Rock Angels ha preparado un especial multi reseña para comprender diferentes perspectivas sobre el deseado nuevo álbum de HELLOWEEN
¿Estará a la altura de lo ansiado por su nutrida base de fans? Añadiremos una cada día hasta su fecha de salida 18 de junio y como colofón final nuestra entrevista con Dani Löble, batería de la banda. Nuestras opiniones a pecho descubierto!
5º LAURA GROSSKOPF
Me adentro en el reino de las calabazas, reino al que pertenezco desde los 14 años, que me ha visto crecer, que cambió mi vida y que llevo tatuado en la piel.
Tengo las manos posadas sobre un teclado escribiendo, la que probablemente sea la reseña más importante. Helloween, Helloween, Helloween…Voy a intentar no profundizar mucho de manera personal o si no leeríais una reseña de más longitud que el rollo de papel higiénico Scotex donde os explicaría el viaje de mi vida desde que escuché a ésta banda por primera vez hasta convertirme en una auténtica calabaza y pasar a llamarme “Helloweena”. Pero eso lo vamos a dejar pendiente y para otra, vale??? Ahora vamos a analizar de la manera más objetiva posible éste último álbum de Helloween, que probablemente sea el disco más esperado del año y que más expectativas está creando, con defensores a un lado del ring y detractores al otro, más todos los que están sentados, observando, con el papel de periódico encima para que no les salte la sangre.
Como supongo bien sabréis, este es el primer disco de estudio en el que todas las calabazas anteriores y actuales se unen para crear algo nuevo (Pumpkins United). Cuando hablo de todas las calabazas, hablo de los que han puesto voz a lo largo de la historia de la banda, es decir Kai Hansen, Michael Kiske y Andi Deris. Que digo yo que ya puestos, también podrían haberse unido el resto de calabazas, no? Me encantaría volver a ver a Uli Kush, Roland Grapow….y desde la tierra mirar al cielo y ver a nuestro gran Ingo Swichtenberg golpeando con las baquetas.
Pero no es el caso, las tres grandes calabazas vocales se han unido para lo que en mi opinión, es un resumen y repaso de toda la discografía de éstos teutones, para refrescarnos la memoria de lo que fueron y siguen siendo Helloween.
Me sorprende y me cuesta entender que no abran el telón con una intro como a las que nos tenían acostumbrados. Opino que el “Happy Happy Helloween” era totalmente necesario aquí y ya, para empezar nos hubiera puesto la carne de gallina a todos…
Rompe el sonido la gran voz de Michael Kiske en Out of the Glory al más puro estilo Keeper of the Seven Keys I, batería contundente, rápida, bajo marcado siempre presente y riffs de guitarras variados que sólo ellos saben hacer y también con una tímida aportación vocal de Kai Hansen que nos traslada durante breves segundos a las primeras canciones del grupo donde el pelirrojo lideraba. 7 minutos de gloria de los antiguos “Keeper” de 1987/88.
En Fear of the Fallen, Andi Deris (con alguna aportación de Kiske) nos refresca la memoria casi imitando su canción de Time del disco Better than Raw. Atentos al momento “Listen to your heart” donde hay un duelo de voces. Hemos viajado a 1998.
Más marchosa y sin tanto ingrediente antiguo se presenta Best Time en la que también se baten duelo Kiske y Deris con alguna intervención de Hansen. Me atrevo a decir que éste tema me recuerda más a algún trabajo en solitario de Kiske sin los “calabazos”.
Mi amado Markus Grosskopf nos rompe las cadenas en Mass Pollution con la que Deris como protagonista nos conmemora un poquito la época de ese viaje oscuro (The Dark Ride) allá por el año 2000.
Angels se me antoja un poco aburrida. Con Kiske como protagonista, con cambios de ritmo y contrarios a pensar que en el estribillo entra la “marcha”, aquí lo hacen al revés. Pero es que en realidad…..ésta gente sabe hacer bien hasta eso.
Andi Deris en Rise without Chains vuelve a echar un vistazo al pasado al gran discazo de 1996 The Time of the Oath, un poco en la línea de sus primeros discos con la banda en la que todavía había mucha reminiscencia de la época Keeper.
Como no podía ser de otra manera, compuesta por mi gran Markus Grosskopf, Indestructible, a mitad de disco, se convierte en ese tema que se queda pegado al cerebro como una salamandra a la pared. Con Andi Deris en las estrofas, pero con Kiske poniéndonos la piel de gallina en el estribillo y Hansen haciendo los coros a modo “pregunta-respuesta”. Te Ma Zo.
Robot King, compuesta por Michael Weikath, también es de las larguitas. 7 minutos. Una canción con muchas variaciones, con cambios de ritmo, incluso con un solo de guitarra al más estilo Yngwie Malmsteen, una pista de esas en las que hay tanta metamorfosis que ya no sabes si es la misma canción o se ha pasado ya a otra. Insisto en que sólo éstos teutones son capaces de hacer este tipo de cosas.
También con un solo de guitarra muy clasicorro empieza Cyanide, pero que luego transcurre transportándonos a los discos de Deris de la segunda década del 2000 que nunca han sido santos de mi devoción.
Down in the Dumps nos ofrece un minuto y medio de instrumental muy muy bueno para empezar y caer en las redes del vozarrón de Kiske, para luego agarrar el micro Deris y más tarde pasar el testigo a Hansen, pero como en el resto del disco, de manera muy tímida. Buena composición con introducción de ingredientes muy variados que han intervenido a lo largo de su discografía.
