buen gusto, con la guitarra bien alta, al estilo del gran Steve Howe y un Jens machacándonos los oídos literalmente con su drumkit, bien secundados por Pete y Mikkel. A las voces, Dagfinn aportaba clase y muy buen hacer a la hora de interactuar con el público, con toques humorísticos añadidos. La última incorporación, Margreta, no paro de bailar sensualmente, dando rienda suelta a su potente figura de valquiria y justificando su presencia en los coros para directos y grabaciones, en una banda que, por decir algo, tiene su talón de Aquiles en ese aspecto. Pero es que el público, en especial el de las primeras filas, decidió que no iba a ir de cabeza a un destino catastrófico y que iba a disfrutar de lo lindo de una banda mítica que desgranaba temazos como Reaping o Hunter y subía más el listón con otros como Walk on Fire, Freedom o One by One, con el que terminaba la primera parte de un set muy basado en su exitoso Scratch’n Sniff. Sabia elección que hizo las delicias de la audiencia, que además de “forzar” un improvisado solo del fantástico Jens, hizo que los daneses, completamente sorprendidos y entusiasmados, ampliasen con dos temas más una velada en la que el destino fue cambiado por un puñado de valientes.

Una noche de hard rock melódico de muchísimos quilates en la que, una vez más, se demostró que, a veces, la calidad supera a la cantidad y que es mucho mejor salir en busca de tu sino que esperarlo sentado mientras tus sienes blanquean.

Setlist