THE END MACHINE – Phase 2 (2021) Review

Dos años han pasado desde que THE END MACHINE echó a andar con su disco homónimo, del que podéis leer la reseña aquí. La formación compuesta por los ex DOKKEN George Lynch (guitarras), Jeff Pilson (bajo) y Mick Brown (batería), junto con el gran vocalista, actualmente en WARRANT, Robert Manson, lanzó un buen primer disco que servía para alimentar los sueños de los que añoramos a la gran banda de Hard Rock americana. En ese primer disco, en mi opinión, los sonidos navegaban entre aromas de los DOKKEN en los 90 y de LYNCH MOB.

Cuentan que para este segundo disco, Frontiers les pidió que intentaran recuperar más el sonido más clásico de DOKKEN y creo que algo lo han conseguido, aunque lógicamente no suena igual que esos discos míticos de los 80 y tiene aún muchos matices de su época turbulenta de los 90. La verdad es que el sonido de guitarra de Georg Lynch es siempre muy reconocible y sobre todo, muy disfrutable. 

Echo de menos en esta segunda entrega a “Wild” Mick a la batería, quién ha colgado las baquetas y ha sido remplazado por su hermano, “Mild” Steve Brown. Nada que decir sobre su forma de tocar, que es muy aceptable durante todo el disco y hasta parecida a la de su hermano, pero bueno, a quién no le gustaba ver al gran Rock Star que era “Wild” Mick. Me comentaba mi buena amiga Eva Cardero, que la forma de tocar de Steve le había recordado algo a la de Mick… y también, que la hasta la intro inicial “The rising” le recuerda al “Without warning” del mítico “Tooth and nail” de DOKKEN.

Tras esa intro, el disco arranca con “Blood and money”, un tema muy rockero y rápido, con todos los miembros de la banda carburando a pleno rendimiento desde el inicio, y con un sonido que me recuerda casi más a unos hipervitaminados MR. BIG tocando a toda pastilla y Robert atacando las estrofas sin descanso. Temazo potente y efectivo, que se convierte en magistral cuando escuchamos los solos que se marca el gran George Lynch, con su sello particular. Inmejorable para empezar con fuerza. Lynch sigue luciendo solos en la más bluesy “Dark divide”, que baja el tempo, pero gana en Groove y dónde Jeff y Steve se gustan más, aunque para mí el que más sobresale es Robert con una gran interpretación vocal. Pero mejor que aquí, había estado antes en la inmensa “We walk alone”, de nuevo no tan rápida, con Jeff gozando en el bajo, George brillando aquí y allá… y Robert dando una lección de cantar en muchos registros y llegando a niveles altos sin (aparentemente) sufrir mucho. El estudio lo aguanta casi todo… veremos en directo.

Crack the sky” tiene uno de los mejores estribillos del disco y sí que me recuerda más a sus orígenes (aunque es más “moderna”), lo que le llevó a ser uno de los singles, con vídeo incluido. Sorprende en su puente, con unos juegos de voces curiosos y lo cierto es que es un tema muy completo, con una paradilla a la mitad y un buen solo, algo más contenido que otros. “Prison or Paradise”, sigue unos patrones similares y nos muestra a Robert esforzándose al máximo a las voces en el estribillo, para defender un tema exigente, que aunque tiene partes más suaves, consigue mucha intensidad.

A estas alturas de disco, no sé muy bien si el líder es el gran George Lynch, o los focos los está compartiendo con Robert Manson. Y es más, puedo asegurar que la base rítmica no les va nada a la zaga y lucen en muchos temas, con ritmos variados y mucha pegada. No es un rock de descamisarse y lanzarse al pogo, pero está ejecutado con mucho gusto, mucho Groove y unas ejecuciones muy remarcables. La edad es un grado para todo.

Plastic Heroes” tiene unos riffs más propios de los 90 y un coro bastante ochentero y es un tema muy melódico que entra sin problemas. Pero lo cierto es que no me vuelve loco. “Scars” baja las revoluciones aún más, con un inicio muy bluesy, con Robert cantando de una manera muy sugerente y dónde pronto entran unas maravillosas armonías vocales que desembocan en un estribillo algo más intenso. Es la balada rockera del disco y suena de maravilla, uno de los puntos altos.

Igual es que le echamos mucho de menos, pero las primeras guitarras de “Shine your light” me recuerdan al malogrado Eddie Van Halen. Tiene un trabajo muy chulo de Jeff y de Steve a la base rítmica, dotando al disco de una buena potencia y su estribillo, si lo hubieran pillado en sus años mozos, seguro que hubiera funcionado muy bien en directo. Uno de los mejores temas del disco “sin dudarlo” (que diría mi buen amigo Doc, del Condensarock de Fluzo). 

Tras este temazo suena “Devil’s Playground”, que es un ejercicio de buenísimo hard-rock con tintes bluesy, una base rítmica con muchísimo Groove y un estribillo que si que me devuelve a los 80, pero no tanto al glam-rock, si no a las bandas de rock más clásico. “Born of fire” le sigue, con unos patrones parecidos, aunque algo más melódicos y lentos. El trabajo de Robert a las voces es, una vez más, magnífico, así como los coros que suenan en algunas partes y que le dan un gusto muy interesante al tema. Por supuesto el tema tiene un solo y un montón de toques a la guitarra sensacionales, propios de la bestia que es George.

Terminan con “Destiny” que tiene un inicio que me recuerda a mis adorados (y esperados…) BLACK COUNTRY COMMUNION, aunque claro, la voz tiene otros registros distintos. Tema que suena duro en los riffs y con un estribillo más melódico que funciona muy bien. ¡Solazo para terminar por todo lo alto!

George y Jeff no son ya aquellos jóvenes que se comían el escenario en los 80, descamisados y pletóricos de energía, como en el mítico Monsters of Rock de 1988, dónde compartían cartel con bandas como VAN HALEN, SCORPIONS, METALLICA… Pero nadie les puede negar que siguen manteniendo un dominio envidiable sobre sus instrumentos, una manera de tocar muy característica y una buena habilidad para componer grandes temas. Creo que no le llega al impresionante disco de DIRTY SHIRLEY que Georg grabó con Dino Jelusick en 2020, pero me parece un gran disco.

Palabra de Metalson

Iñigo Metalson (The Lux Team)

Formación:

George Lynch: Guitarra
Robert Manson: Voz
Jeff Pilson: Bajo
Steve Brown: Batería