Orbit es la rareza del disco, un minuto de efectos de teclado y algo de guitarra para…………¿Anunciarnos que la siguiente es la última?
Que Skyfall es la última queda patente nada más empezar. La voz de Kiske suena a despedida, sus cuerdas vocales (que no tienen rival ) nos hacen vibrar de emoción y nos avisa: aquí van los 12 minutos de revisión en una sola canción de todos los trabajos hechos desde 1984 en que se formó la banda. A ver quién no identifica nada más empezar el You always walk alone, o el Rise and Fall, o incluso el We got the right , entre otras, del Keeper of the Seven Keys II. Incluso Deris se atreve con ello y se mete en los entresijos de los discos de los guardianes de las siete llaves. A los 3 minutos y medio, impresionante el “diálogo” entre guitarras, bajo y batería. Después de ésto, parón. Parón necesario para que, por fin, aunque sea breve y en el último tema, Kai Hansen tome las riendas y nos transporte a su Land of the Free con su banda Gamma Ray. Incluso soy capaz de apreciar en el minuto 9 alguna pincelada recordando al último disco de Kiske con Helloween, Chameleon, por la introducción de toques de guitarra acústica tan presente en ese álbum.
A mí, analizar ésta última, me ha dejado temblando porque ha sido como montarme en un DeLorean y regresar al pasado con Michael J. Fox….
Pues hasta aquí todo, calabazos y calabazas del universo. ¿Qué os ha parecido? Me encantaría veros por un agujerito y saber vuestra opinión, pues he oído a gente quejarse del disco, decir que si era un sacapastas, que si esperaban otra cosa….No estoy de acuerdo….¿Qué esperabais? ¿Algo nuevo? Eso es imposible, HELLOWEEN son quien son y sólo ellos son capaces de componer y hacer la música que hacen. Sí es cierto que el disco puede parecer espeso, pero creo que es totalmente necesario haber escuchado y conocer muy bien la discografía de Helloween para poder entender éste nuevo trabajo, pues es un recorrido histórico por su música y creo, además, que es un reconocimiento y agradecimiento a todas aquellas calabazas que nunca hemos dejado de seguirlos. Si tienes dudas sobre el disco, te animo a que vuelvas a 1984 y pongas esas cintas viejas de cassette hasta llegar a esta ultima reunión de hortalizas que seguro vas a saber apreciar. Palabra de calabaza.
4º JESÚS ALIJO «LUX»
Por fin tenemos en nuestras manos el nuevo trabajo de la renacida formación, un tercio de integración de miembros clásicos y alejados de la banda desde después de sus orígenes y su éxtasis (KAI HANSEN, MICHAEL KISKE), una mitad de los que tiraron del carro en los momentos duros tras la espantada de los anteriores, sus fundadores/miembros insignes en la época dorada con renovación incluida (MICHAEL WEIKATH, MARKUS GROSSKOPF, ANDI DERIS) y el tercio restante con los miembros “más nuevos” que ya cuentan con un bagaje de más de quince años dentro del seno de la misma (SASCHA GERSTNER, DANIEL LOBLE).
Evidentemente esta reunión que pretende reunir a la leyenda con su última encarnación cuenta con dos carencias que a mi parecer resultan notables, por un lado, la ausencia de Roland Grapow a quien considero fundamental en su transición a un nuevo horizonte en su afán por seguir siendo grandes entre los grandes, y por supuesto, por otro lado, y por razones obvias, la del carismático baterista fenecido Ingo Schwitchtenberg.
No era de extrañar que el anuncio de este plantel de músicos nos evocara el deseo de volver a los míticos KEEPER OF THE SEVEN KEYS, principalmente por la inclusión de HANSEN/KISKE y efectivamente encontraremos pasajes y temas completos enfocados a aquella inolvidable efervescencia de HELLOWEEN, pero tampoco han tirado por el camino fácil, lo que es de alabar, ya que integran a ese yugo que los propios fans les habíamos impuesto tras conocer la noticia, la personalidad forjada con el paso de los años sin querer vivir de las rentas y nutriéndose de sus propios logros lustro tras lustro hasta la actualidad.
Refrescantes, potentes y sobradamente efectivas resultan Best Time (con ese coqueteo tan BILLY IDOL/Rebel Yell en sus estrofas), los nuevos himnos metálicos para directo y titulados respectivamente Mass Polution o Cyanide donde Deris demuestra su gran estado vocal y que quedan completados con Indestructible, menos llamativo, pero igual de punzante. Puro Heavy Metal, más gamberro en una, más heroicos en las otras y que sobresalen por encima del conjunto.
Volviendo al reinado de las siete llaves en cuanto a sonoridad y toda su parafernalia extrapolada a la actualidad y sus temáticas, llama la atención la prominencia que se la ha dado a MICHAEL KISKE para conseguir ese efecto nostalgia en detrimento de un ANDI DERIS quien añade un plus de contundencia rompiendo acertadamente con su rasgada voz tramos necesarios para ejercer una autoridad que debiera haberse manifestado con mayor presencia ya que está increíble a lo largo y ancho del redondo. La presencia de KAI HANSEN en las voces es meramente testimonial, aunque socorrida.
