“Tras una de las portadas más horrosas de su carrera, se encuentra uno de los mejores álbumes de su discografía. “Metal Commando” es una absoluta barbaridad.”
INTRODUCCIÓN:
Permítanme hacer esta crítica del nuevo disco de Primal Fear, desde una “historia de vida” (en este caso de la mía, claro está) para poder desgranar “Metal Commando” con una atmósfera de ilusión, fanatismo y sentimiento, para que quién está leyendo pueda empatizar.
Yo nací a finales del ’82, pero gracias a tener un padre al que le gustaba el Heavy Metal desde su niñez, siempre he crecido con discos de Europe, Deep Purple, Accept, etc… en mi casa. Quizás el punto de inflexión de “escuchar un disco con cascos” y dejar un poco los juguetes fue al inicio de mi primera década. Y es ahí, para meternos en contexto cuando de una manera compulsiva discos que salían nuevos como el “Master of The Rings” de Helloween, el “Land of the free” de Gamma Ray, o el “Masquerade” de Running Wild. Imaginaros lo que es eso para un chavalito….IMPOSIBLE MEJORAR!!!. Y claro, tienes a tus grupos preferidos y vas rebuscando en toda la discografía anterior que por edad pues no pillaste en su “tiempo”. Dejando a un lado Helloween y Running Wild, cuando me ponía los 3 discos primeros de Gamma Ray o me veía vídeos en directo, flipaba!!! No lo había vivido, pero lo de Ralf Scheepers me parecía, pues lo que es…algo descomunal. Ya lo tenía FICHADO.
Algún que otro disco de Sinner como el “Touch of Sin” me ponía en casa, pero no captaba toda mi atención pues estaba viviendo la época dorada del Power Metal y mis grupos preferidos estaban “on fire”. Así que a Mat Sinner antes de Primal Fear no lo tenía del todo fichado como Ralph.
Y bueno…después de meternos en el contexto y de ver la gozada musical por la que pasaban mis neuronas en aquella época, me acuerdo perfectamente que mi padre y yo solíamos ojear las revistas de las tiendas musicales para pedir discos, y que a inicios de 1998 vimos que Running Wild sacaba “The Rivalry”. Lo pedimos, pero nos fijamos también en que el excantante de Gamma Ray se había juntado con Mat Sinner para formar un grupo nuevo llamado Primal Fear y estaba disponible su debut. Y cayeron los dos discos para la saca. Imaginaros nuestra cara al poner el disco a toda pastilla y escuchar “Chainbreaker” …ADIÓS!!! Hasta luego!!! Vaya DISCAZO!!!! Luego, 5 meses después Sinner saca la barbarie “The nature of evil”, y también cae. Vaya dos discos en medio año, y rizando el rizo un año después Primal Fear lo vuelve a reventar sacando “Jaws Of Death”.
Pero no nos quedamos ahí, pues se les ocurre venir en una gira con Sinergy y Metalium con sus debuts. Ni que decir tiene que yo era un fanático de Children Of Bodom e In Flames, y a Sinergy los tenía más que controlados. Y lo de Metalium, pues otra de esas sorpresas que buscas en una revista y te revientan con un debut imparable. Bueno, pues vienen de gira los 3, los veo y ya sí… Ralf Scheepers me gana para siempre. Firmo la declaración de fan de Primal Fear y hasta hoy.
Una banda que empieza en 1998 a destrozarnos con un Heavy Metal potentísimo, influenciado por bandas como Judas Priest o Accept, y con un Power Metal como el que nos tenía acostumbrados Gamma Ray. ¿Se podía pedir más? SÍ, QUE AGUANTARAN.
22 años después… VAYA SI HAN AGUANTADO, que os voy a contar que no sepáis, Primal Fear se ha convertido en una de las mejores bandas, sino la mejor del estilo en este nuevo siglo (por lo menos para mí), y lo ha hecho a base de ser un martillo pilón disco tras disco y una auténtica demolición en cada directo.
13 discos en su carrera, con alguna pequeña bajada y subida pero sin perder esencia. Personalmente, sus 3 primeros discos me parecen obras maestras del Heavy Metal. Después 4 discos intentando mantener el nivel, con un “New Religion” por ejemplo muy hard rockero que me encanta, y tras él un nuevo punto de inflexión en sus carrera, y es la entrada a la composición del genio sueco Magnus Karlsson. Si bien con “16.6” no demuestra todo su potencial, es en “Unbreakable” cuando hace explotar de nuevo a Primal Fear, o por lo menos en mi opinión, ya que considero este disco como uno de los top3 en la carrera de la banda. Y desde ahí hasta nuestros días 4 discos más, pero 4 discos al nivel de maestría de su primera época. ¿una segunda juventud? Sí, ¡¡¡e incluso mejor!!!!
