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“En algún momento habría de llegar el sudor de su primer paso en solitario porque era impensable que este talento, el de Robbie LaBlanc, necesitado de revisión actualizada pasara desapercibido para hiperactivos caballeros nobles de la escena como son el inquebrantable Tommy Denander y el adorado Steve Overland, quiénes raudos han puesto en acción su inagotable maquinaria compositiva ante un lanzamiento top por el que merece la pena pagar alto standing.”
Tras disfrutar ampliamente de EAST TEMPLE AVENUE el año pasado, me preguntaba cual sería el próximo movimiento de este gran vocalista llamado Robbie LaBlanc. Desde sus inicios con su hermano Brian en FURY o con los inolvidables BLANC FACES, el artista ha ido aportando a la escena Aor, poco a poco, con otras colaboraciones o proyectos (véase SHINING LINE, FIND ME, THE DARREN PHILLIPS PROJECT, MICHAEL SWEET…) su potente y carismática garganta siempre al servicio de líneas vocales de alta gama melódica.
Evidentemente en algún momento habría de llegar el sudor de su primer paso en solitario, la demanda estaba más que justificada y, al igual que pasó con ROBERT HART, era impensable que este talento necesitado de revisión actualizada pasara desapercibido para hiperactivos caballeros nobles de la escena como son el inquebrantable Tommy Denander (¿en serio tengo que nombrarte a este increíble músico? RADIOACTIVE, RAINMAKER, AOR, AMBITION, PRISONER, ALICE COOPER y podría no parar hasta mañana…) y el adorado Steve Overland (FM, OVERLAND, LONERIDER), quiénes raudos han puesto en acción su inagotable maquinaria compositiva.
Por un lado nació Pure, cuyo alumbramiento fue uno de los momentos más gratos del maldito 2020 y de futuros venideros, oasis sónico donde el señor Hart daba una masterclass de buen gusto interpretativo y donde lucía su don inabarcable en cuyo rango tiene pocos rivales. Un disco que rezumaba personalidad debido a la revitalización de sonidos añejos que ahora parecen volver para una moda minoritaria y que realmente pilló por sorpresa a propios y a extraños.
Por otro lado, y siguiendo la senda catastrófica de los acontecimientos mundiales que parecen extenderse en este 2021, ahora asistimos al parto de un nuevo vástago, más que merecido, y que será uno de los mejores momentos de este insolente presente, bálsamo puro en estado musical titulado Double Trouble. Alivio que invade tu cuerpo y mente sin ningún pudor con un siempre perfeccionista Denander a las guitarras y teclados (minucioso en cada detalle) perfectamente flanqueado por Brian J. Anthony (ya de sobra conocido por sus labores para STEVE WALSH, así como indispensable acompañante en LONERIDER y OVERLAND) al bajo y el batería Michael Lange.
Bajo el nombre del personaje principal como es lógico, Robbie LaBlanc, este formidable frontman luce deslumbrante en unas titánicas labores como solista, desbordante de fuerza y de sensibilidad allá donde cada cual es requerida, y donde a modo coral, se refugia y fortalece bajo el ala protectora de un Overland cuyo arropamiento reproduce un celestial eco impermeable, pero que en según que composiciones condiciona demasiado la escucha, balanceándose a su modo de componer de sobra conocido por todos.
Para nada esto resulta negativo porque las composiciones son de una altura que da vértigo, pero sí es cierto que en este lanzamiento el factor sorpresa se diluye con mayor facilidad y esto es porque el disco navega a tres velocidades, muchas veces con cruces entre ellas mismas, pero que quedan perfectamente retratadas.
Navegación inercial:
Cómo anunciábamos anteriormente el color Overland toma una relevancia presidencial en cortes como la Hard Rockera de maridaje bluesy Start The Motor Running, el que podía haber sido un gran single para FM con toda su identidad ochentera intacta en Temptation o la increíblemente sensual, al más puro estilo Sade encorsetada en ese halo erótico de Smooth Jazz que tanta distinción le otorga a Pure, uno de los mejores temas del disco sin duda.
Navegación astronómica:
Aquí disfrutamos de una alineación estelar por el que transcurren las corrientes más clásicas del AOR, con un sublime y pasional Robbie erigido como capitán de bandera FOREIGNER (Only Human, Voodoo Woman, Better Man) o JOURNEY (Just Say The Word, Here Today Gone Tomorrow) siempre susurrado por los hados Overland, entremezclando ambas visiones y proporcionándonos vistas que non más que un collage de mares azul turquesa, cielos cristalinos y rayos de oro directos del gran astro. Un paraíso inusual donde cada pieza está a niveles que apenas escucharás en la mayoría de discos de este año y puedo apostar por unos cuantos más.
Navegación de crucero:
Y como recreo absoluto, como vacaciones merecidas en estos tiempos aciagos, llega el cóctel necesario para refrigerar tantas emociones y desvincularse de la realidad. Lo ejecutan entrelazando ambas vertientes expuestas, sumando cierta aproximación instrumental DEACON STREET PROJECT y añadiendo un coqueteo frontal con el Pop, el Retrowave, y demás parafernalia ochentera, principalmente en los teclados y sintetizadores, cercana al uso realizado para Robert Hart, rematando con solvencia unas atmósferas rodadas en un primer plano con el inequívoco telón de aquella época dorada y heterogénea (The Sound Of The City, Play The Game). Estribillos abrumadores de belleza como en Never Let A Good Time, My Lips Are Sealed (no puedo dejar de tararearla y de silvar un precioso solo que comienza al más puro estilo Is This Love de WHITESNAKE) y Don´t Do Love Me nos propician un merecido y despreocupado sentido de la calidad por el que merece la pena pagar alto standing.