En este bloque nos topamos con la obertura de Out For The Glory cuyos primeros compases me retrotraen por su melodía y oscuridad al Seasons In The Abyss de SLAYER y que, como tormentosos nubarrones negros, pronto pasan a disiparse en pro de la luminiscencia épica de los creadores del Power Metal y toda su esencia enmarcada entre los años 86 y 89. Los acérrimos a ese anclaje temporal quedaran prendados sin remisión.
Fear Of The Fallen queda más equilibrada entre vocalistas y encuentra un encanto especial en sus cambios de intensidades pese a no ser un tema espectacular, pero cuya aura más cercana al Pink Bubbles Go Ape, realza su entretenimiento haciéndole ganar enteros con las escuchas como le sucede a la afortunada Rise Without Chains, muy adictiva y con unas guitarras tremendas.
King Robot, uno de los mejores temas del disco, navega con determinación entre los muros de Jericó, los Keepers, las burbujas rosas (¡ese riff en las estrofas!) y el maestro de los anillos y da en la diana por completo tanto en composición y ejecución al igual que sucede con Down In The Dump y el extenso single, de sobra conocido por todos y llamado Skyfall que abarca todo lo que esperábamos, a priori, por la embriaguez del recuerdo y del deseo, pese a que resulten poco arriesgados y predecibles en ocasiones.
Angels, con momentos más ensombrecidos y barrocos, otorgando mayor personalidad a lo que de por sí sería un tema ya manoseado sobremanera por imitadores vanos y ciertas discográficas sin repudios a la industrialización de las emociones, acaba llamando la atención sin acabar de despegar sus alas por completo.
Evidentemente el trabajo del trio de hachas de las seis cuerdas transita un periplo que para ellos no es tabú y ejercitan entre riffs ya patentados por ellos mismos y aportaciones novedosas individuales, un hiper dotado músculo de energía que se desboca en sus interpretaciones solistas como de otra forma no podía ser. MARKUS por su parte se mantiene como figura perenne con su reconocible y necesaria forma de tocar lo que le facilita a Daniel su labor a la batería para que todo quede bien compactado.
Quizás no sea la panacea que se le podría exigir a semejante elenco de leyendas, quizás ni siquiera se acerque al retorno de los anillos y las llaves que mucha gente aguardaba, pero sí es sin duda un primer paso firme para recuperar el reinado del Heavy/Power del que han sido pioneros, maestros, defensores y amplificadores durante más años de los que nos gustaría tener individualmente. Quedo a la espera de más, pero me sacio con lo que al final es una buena obra a la que sus imitadores, que se cuentan por centenares, no podrán llegar a soñar alcanzar nunca.
3º JOSÉ LUIS GUTIÉRREZ 3ZKS!
Posiblemente uno de los lanzamientos más esperados del año…sino el que más. Helloween es una banda consagrada y con una legión de fieles seguidores detrás, siempre a la expectativa, y eso puede tener sus puntos fuertes, pero también puede sacar a colación las más crudas debilidades.
Tenía bien presente que no podía esperar que Helloween pudiera sacar una obra a la altura de los primeros Keeper Of The Seven Keys (un álbum que recordad se sacó en 2 partes distintas en su momento, aunque la banda pretendiera en su momento sacarlo como doble; pero NOISE Records no estuvo por la labor, seguramente porque veía asomar la gallina de los huevos de oro y, está claro, era mejor beneficiarse por partida doble…
De Helloween debo considerar 5 etapas bien significativas:
La primera etapa con Kai Hansen a las voces/ La segunda etapa con Michael Kiske en los primeros 2 Keepers de los 80´s/ La tercera etapa con Michael Kiske en los 90´s/La etapa con Andi Deris y la actual de las calabazas reunidas “Pumpkins United”. Podría añadir y quitar más miembros del grupo, pero sólo quería poner un encabezado claro para que la diferenciación fuera más precisa por cada etapa
En el caso del álbum que nos ocupa hay 2 etapas que se nos han quedado fuera. La primera etapa con Kai Hansen a las voces que siempre me pareció una auténtica lección suprema y sublime de speed metal (tanto en su EP homónimo como en su primer álbum editado llamado Walls of Jericho). La segunda etapa que también se ha obviado por completo es la más experimental de la banda que se inició con ese “Pink Bubbles Go Ape” (ya sólo el título era un experimento) y que se llevó a la más elevada exageración en el álbum “Chameleon”. ¿Consecuencias? Pues están bien claras… Michael Kiske creo que hace mucho tiempo que ha cambiado su chip compositivo (de hecho, ya se pudo percibir ese cambio en los 2 álbumes mencionados anteriormente y en lo que vino a continuación, tras su despido de Helloween, en los álbumes que este publicó en solitario y lo que publicó con bandas como Place Vendome o Unisonic)
Helloween, con su reunión en esta quinta etapa y con fuerzas y energías renovadas, ha centrado sus composiciones en las etapas más exitosas de la banda con el Sr. Kiske y Hansen (la 2ª) y la más que meritoria etapa con el Sr. Deris/Weikath (la 4ª) que, aunque en ocasiones haya tenido algún altibajo, he de reconocer está a un muy elevado nivel.
No he querido sacar conclusiones en una primera escucha. Estos álbumes, en general, hay que madurarlos, no son de vuelta y vuelta y digerir como una hamburguesa de la que siempre esperas lo mismo…una gran satisfacción a corto plazo para después arrepentirte de habértela comido. Sacar una conclusión en frio, y más con este álbum, puede dar lugar a terribles errores de base.
