CHINA SKY – II (2015)

Una mirada al pasado es lo que hay que hacer para buscar dónde queda aquel primer y único disco de China Sky, y es que tenemos que retroceder hasta 1988 para desempolvar aquel enorme y rotundo éxito del AOR que supuso el trabajo de los norteamericanos. Aquel disco fue un delicatesen sonoro, una joya que se salía de lo humanamente alcanzable. No había duda que era un grandísimo trabajo de AOR, la duda era si se debía situar entre esos diez discos que de vez en cuando piensas llevarte a una isla desierta. Eran canciones que definían musicalmente el estilo de vida californiano donde el sol, la playa y las explosivas chicas iban de la mano. Donde al cerrar los ojos y abrir los oídos todo eso se consolidaba en el cerebro como una sola y rica idea de ocio.

Transcurridos 27 años desde aquello todo el negocio musical ha cambiado enormemente. Los que en aquellos años llenaban las horas premium de televisión con los mejores videoclips son ahora desplazados por grupos de ficción e inventos máximos. Los excesos de aquellos años en laca y cuero se han traducido ahora en un más que pequeño hueco dentro de la escena musical.
En este punto, nos encontramos con el inesperado regreso de China Sky. Los componentes visibles de aquel grupo que grabó el increíble y precioso disco fueron Ron Perry (voz), Richard Smith (bajo) y Bobby Ingram (guitarra). Ahora después de casi tres décadas, los dos primeros regresan con una nueva entrega musical compuesta de 12 canciones que vamos a descubrir en un sincero repaso. En esta vuelta el guitarrista Bobby Ingram ha sido sustituido por Steve Wheeler.

La presentación del trabajo es con un tema marca de la casa. “One Life” suena muy atractivo y fácil de reconocer a China Sky. Siguen con “The Road Not Taken” que me ha gustado muchísimo. Ron Perry habla, recita y canta por igual en cada una de las estrofas. El tercer tema es “You are Not Alone” que creo puede ser el más brillante de todo el disco. Directo y alineado al oyente no deja indiferente por esa sencillez y frescura que hace que te enganche desde el inicio. Buenos arreglos en una canción de notable alto.

Seguimos con ese aire de rock americano con el tema llamado “I Believe In You”. Cuatro sencillos acordes de guitarra son la base y soporte para la rota y escasa voz de Ron Perry. Los años han pasado y éste ha perdido parte de aquella voz que recordemos ya se mostraba rasgada en aquel primer disco. Pues bien, ahora se nota bastante más.

Parada y fonda con el precioso el tema titulado “I Wish I Could”. Una canción que emana country por todas partes. Sentimiento soul en unos coros llenos de intención y un solo de guitarra muy blues. Quizá pueda parecer difícil la mezcla de estilos en una canción, pero esto es lo que bajo mi humilde conocimiento leo en esta canción.

“Enemy” y “I am a Survivor” son un flashback al disco de 1988. Menos elaborados que la mayoría de temas de aquel trabajo pero con esa acertada fórmula que consiste en lanzar solos cortos pero altísimos en los arranques de las canciones. Estrofa, estrofa y directamente, sin miramientos al estribillo.

Octava canción y llega el momento de ponerse románticos. Ohhh… Qué bonito es el amor!!!!. El título para este momento es “The Richest Man in the World”. Una guitarra acústica, un medio tiempo de batería y dejar que Ron Perry recite encima es todo lo necesario para conseguir un canto al amor y a los mejores sentimientos.

“You Will Get Yours” coge de nuevo el ritmo general de este trabajo de China Sky. Sin complicaciones y sin comerse mucho el coco construyen una canción que sin más es un relleno.
“The Darkness” es un tema rockero y durete dentro del registro que el grupo tiene. Otro medio tiempo, esta vez más flojo que el resto del disco es “Give It Up”. Da la sensación que a este disco le sobran algunos cortes y que las ideas se iban acabando.
Para acabar esto han dejado “Dreams I Will Never See”. La doceava canción del disco se presenta correosa y con un ritmo de bajo que marca todo el desarrollo del tema. Muy rockera y con emocionados solos de guitarra hace que nos encontremos con el final del cd.

¿Un resumen? Somos afortunados de recibir este tipo de discos por lo emotivo que significa saber de los que fueron un gran grupo hace muchos años, pero parece como que se les hubiese pasado un poco el arroz. El disco tiene un poco de todo. Es variado, entretenido y se deja escuchar sin resultar cansino. Esto teniendo en cuenta que son 46 minutos es un punto a favor.
En la misma línea y sabiendo que los músicos son buenos y que por lo tanto las ideas pueden llegar a fluir en un futuro, cabe la posibilidad que nos traigan otro disco que supere a éste. Lo que sí veo imposible es que China Sky llegue a superar aquella inmensidad que grabaron en 1988.

    Luis Maria Catediano

 

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