NUDO:
Lo que nos encontramos en “Metal Commando” es lo que vienen haciendo en la última década: Heavy Metal para destrozar nucas. Por momentos parece que no haya pasado el tiempo para ellos ni para nuestros oídos. Vienen de una última década maravillosa en la que discos como “Unbreakable” o “Rulebreaker” son pilares del Heavy Metal de hoy en día, ningún aficionado a este rollo ha podido perdérselos, y si lo ha hecho, nunca es tarde para enchufarse a ellos.
“Metal Commando” empieza con “I am Alive”, una canción típica de Primal Fear, como todas las que nos vamos a encontrar a continuación. Metal y potencia en su máxima expresión con un estribillo de esos que se te quedan en la cabeza por mucho tiempo. Ya oyes que todo está en su sitio, la voz de Ralf mejor que nunca, Mat martilleando con el bajo a diestro y siniestro, las guitarras de Alex Beyrodt, Tom Naumann y Magnus Karlsson…como siempre: perfectas y sin agobiar (cosa que pudiera ser fácil al ser 3 guitarras). Además, lo de Magnus Karlsson aportando composiciones, pues es otro nivel. El sueco se ha destapado en este siglo como uno de los mejores compositores de Hard Rock, Heavy Metal o Power Metal de la actualidad. Le da lo mismo lo que hacer, de hecho estoy seguro que si quisiese hacer un disco de Black Metal lo haría de manera soberbia. Tanto en Primal Fear, como en The Ferrymen, Freefall o sus composiciones en Allen/Lande, Kiske/Sommerville….etc, etc, etc….es de una calidad a la altura de 4 gatos. Eso sin contar con lo prolífico que es, porque no hay año que no tengamos una media de 2 discos de este señor. Y luego, la incorporación de Michael Ehré (ex Metalium y Gamma Ray entre otros) a la batería les ha dado buena consistencia y contundencia.
Seguimos con “Along Came The Devil”, una canción con ese ritmo pesadote y contundente a lo Accept, en la que Ralf se desgarra para darnos el tema más “musculoso” del disco. La melodía de las guitarras además la dan el toque perfecto para aportar lo dulce al tempo que va marcando Ehré. Toda una declaración de que esto va a ser un disco de muchos quilates.
“Halo” le da el toque Power para lanzar la rapidez y escuchar a Ralf con un agudo imposible (¡¡¡pero que voz tiene este hombre!!!), que nos hace recordar evidentemente a los primeros Gamma Ray. Y es que todo lo que suene a Power con Ralf Scheepers es imposible que tu mente no te recuerde el grupo de Kai Hansen. Pero claro, unos “envejecen” mejor que otros, y está claro que Primal Fear lo están haciendo muy, muy, muy bien, es más, yo diría que ahora mismo son ejemplo, pues la saturación que en estos últimos años hemos tenido de bandas del estilo y bandas clásicas que no llegan a demostar el nivel de antaño en sus composiciones, es para que escuchasen los 13 discos de Primal Fear y viesen como sin innovar nada, se pueden seguir haciendo unas canciones bárbaras.
Después nos llega uno de los temazos del disco, “Hear Me Calling”, con un tiempo de relajación para después subirlo de manera impresionante desembocando en uno de esos estribillos memorables. La voz de Ralf, de nuevo vuelvo a decirlo, insuperable. A nivel compositivo, este tema es una gozada, lo tiene absolutamente todo. Esto es por lo que Primal Fear son un grupo enorme, porque te pueden despedazar con un estribillo de época. Además, está tan bien ordenada en el disco, que después de 3 temas intensos, tener un medio tiempo así, se agradece para darle variedad al disco.
“The Lost & The Forgotten”, te devuelve a la agresividad, a la oscuridad. Ralf juega con unos tonos graves increíbles. Por momentos parece que no sabes si es él o Mat Sinner el que está cantando de manera principal si no fuese por los agudos que acompañan determinados toques. Fuerza que va perfecta después de la anterior canción, y es que el orden en este disco tiene un papel fundamental. La melodía de guitarra pudiera hasta asemejarse a un rollo In Flames antiguo, y de nuevo, le da un halo de luz a la oscuridad.
“My Name Is Fear”….con una mezcla de voces tremenda entre Ralf y Mat, y aquí sí Mat tiene un poco más la voz cantante. Aporta dureza y gravedad al tema, al igual que en la anterior. Michael Ehré se queda bien a gusto al demoler la batería con una buena rapidez. Temarro muy fino, y esto no hace más que ascender.