Empieza el álbum con “Out For The Glory”. Obviamente estos son los Helloween ochenteros que todos los fans esperábamos. Hasta la primera melodía de guitarra, tras la introducción de sintetizadores con estilo coral, ya me está transportando a ese “March Of Time” de la 2ª parte del Keeper. Vaya performance del Sr. Kiske…se sale; empieza en un rango vocal y luego te transporta a otro más alto y, piensas, es imposible…y luego vuelve a subir ¿es humano? Pero ojo porque escucho al Sr. Kai Hansen apoyando en los coros en el estribillo con su voz rota…y el Sr. Andi Deris se sube al vagón también para apoyar a la causa. Estos son los nuevos Helloween… ¡Sí señor!
A nivel instrumental, encomiables, un gran tema compuesto por el Sr. Weikath y una apuesta segura para iniciar los conciertos.
Seguimos con el tema “Fear Of The Fallen” compuesto por el Sr. Andi Deris. Soy un auténtico fan de este señor. Creo que es un vocalista más versátil que el Sr. Kiske. Kiske es “la voz” y es obvio que alcanza rangos inhumanos; pero Andi es “la versatilidad” y es capaz de aportar mucha más expresividad y emoción a los temas que interpreta; hasta tal punto de permitirse el lujo de adaptar su registro a lo que más le conviene a cada composición. Como valor añadido, ya lo demostró en PINK CREAM 69, es un excelente compositor y como en su día expresó Kiss en su álbum “Lick It Up”: He “fits like a glove”. Ha sido pieza clave en esta 4ª etapa de Helloween. Deliciosa introducción acústica que deriva en una batalla de guitarras rítmicas como si de una batalla espacial se tratara. El Star wars particular de Helloween. Las voces de Andi y Michael perfectamente compensadas. La simbiosis entre ambos vocalistas es enorme. Aquí hay sinergia… ¡2 + 2 ya no son 4! Tema puro y duro de la era Deris. Melódico y muy Power.
Seguimos este trepidante escucha con el tema “Best Time”… Guauuuu qué recuerdos a ese “I Want Out” de la segunda parte de “The Keeper” con esa línea de bajo y batería danzando al compás de la voz de Michael. Me extraña que no saliera como single dado que la melodía se te engancha como una sanguijuela chupando tu sangre. De nuevo debo insistir en lo bien que se complementan las voces de ambos. Kai Hansen también se escucha dando respuestas a Michael Kiske en el estribillo. Es un gran tema. Melódico y con esas guitarras características de la banda teutona. Auténtico Helloween ochentero. El de la época más dorada de la banda. Tema compuesto por el guitarrista Sasha Gerstner y Andi Deris.
“Mass Pollution” empieza con una guitarra con un acople como si se tratara de un directo y tras unirse una nueva guitarra, entra un bajo con un efecto overdrive que pasa de inmediato, tras unos redobles de tambor, a un tema muy Heavy muy en onda Judas Priest. El estribillo es muy pero que muy resolutivo y muy Helloween claro está. Andi Deris sigue “on fire” y de nuevo deja su sello tanto en la composición como en la ejecución vocal. Me encanta esa batalla de solos de estos 3 fenomenales guitarristas. Grandísimo tema para corear con el público en directo
“Angels” se ahonda en la complejidad y elegancia de esos temas de la 2ª parte de The Keeper como “You Always Walk Alone” o “We Got The Right”. Con unos maravillosos teclados atmosféricos e interpretaciones pausadas con sonido de piano y unas guitarras muy melódicas en la mitad del tema. El tema tiene aires progresivos con un maravilloso cambio de tono al iniciar el estribillo y un final speed realmente glorioso. Es un tema para degustar como un buen sibarita del jamón ibérico (que me perdonen los veganos). La base rítmica es poderosa y contundente. El tema cabalga como buen Rocinante en un campo repleto de molinos de grandes armonías. El Sr. Sasha Gerstner demuestra lo mucho que sigue aportando a esta banda. Son de esos temas que no te puedes quitar de la cabeza tras varias escuchas. Es Helloween a un altísimo nivel.
