FIGHTER V – Fighter (2019) Review

¿Tenéis hambre? Perfecto, os voy a servir un plato delicatessen.

¡Vamos a cocinar un rato! Necesitamos los ingredientes básicos: Dave Niederberger y Marco Troxler, un sábado noche, una birra, un cigarro, un pub en Suiza y viejas perlitas del Hard Rock sonando de fondo.

Con estos pocos ingredientes nació la banda FIGHTER V, una banda de jóvenes promesas suizas, adoradores de estilo que vienen para recordarnos que la manufacturación del buen Hard rock/Aor de los 80 sigue siendo posible, en el año 2019 y gracias a su debut titulado Fighter. No han necesitado mucho tiempo para trabajar en él ya que nunca dudaron qué tipo de música querían ofrecernos así que no han parado hasta conseguirlo.

Dave (vocal) y Marco (guitarra), tras ese sábado noche, se pusieron manos a la obra para reclutar al resto de integrantes de la banda. Lo más difícil: encontrar un teclista que les encajara con su proyecto. Tras varias búsquedas dieron con él y se pusieron manos a la obra.

Con ilusión, esperanza y a la antigua usanza, distribuyeron unas demos a varios productores, con la gran suerte de que una de ellas cayera en las manos de Jona Tee (productor y teclista de los H.E.A.T) y es aquí donde empezaron a humear los fogones para conseguir el plato estrella.

Empezamos a partir el bacalao con el primer temita del disco, Dangerous. Nos calzamos los calentadores y el maillot ajustado, al más estilo Jane Fonda, y entramos a saco. ¡A bailar todo el mundo se ha dicho! Una gran canción de esas que llamo yo “aeróbicas”, de las que te hacen mover el esqueleto hasta acabar sudando, con un estribillo pegadizo que sigue sonando en tu cabeza cuando te vas a la cama. ¿Dangerous? ¿Peligroso? Lo que es peligroso es vivir sin escuchar este temazo.

Seguimos dando vueltas a los ingredientes en la cazuela con cuchara de palo. Frontline, segunda canción, prosigue nuestra danza aeróbica solicitando maná. Podrían pasar por ser “nietos de Bon Jovi”. Con más ritmo, ¡sí!, más rápido, con un poco más de furia, con esos solos de guitarras puestos y posicionando al conjunto tal y como dice la canción: en primera fila.

La influencia de los de New Jersey sigue presente en Heat of the city que, con un teclado muy marcado y la voz al unísono, baja un poco las revoluciones para permitirnos respirar, lo justo, antes de que nos dé un ataque al corazón con semejante bombazo de disco.

Fighter resulta más serio. El título de la canción lo requiere. Un cambio de humor necesario para seguir recordando los cardados y permanentes de Jovi, Sambora y cía en los ´80. Un minuto exacto nos lleva a adentrarnos en este tema que acaba arrancando y desarrollándose con buenos solos de guitarras asomando “la patita” para encontrar la compañía perfecta en los coros que arropan a la voz principal. Buen momento para colgar las botas de baile antes de que echen humo.

Can´t stop the rock en quinto lugar del disco hace gala de su nombre, aunque sea el teclado quien marque el ritmo la mayoría del tiempo junto a unos coros que te obligan a… Recuerda el título, nada más que añadir. No os vayáis que esto sigue, amigos.

Me toca ponerme melosa con There She goes. Desde mi punto de vista es un tema que recuerda muchísimo a algún número de los magníficos galeses Dare. Alta melodía que contiene el mismo sentimiento de una “power ballad” sin abrazar del todo el término, quizás mayormente por la forma de transmitir gracias a una letra un tanto triste, de manual, efectiva: “ahí se va ella, fuera de mi vida, fuera de mis sueños”. Preciosa, sinceramente me encanta este tema donde el romanticismo no consigue ocultar al ritmo; triste, pero esperanzador. De esas que a mí me llegan dentro, desde el punto de vista más meloso. No es una balada al uso, pero contiene el mismo sentimiento y así lo transmiten.

Headlines destaca por los instrumentos de viento involucrados en él en plena fusión Hard rock. Los pies vuelven a enloquecer. Parece que, de forma predictiva y tal y como se traduce de su título, con canciones como esta “van a estar en los titulares”. Así es chavales: temazo que merece portada de periódico y a color, aunque a mí me recuerde bastante al “Set the world on fire” de Gioeli-Castronovo. ¿Coincidencia, casualidad? Sea lo que sea me parece maravilloso.

Rock and roll con Looking for action, un retroceso a los ´80 más cercanos a los ´70 y su marcado encabezamiento de órgano Hammond, muy Whitesnake de sus comienzos, muy Deep Purple. Algo diferente dentro del disco, un “break”, un aporte diferente para romper con la línea general de este.

Innegable la influencia de H.E.A.T. en City of Sinners e Into the Night con un toque discotequero y hasta similar a Beast In Black. Si cerramos los ojos y escuchamos, fácilmente podríamos pensar que se trata de algún tema descartado por los de Tee con Gronwall. Semejante influencia y el propio buen hacer de la banda acaban redondeándolos como temazos. Está claro que la colaboración de Jona Tee ha dado sus frutos.

Hora del postre antes de acabar. Después de una emoción detrás de otra, llega el momento de aportar un poco de azúcar para reponer el cuerpo. Save your love for me es la balada del LP, el tema tranquilito y romántico del disco con mucho toque americano, totalmente típico en las viejas bandas Hardrockeras de antes, de las que nos enamoraron.

Y para acabar el banquete, Fighter V nos invitan a subir el volumen con Turn it up a ritmo de piano, coros, Rock and Roll, bandera y American Pie en el pasaporte.

Yo no sé vosotros, pero yo me he quedado llena y satisfecha. Entrantes, primer plato, segundo plato, postre y café.

Estos nuevos chicos de Fighter V me han dejado baldada. Una maratón de baile donde para regresar a los años ochenta solo he necesitado unas zapatillas para hacer arder la pista. De hecho, me han dejado tan impresionada que, aun teniendo tan claro lo que quería decir sobre este disco, me ha costado escribir esta crítica ante la dificultad de encontrar las palabras que pudieran describir semejante maravilla.

Enhorabuena chavales, lo habéis conseguido. Habéis logrado hacer lo que soñasteis: Temas con energía, ritmo, sin necesidad de prolongaciones innecesarias, marcha de principio a fin sin prácticamente parar. Totalmente recomendado para todos aquellos a los que no les condicione reconocer su filia por los exagerados años ochenta, aunque les cueste confesar que bailan en la intimidad. Con semejante placa no es arduo regresar al pasado y vaticinar un gran futuro para estos chicos “nuevos” de Fighter V.

Y como diría mi amigo Michael: ”si te lo pierdes, estás perdido”.


RATE/NOTA:
8/10

Laura Grosskopf (The Lux Team)