WALK THE WALK – Walk The Walk (2021) Review

English Review Included Below

Pensar en que se nos podía haber despistado este disco me induce al deber de hacer de portavoz del eco de añoranza que emana con naturalidad de cada track compuesto para el debut de WALK THE WALK. Si tu frontera musical se delimita a todo lo relacionado con el Hard Rock y similares melódicos que distaban del Aor de mediados de los ochenta a principios de los noventa, vas a agradecer estas líneas porque este primer disco homónimo del dúo formado por J Adler y Paul Alfery es pura dinamita “made in Hollywood”.

J Adler, vocalista poderoso cuyo rango vocal podrá recordarte sin esfuerzo a los tonos medios y rasgados del gran Michael Sweet de STRYPER, no es nuevo en estas lindes ya que ha grabado para gente como Dave Ellefson de MEGADETH, Rex Carroll de WHITECROSS o Tracy G de DIO quien además fue el que le presentó a su compañero para esta rola a principios de 2020, conociendo el amor incondicional que ambos presentaban por el género en cuestión. El cantante también ha formado filas en dos grupos de peso como son DEAD OF NIGHT (con gente de SHADOW´S FALL, ACT OF DENIAL, SEEMLESS, ANTHRAX, UNEARTH o KINGDOM OF SORROW… ¡!) y GOADED (con Ray Luzier de KORN, Tracy G y Larry Dennison de la banda de LITA FORD y DIO) con lo que haréis cuentas de que tablas le sobran.

Su partenaire Paul Alfery, es un sobrado multi instrumentista que ya labró su reputación en los años a los que hemos hecho referencia anteriormente, compartiendo escenario con personajes del tallaje de STEVE VAI, TONY IOMMI, ZAKK WYLDE, así como trabajando codo a codo con compositores que han cubierto un listado envidiable por cualquier mortal como son Marti Frederiksen (OZZY, MOTLEY CRÜE, AEROSMITH, BUCKCHERRY) o Stephan Williams (GREAT WHITE). Casi nada…

Juntos se han propuesto “caminar el camino”, o más bien, desandarlo sobre las pisadas que casi yacen completamente erosionadas ante tanta pose de pulcritud comercial en eterno tributo a un sonido que, muchas de las bandas tachadas de “héroes del revival 80´s”, ni siquiera han llegado a conocer “in situ”. Estos dos renegados pretenden llegar hasta la carretera abarrotada de derrapes que dejaron las estruendosas motos de nuestros referentes y acampar allí hasta que el Jack Daniels y la gasolina se agoten. Lo consiguen y con el volumen a todo trapo.

Su punto culminante, aparte del acertado enfoque y fiel reflejo de mezclar las composiciones de bandas contundentes como W.A.S.P., RATT, DOKKEN, STRYPER y MOTLEY CRÜE con un pequeño toque de glamour de segunda mano a lo DANGER DANGER, DEF LEPPARD, TRIXTER o FIREHOUSE, son los enormes coros que ensordecen y animan a alzar cuernos al cielo con nuestras manos encallecidas de venerar a los clásicos del movimiento USA. Coros que suenan a cientos de gatos perdidos por los callejones más decadentes y arruinados de moral en las olvidadas traseras de las salas, cubiertas de flashes y alfombras rojas, insignes del movimiento. Coros en estrofas, puentes y logrados estribillos que se tatúan a fuego en tu pecho con la aguja desenfrenada de unas guitarras tan sucias como las deleznables historias que engrosan la leyenda de nuestros artistas de los años de gloria.

Un disco que pasa tan rápido por tu reproductor como una Harley en una autopista abandonada; una vez das al “play” vas cuesta abajo y sin frenos, te estrellas contra un muro de honestidad modélica y sin más pretensión que volver a aquellos maravillosos años, te levantas, recoges tu “skate” y sin pensarlo te tiras de nuevo las veces que te apetece hasta que llega la hora de volver a casa, al puto 2021, donde los problemas sí crecen, donde la corrupción no solo está en Miami, donde ahora no te dejan atrincherarte en tu taberna “Cheers” y donde la amenaza no son unos lagartos con piel humana, sino un virus que realmente destapa al lagarto que cada humano llevamos dentro.

Diez luxaciones sin desperdicio con una producción justa que no hace más que potenciar el significado de este disco que no pretende inducir a engaños: emocionante Hard Rock de pegatina sellada y rascada en los intermitentes neones resquebrajados de nuestros recuerdos. Música sin firmar talonario que ponga precio a la cabeza del que desee despilfarrar billetes robados de la cartera de la juventud.

Desde la inicial barra americana de Heaven´s On It´s Way Down vacilona a lo WARRANT, las candentes Running From You con aguijonazos “Trash” del reverendo COOPER y Find A Light propia de unos BON JOVI pasados de polvo blanco, pasando por las más melódicas Are You There o Never Been To California que tan bien vinieron para que gente como SLAUGHTER o WINGER gozaran de compañía lasciva, hasta los puñetazos ebrios de testosterona que machacan la mesa de billar, marcando territorio, de Two Miles To Go, Fight On Your Feet o Move On. No pararemos de beber, “macarrear” y escupir al cielo con la festiva Get Busy Livin´ pero podremos parecer medio formales al abandonar el garito que acabamos de incendiar con pieles de leopardos sordos en Getaway.