“Rise Without Chains” es otro tema en onda speed que me transporta a esa emocionante vuelta al sonido de Helloween en el “Master Of The Rings” pero con ese guiño al sonido añejo de la época más exitosa de la banda en los 80´s. Andi Deris y Michael Kiske de nuevo conforman un dúo vocal excelente. Esta es la quinta etapa de esta banda sin lugar a duda. Un paso adelante
“Indestructible” es uno de los temas que podría complementar cualquier álbum de la Avantasia de Tobias Sammet o Unisonic. Tiene un aire distinto al resto del álbum sin reflejar una tendencia clara por lo que respeta a las distintas épocas de la banda. Tema compuesto por el bajista Markus Grosskopf. Me parece un gran tema. Tiene un inicio con un riff heavy muy a la Judas Priest (los veo muy presentes en este álbum) con un puente marca de la casa que enlaza con un estribillo en forma de himno (esta gente es indestructible) muy melódico. Me agradan esas 3 voces en el tema. Las calabazas unidas jamás serán vencidas…
“Robot King” ¿Recordáis temas como “Mission Motherland” dónde el Sr. Weikath se explayaba a gusto sin poner el cronómetro y nos ofrecía una extensa lección de Power Metal progresivo? Pues aquí diría que como mínimo han igualado el listón. Si bien en “Mission Motherland” se adentraron más en el sonido de Dream Theater y se permitieron una variación angelical con regusto a ese primer álbum Gamma Ray con Ralf Scheppers; en este “Robot King”, que parece viene a dominar el mundo, encuentro un sinfín de influencias que me han dejado con la boca abierta. Inicio Frenético muy speed con un puente con las voces al máximo (hablo de agudos por supuesto) y un maravilloso estribillo a doble bombo muy melódico para desembocar en ese increíble “Robot King”. ¿Pero qué más podemos pedir? Batallas de solo de guitarra con sabor clásico (que gusto tienen estos chicos) y un bajo galopante que ralentiza el tema y deriva en himno con coros a la Queen, por lo majestuoso de los mismos, (a apreciar al final del tema). Ese “Robot King” se vuelve a colar con un Kiske impresionante, directo y conciso muy a la Judas Priest, y ese final con esos coros fantasmales a lo King Diamond que ni en mis mejores sueños podía llegar a imaginarme. A mi entender es una de las grandes sorpresas del álbum. Creo que es un tema que posee absolutamente todos los ingredientes para todo el buen seguidor de Helloween. Eso sí, sigue llevando ese sello característico de la etapa Deris. Que impresionante desempeño vocal en todo el tema y que excelentes intercambios de guitarra. Es un tema que no deja margen para tomarse un respiro. Para mi una auténtica bofetada en la cara. Y demuestra que Weikath es un maestro y pieza esencial en esta banda
“Cyanide” quizás uno de los temas que pueda pasar más desapercibido del álbum. No es para nada un mal tema. Tema muy heavy metal sin muchas más pretensiones. Eso sí tiene ese sello Deris característico y su interpretación es fantástica.
“Down In The Bumps” contiene una breve introducción con toques orientales que nos transporta, en un breve impás, a unas guitarras que van increscendo poco a poco (en intensidad no en volumen) con teclados de fondo acompañándonos hacia un impresionante riff que te deja sin aliento. Es un inicio loco para headbangers. Vaya guitarrazos. Como fluyen esas guitarras rítmicas y como juegan con esos cambios de tempo… Y cuando crees que es un tema dónde parece que Deris debe tomar las riendas del asunto, entra el Sr. Michael Kiske ofreciéndonos una visión absolutamente diferente del mismo. Tiene cosas de antes y cosas de ahora; te vienen recuerdos de antaño y otros más cercanos, pero, lo mejor de todo, es que tienes la sensación de que estás escuchando algo diferente. Weikath de nuevo dejando su sello.
“Orbit-Skyfall”, me he permitido el lujo de enlazar los 2 últimos temas al tratarse Orbit de una pequeña introducción. Estimados lectores de ROCK ANGELS, si hay que esperar al final para escuchar la labor del Sr. Hansen pues se espera. Está bien claro, aunque saliera este tema como primer single, en el álbum han dejado lo mejor para el final. Epopeya espacial que se marca este increíble músico con los Helloween más épicos, pero con influencias de otras bandas de carácter más sinfónico en la segunda mitad del tema. Interludio a lo David Bowie a partir del minuto 4 (¿será un homenaje a ese Starman que nos dejó hace 5 años? Quien sabe. Me suena muchísimo a Gamma Ray de sus dos primeros álbumes. Hay más de un tema que me viene en mente. Se me hace corto. Muy corto el tema. No quiero extenderme en comentarios para este Skyfall. Creo que simplemente hay que escucharlo de principio a fin y dejarse llevar y que cada nota se vaya colando en tu alma (no importa si más sosegada o más precipitadamente…sólo dejarse llevar) Lo que menos me gusta es ese “fade out” para finalizar el tema… ¿será porque seguramente estaba deseando más?… No lo dudéis… Helloween ha tomado un nuevo rumbo y esta es sólo la primera parada. ¡Pumpkins United!
2º SAMU BODOM:
“…han sabido vender muy bien el disco, con una reunión antológica, pero que no alcanza ni de lejos la brillantez, originalidad y sorpresa de los “keepers” o de la primera trilogía con Deris y Uli. Es más, no existe ninguna canción que vayamos a tener entre los clásicos, y apurando, ni entre los 50 mejores temas de la banda. Puede haber discos que gusten menos entre sus seguidores, pero lo cierto es que aquí no hay ninguna “Mankind” o una “Giants” para llevarnos al éxtasis.”
INTRODUCCIÓN:
Hacía 26 años que Helloween no tenía a Michael Kiske entre sus filas, y 30 desde que Kai Hansen abandonó el barco que él mismo formó. Muchos fans de la banda esperaban ansiosos, todos estos años, una reunión que volviera a juntar a todos los Helloween clásicos en sus filas (sin Ingo, evidentemente), y mientras sus oídos recelosos no les permitían disfrutar de unos primeros discos con Andi Deris que son igual o mejores que los de los 80′. Nunca se ha sabido administrar el cariño por Kiske y Hansen con una objetividad por lo que Deris, Grapow y Kusch aportaban a los teutones. Una pena, pero entre tanta añoranza y ver que Kiske volvía a interesarse por esta música con sus colaboraciones en Avantasia, Place Vendome o Unisonic… estaba “cantado” que la reunión era cuestión de tiempo.