Realmente estamos ante un lanzamiento top destinado a todo aquel y aquella que necesite calmar la ansiedad que producen todos esos productos altamente adulterados por una promoción engañosa y su producción en cadena, ¡bravo por Escape Music y su selectivo catálogo! Aquí hay materia prima de primera clase y sobre todo un concienzudo trabajo orfebre, incluida la cuidada producción, a la hora de rematar cada segundo de escucha con la profesionalidad y calidad a la que a estos artistas están sujetos, es imposible exigirles menos.
Jesús Alijo «Lux»
ENGLISH REVIEW
«At some point the sweat of his first solo step would have to come because it was unthinkable that this talent, Robbie LaBlanc’s, in need of an updated revision, would go unnoticed by hyperactive noble gentlemen of the scene such as the unwavering Tommy Denander and the adored Steve Overland, who have quickly put into action their inexhaustible compositional machinery before a top release worth paying high standing for.»
After thoroughly enjoying EAST TEMPLE AVENUE last year, I wondered what the next move would be from this great vocalist named Robbie LaBlanc. Since his beginnings with his brother Brian in FURY or with the unforgettable BLANC FACES, the artist has been bringing to the Aor scene, little by little, with other collaborations or projects (see SHINING LINE, FIND ME, THE DARREN PHILLIPS PROJECT, MICHAEL SWEET…) his powerful and charismatic throat always at the service of vocal lines of high melodic range.
Evidently at some point the sweat of his first solo step would have to arrive, the demand was more than justified and, as it happened with ROBERT HART, it was unthinkable that this talent in need of an updated revision would go unnoticed by hyperactive noble gentlemen of the scene such as the unbreakable Tommy Denander (do I really have to name this incredible musician? RADIOACTIVE, RAINMAKER, AOR, AMBITION, PRISONER, ALICE COOPER and I couldn’t stop until tomorrow…) and the adored Steve Overland (FM, OVERLAND, LONERIDER), who have quickly put into action their inexhaustible composing machinery.
On the one hand Pure was born, whose birth was one of the most pleasant moments of the damned 2020 and future ones to come, a sonic oasis where Mr. Hart gave a masterclass of good interpretative taste and where he showed off his incomparable gift in whose range he has few rivals. An album that oozed personality due to the revitalization of old sounds that now seem to come back for a minority fashion and that really caught by surprise all and sundry.
On the other hand, and following the catastrophic path of world events that seem to extend in this 2021, we now witness the birth of a new offspring, more than deserved, and that will be one of the best moments of this insolent present, pure balm in a musical state entitled Double Trouble. Relief that invades your body and mind without any shame with an always perfectionist Denander on guitars and keyboards (meticulous in every detail) perfectly flanked by Brian J. Anthony (already well known for his work for STEVE WALSH, as well as indispensable accompanist in LONERIDER and OVERLAND) on bass and drummer Michael Lange.
Under the name of the main character as it is logical, Robbie La Blanc, this formidable frontman looks dazzling in a titanic work as a soloist, overflowing of strength and sensitivity where each one is required, and where in a choral way, he takes refuge and strengthens under the protective wing of an Overland whose shelter reproduces a celestial impermeable echo, but that in some compositions conditions too much the listening, swinging to his way of composing well known by all.
This is not at all negative because the compositions are of a height that gives vertigo, but it is true that in this release the surprise factor is diluted more easily and this is because the album navigates at three speeds, often with crossings between them, but that are perfectly portrayed.
Inertial Navigation:
As we announced before the Overland color takes a presidential relevance in cuts like the bluesy pairing Hard Rocker Start The Motor Running, the one that could have been a great single for FM with all its eighties identity intact in Temptation or the incredibly sensual, in the purest Sade style corseted in that Smooth Jazz erotic halo that gives so much distinction to Pure, one of the best tracks of the album without a doubt.
Astronomical navigation:
Here we enjoy a stellar lineup through which the most classic currents of AOR flow, with a sublime and passionate Robbie erected as flag captain FOREIGNER (Only Human, Voodoo Woman, Better Man) or JOURNEY (Just Say The Word, Here Today Gone Tomorrow) always whispered by the fairy Overland, intermingling both visions and providing us with views that non more than a collage of turquoise blue seas, crystalline skies and golden rays direct from the great star. An unusual paradise where every piece is at levels you’ll barely hear on most albums this year and I can bet on a few more.
Cruise ship sailing:
And as absolute recreation, as a well-deserved vacation in these troubled times, comes the cocktail needed to cool down so many emotions and disengage from reality. They execute it intertwining both exposed slopes, adding certain instrumental approximation DEACON STREET PROJECT and adding a frontal flirtation with the Pop, the Retrowave, and other eighties paraphernalia, mainly in the keyboards and synthesizers, close to the use made for Robert Hart, finishing off with solvency some atmospheres shot in a foreground with the unequivocal curtain of that golden and heterogeneous epoch (The Sound Of The City, Play The Game). Overwhelmingly beautiful choruses like Never Let A Good Time, My Lips Are Sealed (I can’t stop humming it and whistling a precious solo that begins in the purest style of WHITESNAKE’s Is This Love) and Don’t Do Love Me give us a well-deserved and carefree sense of quality for which it is worth paying top dollar.
We are really in front of a top release destined to all those who need to calm the anxiety produced by all those products highly adulterated by a deceitful promotion and its chain production, bravo for Escape Music and its selective catalog! Here there is first class raw material and above all a conscientious goldsmith work, including the careful production, when it comes to finish off every second of listening with the professionalism and quality to which these artists are subject, it is impossible to demand less from them.
Jesús Alijo «Lux»