No encontrarás entre tanto “poser” una máquina del tiempo tan precisa, tan ajustada a la marca de tus atributos como tus desteñidos tejanos favoritos de sábado noche, porque este DeLorean está programado para devolverte a los años dorados del Sunset Strip. Por cierto, no te preocupes, el cardado viene incluido con las revoluciones que alcanza su magnetismo. Si te resististe a cambiar de milenio hazte con este disco, tendrás una excusa nueva para descorchar una botella.


RATED/NOTA: 8,1/10
 

Jesús Alijo LUX

 

 

ENGLISH REVIEW

 

Thinking that we could have missed this album induces me the duty to be the spokesman of the echo of longing that emanates naturally from each track composed for WALK THE WALK’s debut. If your musical frontier is delimited to everything related to Hard Rock and similar melodic sounds that were far from the Aor of the mid-eighties to early nineties, you will be grateful for these lines because this first homonymous album of the duo formed by J Adler and Paul Alfery is pure dynamite «made in Hollywood».

J Adler, a powerful vocalist whose vocal range will effortlessly remind you of the mid and raspy tones of the great Michael Sweet of STRYPER, is not new to these lines as he has recorded for people like Dave Ellefson of MEGADETH, Rex Carroll of WHITECROSS or Tracy G of DIO who was also the one who introduced him to his partner for this song in early 2020, knowing the unconditional love they both had for the genre in question. The singer has also been part of two heavy bands such as DEAD OF NIGHT (with people from SHADOW’S FALL, ACT OF DENIAL, SEEMLESS, ANTHRAX, UNEARTH or KINGDOM OF SORROW…!) and GOADED (with Ray Luzier from KORN, Tracy G and Larry Dennison from LITA FORD and DIO’s band), so you can see that he has a lot of experience.

His partner Paul Alfery, is a multi instrumentalist who has already built his reputation in the years we have referred to above, sharing the stage with the likes of STEVE VAI, TONY IOMMI, ZAKK WYLDE, as well as working side by side with composers who have covered an enviable list for any mortal like Marti Frederiksen (OZZY, MOTLEY CRÜE, AEROSMITH, BUCKCHERRY) or Stephan Williams (GREAT WHITE). Almost nothing…

Together they have set out to «walk the road», or rather, to retrace the steps that almost lie completely eroded before so much commercial neatness pose in eternal tribute to a sound that many of the bands labeled «heroes of the 80’s revival», have not even gotten to know «in situ». These two renegades intend to reach the road full of skids left by the thundering motorcycles of our references and camp there until the Jack Daniels and gasoline run out. They make it and with the volume at full blast.

Their highlight, apart from the successful approach and faithful reflection of mixing the compositions of hard-hitting bands like W.A.S.P., RATT, DOKKEN, STRYPER and MOTLEY CRÜE with a little touch of second-hand glamour a la DANGER DANGER, DEF LEPPARD, TRIXTER or FIREHOUSE, are the huge choruses that deafen and encourage us to raise horns to the sky with our hands calloused from worshipping the classics of the USA movement. Choruses that sound like hundreds of cats lost in the most decadent and morally ruined alleys in the forgotten back rooms, covered with flashes and red carpets, insignia of the movement. Choruses in verses, bridges and successful choruses that are tattooed to fire in your chest with the unbridled needle of guitars as dirty as the despicable stories that swell the legend of our artists of the glory years.

A record that goes through your player as fast as a Harley on an abandoned highway; once you press «play» you go downhill and without brakes, you crash against a wall of modest honesty and with no other pretension than to go back to those wonderful years, you get up, pick up your skateboard and without thinking you jump again as many times as you want until it’s time to go back home, to fucking 2021, where problems do grow, where corruption is not only in Miami, where now they don’t let you barricade yourself in your «Cheers» tavern and where the threat is not lizards with human skin, but a virus that really uncovers the lizard that every human being carries inside.

Ten wasted dislocations with a fair production that only enhances the meaning of this album that is not intended to mislead: exciting Hard Rock sticker-stamped and scratched on the flashing cracked neons of our memories. Music without signing a checkbook that puts a price on the head of those who wish to squander money stolen from the wallet of youth.

From the initial American bar of Heaven’s On It’s Way Down, the hot Running From You with the stinging «Trash» of the reverend COOPER and Find A Light typical of a BON JOVI with white powder, passing through the more melodic Are You There or Never Been To California, which were so good for people like SLAUGHTER or WINGER to enjoy lewd company, to the testosterone-drunk punches that pound the pool table, marking territory, of Two Miles To Go, Fight On Your Feet or Move On. We won’t stop drinking, «macarrearar» and spit to the sky with the festive Get Busy Livin’ but we will be able to look half formal when leaving the joint we just set on fire with deaf leopard skins in Getaway.

You won’t find among so many «posers» a time machine as accurate, as tight to the mark of your attributes as your favorite faded Saturday night jeans, because this DeLorean is programmed to take you back to the golden years of the Sunset Strip. By the way, don’t worry, the backcombing comes included with the revs its magnetism reaches. If you were reluctant to change the millennium, get this disc, you’ll have a new excuse to uncork a bottle.