Pero pongamos los puntos sobre las íes, ninguno de los componentes a día de hoy está al nivel compositivo de antaño. Helloween está lejos de hacer discos del nivel de sus 4 primeros con Deris, Hansen muy lejos de ofrecernos obras maestras como los 6 primeros discos de Gamma Ray (tan solo a veces algún ramalazo en Unisonic pero poco), y Michael Kiske se encuentra bastante más cómodo y canta mejor en registros como los que demuestra en Place Vendome. Teniendo esto en cuenta y que la magia de Ingo, Uli o Grapow, evidentemente no está….
¿Era necesaria la reunión? ¿Aporta algo nuevo este disco? ¿Las composiciones tienen los guiños a las épocas pasadas que mostraban con la portada? ¿Es tan bueno este “Helloween” como los medios nos han vendido?
Pues, como profundo seguidor de Helloween, mi banda preferida de siempre, tengo que decir que todas las preguntas tienen la misma respuesta: “No”.
NUDO:
Lo primero que nos llamaba la atención era que se iba a usar el sonido de la batería de Ingo y la mesa de grabación de los primeros discos con Deris. Y evidentemente, ni Dani tiene la genialidad de Ingo, ni las composiciones son igual de frescas que en su día pudieron ser las del “Better Than Raw”.
Es deber para mí, el hacerme una pregunta después de que Helloween tuviese a Ingo y Uli en su carrera: ¿Por qué Dani Löble? Ejecuta de manera correcta las canciones nuevas y viejas, es indudable, pero a la hora de la composición, la distancia de originalidad entre Dani y Uli o Ingo es de años luz. Tras 6 discos con las calabazas, ¿Existe alguna composición en la batería diferente, brillante? ¿Algo que nos remueva las tripas como el inicio de “Eagle Fly Free” o “Sole Survivor”? Ha tenido tiempo, y nada. Sascha tampoco es que sea Grapow, pero por lo menos tiene un nivel de composiciones más que aceptable, de hecho, para mí ahora mismo es el segundo mejor compositor de la banda tras Deris, así que el trabajo e implicación de los dos “nuevos” también parece diferir bastante.
Tras esto, vayamos al disco. Y es necesario afrontarlo sin nostalgia por las épocas doradas de los alemanes, sin que se magnifiquen las canciones por el simple hecho de que Kiske cante en ellas. El disco hay que afrontarlo como un disco más en su carrera para poder ser objetivos y evaluar de forma real lo que nos ofrece.
“Helloween” se inicia con “Out for the glory”, una canción típica de Weikath. Con esto se dice todo, pues el guitarrista hace años que no se separa de las canciones de doble bombo a piñón y estribillos melódicos e hiperagudos. Que para iniciarnos en el disco de reunión hay que recordarnos a los Keepers… pues se nos recuerda, pero por el simple hecho de que es Power Metal y Kiske la canta entera excepto alguna cosilla por ahí de Hansen. Pero por nada más, porque no tiene nada de esos “huevos” de antaño, lo siento, esta canción pudiera ser de Freedom Call perfectamente y nadie la pondría por las nubes. Lo dicho, Power Metal típico, muy bien ejecutado porque son Helloween pero sin aportar nada que “brille”, a excepción como siempre de Markus que hace una labor encomiable en el bajo, éste nunca falla.
Deris hace su aparición con la segunda canción del disco, que él mismo ha compuesto. “Fear of the fallen” es también muy típica de las cañeras de Deris. Comienza con un riff muy poderoso y con la voz de Deris que, personalmente, me parece que está a mejor nivel que la de Kiske. Aquí la labor en las estrofas se ha realizado con bastante más cuidado que el estribillo. Éste hace que los cantantes tengan que subir a tonos altísimos que hasta resultan excesivos (y no es lo más alto del disco, por desgracia). Posee de los mejores solos del disco, eso sí, aunque desde hace tiempo echo en falta solos más “tarareables” como los que Grapow y Weikath se repartían en los 90′. Últimamente, los solos de Helloween no atienden tanto a las melodías como antes, es un hecho.
Llega “Best Time” y a pesar de ser la más corta del disco, personalmente es la que más enganchado me tiene junto con la siguiente. Simple y concisa pero con un estribillo que es una delicia. Una canción compuesta por Gerstner y Deris que mama de canciones como “Waiting for the Thunder” o ”As Long As I Fall”. Una melodía vocal muy de pop setentero que alternan los dos vocalistas en las estrofas y un estribillo en el que Kiske está donde tiene que estar, el tono perfecto para hacer de la canción algo bonito. Será sencilla, pero esta canción funciona.
“Mass Pollution” es el otro temazo del disco para un servidor, con un riff heavy a rabiar con Deris cantando muy de mala hostia que da gusto. Un preestribillo muy a lo “Game is on” y un estribillo que es de lo mejor del redondo. Canción compuesta por Andi que se lo guisa y se lo come él solo, con la parte de los solos que es una maravilla. Si encontramos alguna canción que nos recuerde a épocas pasadas como debe recordarnos, es ésta. Impecable si la encuadramos en el resultado global.
Una de cal y otra de arena, y así como nos calzan uno de los mejores temas del disco después nos viene “Angels”, la que me resulta la más “sosa” de todas. Quizás pueda ser la más extraña y la menos “Helloween” de las 11, no llega a enganchar en ningún momento (ni siquiera en el estribillo) y tampoco parece que “quiera”. Esta vez Gerstner no ha estado muy acertado en la composición.