Y bueno….llega un punto de inflexión en el redondo, con un temazo…con un temazo….”I Will Be Gone” una balada con unas guitarras acústicas muy finas que nos dejan un tremendo espacio de aire para escuchar a Ralf Scheepers en su máxima plenitud. No recuerdo en ningún disco de Primal Fear un tema igual, y la verdad es que escuchar esto es una ABSOLUTA MARAVILLA. La atmósfera que se crea en esta canción es de pelos de punta, con una orquestación por detrás perfecta y un estribillo que te roza lo más profundo de tu ser. Un estribillo así con la voz de Scheepers es simplemente algo para dar gracias.
Y después de semejante barbarie, van con “Raised Your Fists”, mi canción preferida del disco, con ese riff de guitarra y unas melodías de Heavy Metal de los ochenta que son mi delicia (y es que crecí con el “Turbo” de Judas Priest pegado a mi sien, y esto me revienta). Las estrofas son para mear y no echar gota, que locura. El estribillo sencillo pero con una parte final de melodía de guitarras que lo engrandecen soberanamente. No puedo más que deshacerme en elogios ante esta canción, puño en alto, Headbanging y lo que queráis,… ¡brutal!.
“Howl Of The Banshee” no te deja tiempo para asimilar lo que habías escuchado hace 2 segundos, y te mete de nuevo en un aire “Power” marca de la casa, con otro tremendo trabajo de Mat y de los 3 guitarras en rítmica y en solo. El estribillo, es un estribillo power germano de la casa de Helloween, de Gamma Ray, de lo que se ha bebido siempre en el estilo: de lo bueno lo mejor, de lo mejor lo superior.
“Afterlife” es la canción más rápida, la más rompecuellos por su velocidad. La base rítmica de las guitarras es una maravilla, quizás posea los riffs más complejos del disco, con unos solos de guitarra descomunales, y una contundencia de bajo y batería que lo dan todo. No tendrá un estribillo a la altura de ninguna de las canciones anteriores, pero el nivel instrumental es una bomba.
Y acaban con “Infinity”, la canción más larga de su carrera, y con toda seguridad de las más diferentes que hayan escrito jamás. Empieza suave con una orquestación y unas acústicas que conjugan perfectamente con la melancolía que impregna la voz de Ralf. Después, te meten el hachazo sin perder la melodía insigne de la canción: un poco de rapidez por aquí, un poco de dureza por allá…y estribillaco de los grandes, épico como él solo. A nivel instrumental todos brillan de una manera sensacional y nos regalan un temazo largo, que si bien hay alguno de 8 o 10 minutos en su discografía que me gusta más como “We Walk Without Fear” o “Eye Of The Storm” por ejemplo, nada tiene que ver para que esto sea otra maravilloso tema. La parte de los solos, memorable, hecha con tanta exquisitez y gusto que es imposible no quedarse embobado. El final con los coros de los monjes es un poco ida de olla, pero lo acaban tan bien, que aporta algo distinto, diferente, y que hacen que con todo el cúmulo de canciones que hemos escuchado en el álbum, estemos ante el disco más variado de estos absolutos amos del Heavy Metal.
Y aquí se acaba “Metal Commando” en la edición “oficial”, pero para aquellas personas que se quedan con ganas de más, existe una edición limitada con otras 4 canciones más (una es intro) que están bastante bien y siguen siendo muy variadas entre sí, de hecho “Crucify Me” (que ya pudimos escucharla hace 2 años con motivo de su retorno a Nuclear Blast) roza hasta el Thrash Metal.
DESENLACE:
Tras una de las portadas más horrosas de su carrera, se encuentra uno de los mejores albumes de su discografía. “Metal Commando” es una absoluta barbaridad. Al nivel que están ahora mismo en estudio y en directo, escasos grupos de Heavy Metal llegan, si es que llega alguno hoy en día.
Cuando se cascan una canción de puro Heavy Metal no la pueden hacer mejor, y cuando lo hacen con una de Power Metal dan una lección a todas las bandas actuales y antiguas que continúan, de como tras más de 20 años no bajan la calidad compositiva ni un ápice. Y eso es lo que es “Metal Commando” y lo que son Primal Fear, una lección de resistencia, ilusión, sentimiento y manera de vivir.
Primal Fear es una banda tan sumamente buena, que es difícil explicarse porqué no llenan estadios con todos los heavies de cualquier país al que vayan. No será porque no tienen todo lo que hay que tener: buenos compositores, buenos discos y buenos directos. Y estos “buenos”, si queréis los sustituimos por “tremendísimos” y así les hacemos justicia.
Estamos ante el mejor disco de Metal de lo que va de año, y con toda seguridad esté entre los 5 mejores del 2020. No creo que muchos tengan los suficientes “cojones” a desbancarles este año de ahí. ¡¡¡ PRIMAL FEAR IS FOREVER !!!
RATE/NOTA: 10/10
Samu Bodom (The Lux Team)