Menos mal que rápido se disipa esa monotonía y nos devuelven a otro buen tema en “Rise without chains”. Compuesta por Deris, esto es otra cosa. Discurre por unas melodías de guitarra muy buenas y desemboca en un estribillo entrecortado con Deris y Kiske repartiéndose el trabajo de manera genial. Aunque debo de decir, que no soy muy partidario de tantas dobles voces y tanto intercambio en las líneas vocales, a veces se me hace pesado y no me deja disfrutar de los dos vocalistas como sí pudiese hacerlo si las canciones fuesen interpretadas por uno solo de ellos. Quizás pueda ser el único que piense así, pero es la sensación que me ha dado a lo largo de todo el álbum. Además, el hecho de no poder disfrutar nada de Kai como cantante solista es otro de los handicaps que le veo a este “Helloween”.
“Indestructible” es el tema de Markus, y como buen tema del bajista es el más duro del disco. Nos ha acostumbrado a ello durante toda su carrera. También es el tema que va junto con el single de “Skyfall”. Deris se lleva las estrofas para dejar a Kiske el estribillo, también en tonos más graves que dejan apreciar mejor la voz de Michael. Los solos de guitarra muy heavies con más rapidez y el bajo acompañando de manera perfecta. Tampoco hay mucho más de lo que hablar sobre él, no resalta en exceso.
Vuelve una composición de Weikath en “Robot King”. Más de lo mismo del guitarrista, Power Metal a machete y agudos por doquier. Aquí parece que ha dicho: “a todo lo que deis los vocalistas y si no llegáis ya lo hará el autotune” porque es un despropósito de agudos sin sentido ninguno. Fatal mezclados en la canción y nada hábilmente ejecutados. Nadie se cree que esto se pueda defender en directo (menos con 7 minutos de duración), y si pensábamos que las estrofas estaban altas, pues llega el estribillo (que es doble) y hay que gritar más y más fuerte. Si ya de por sí la canción instrumentalmente no aporta absolutamente nada, esas líneas vocales que hieren la acaban de enterrar.
Y de nuevo, menos mal, otra vez nos devuelven al mejor Helloween. “Cyanide” es otro muy buen tema del disco, compuesto por Deris, ¿¡quién si no!? Cantada también completamente por él nos devuelve a los buenos tiempos. Con un aire rockero en las estrofas nos ofrece un respiro obligatorio para degustar un estribillo buenísimo. Tres minutos y medio para otra canción corta que funciona realmente bien.
A estas alturas del disco, probablemente muchos echemos en falta canciones más heterogéneas que regalen al disco otro punto de vista. Canciones como “Mr.Ego (Take me down)”, “If I Knew”, “Hey Lord”, “If I Could Fly”, “Fallen to pieces”,… Para mí, el mayor error de este “Helloween”, precisamente cuando canciones de este tiempo tan bien les ha venido en su historia.
“Down in the dumps” es otra de Weikath, y quizás sea la mejor que ha compuesto él para este disco, pero el olor en la estrofa de Kiske a “Eagle fly free” y un estribillo otra vez demasiado agudo para lo que la canción necesita, vuelve a hacer que se cometan los mismos fallos que en las anteriores.
“Orbit”, la tìpica intro que no vale para nada sino para añadir al tracklist un número más de canción. Nunca entenderé este tipo de intros que se tienen que saltar siempre. Y lo resumiré en siete palabras: “Deliberately limited preliminary prelude period in z”.
“Skyfall” cierra el disco, siendo su versión cortada el single de “Helloween” y su versión original de más de 10 minutos la que encierra el álbum. Muchísimo mejor la versión original porque si la canción es un conjunto de sentimientos, recortarla es anular muchas emociones que la crean. Es el único tema compuesto por Kai Hansen, el más puro Helloween antiguo, y sin ninguna duda el más elaborado, en el que todos parecen explayarse para el colofón final, pero… queda lejos de la calidad de otras composiciones largas de Helloween como “Halloween”, “Keeper of the seven keys” u “Ocassion Avenue”.
DESENLACE:
Desde mi parecer, el disco es un “querer volver a demostrar el nivel de antaño” y no lo consigue. Han querido ofrecernos 11 canciones cañeras pero se olvidan de otras más lentas que aportaban la variedad al conjunto que necesita un disco. Hay tonos altísimos que no aportan nada y difícilmente podrán defenderse en directo. Y la calidad de la gran mayoría de composiciones no está a la altura de las expectativas. Simplemente, es otro disco más de Helloween que lo único que tiene de novedoso es su reunión.
Desde el primer momento que se nos presentó el single de “Skyfall” se vio la muestra de que importaba más dar a conocer una composición de Hansen cantada por Kiske con el nombre de Helloween que lo que realmente es la canción en sí. Se constata esto tras ver que se desecha gran parte de la canción para sonar en radios y que la voz de Deris (que está mejor en dicha canción que Kiske) es anulada completamente. Para mí, error tanto una cosa como la otra.
El grupo, la promotora, discográfica y ciertos medios de comunicación han sabido vender muy bien el disco. Una reunión antológica pero que no alcanza ni de lejos la brillantez, originalidad y sorpresa de los “Keepers” o de la primera trilogía con Deris y Uli. Es más, no existe ninguna canción que vayamos a tener entre los clásicos, y apurando, ni entre los 50 mejores temas de la banda. Puede haber discos que gusten menos entre sus seguidores, pero lo cierto es que aquí no hay ninguna “Mankind” o una “Giants” para llevarnos al éxtasis de esos momentazos.
Personalmente, y habrá mucha gente que no esté de acuerdo conmigo (faltaría más, sobre gustos no hay nada escrito), no veo la necesidad de crear una reunión así con todos los miembros habidos y por haber. Funcionó con Iron Maiden, pero es que la lucha en la composición no estaba tan reñida (que con la vuelta de Dickinson y Smith ganó de nuevo en variedad) como en Helloween donde Weikath, Deris, Hansen, Gerstner (y en menor medida Grosskopf) se reparten ese papel. Al final, estamos escuchando 1 composición de Hansen cuando él es el que más raíces del grupo antiguo tiene. Tampoco en Maiden había que compartir apartado vocal, con lo cual, a priori no se me antoja tan duradera la reunión como la de los británicos.
Quizás Helloween pudiese haberse esforzado por intentar buscar un medio camino entre “Gambling with the devil” y “Better tan raw” (por ejemplo); quizás Hansen pudiese respirar, coger bien de aire y afrontar una calidad pareja a temas anteriores o de la época de “Power Plant” con Gamma Ray; quizás Kiske debiese de seguir con Dennis Ward mostrando su mejor faceta actual con Place Vendome…..quizás…. o quizás no, ya dudo de todo. Lástima.
1º -IÑIGO «METALSON»:
Decir que este “Helloween” es uno de los discos de Metal más esperados de los últimos años, creo que no es ninguna exageración. La tan añorada reunión de HELLOWEEN con los míticos Kiske y Hansen, que se bajaron de la Calabaza hace unos 30 años, causó un revuelo importante en la escena y su primera composición juntos, el tremendo “Pumpkins United” y la posterior gira, no hicieron más que incrementar las ganas de volver a degustar de nueva música del mítico combo alemán.
La historia de HELLOWEEN tras la salida de 2 de sus baluartes ha sido en mi opinión, muy brillante y ha estado repleta de tremendos y numerosos discos. Andi Deris se convirtió por derecho propio en una pieza fundamental, no sólo por sus interpretaciones vocales, si no por su espectacular nivel compositivo. La etapa con Roland Grapow y Uli Kusch trajo también alguno de los mejores discos de la Calabaza. Y lo cierto es que poco más se les puede pedir a Sascha y a Dani, que llevan nada menos que 19 y 16 años manteniendo el nivel de esta banda irrepetible.
¿Qué esperar de este deseado “Helloween”? Seguro que a cada fan que le preguntes, te podrá dar una respuesta distinta. Yo personalmente esperaba que fuera un gran disco de Heavy y Power Metal, dónde pudiéramos disfrutar de un trío de voces impresionante con Deris, Kiske y Hansen (que me perdone Sascha, que también canta…), de una buena ración de su mítico Happy Metal, buenas melodías, temas rápidos… No esperaba que fueran a reinventar la rueda ni que fueran a sorprenderme mucho, pues tras tantos años y tantas composiciones, creo que no es fácil. Puede que si hacen un segundo disco los 7 juntos, busquen experimentar un poco más.
Y efectivamente el disco está lleno de temas rápidos, dobles bombos galopantes, muchísimas buenas melodías, geniales solos de guitarras y muchos juegos de voces, sobre todo muchísimos tonos muy altos, muy agudos… que veremos cómo consiguen defender en directo. Como perfecto ejemplo, el inicial “Out for the Glory”, tema 100% HELLOWEEN, con la de voz de Kiske llegando dónde muchos sueñan y pocos llegan y con algún pequeño guiño de Hansen. Aunque los esperados eran Kiske y Hansen, el que brilla más creo que vuelve a ser Deris, como en el single “Fear of the Fallen”, temazo brutal que tiene una sección intermedia repleta de solos y riffs potentísimos que me ha encantado. Me cuesta creer que en directo puedan defender esos agudos altísimos en el estribillo… pero como de dijo entre risas el simpático Dani Löble en la entrevista que pude hacerle, que se apañen, que él tuvo que hacer muchísimos shows de 3h en la gira. También me dijo que habían escrito una balada, pero que les pareció que bajaba las pulsaciones demasiado y la quitaron. ¡Parece claro lo que buscaban!
Muy “sencilla” y con un fondo más rockero y melódico es “Best time”. No es de las que me emocionó al principio, pero lo cierto es que el estribillo es de los que vienen con Loctite… También con poso más rockero y sin dobles bombos, pero un trabajo muy variado en la base rítmica, se presenta “Mass polution”, dónde vuelven a brillar los solos y un estribillo que es pura carne de directo (con su “make some noise!!” incluido). “Angels” no me suena a HELLOWEEN, pero sí que parece escrita para Kiske, para que luzca voz en un tema distinto, que sube y baja, y que sin apasionar, cumple de sobra.
“Rise without Chains” sí suena a HELLOWEEN por los 4 costados, por los espectaculares duelos entre Deris y Kiske, sobre todo en un maravilloso estribillo (cuando lo intente cantar yo en directo, me va a odiar el que tenga al lado…) y ese bajo sempiterno de Markus, que está sobresaliente todo el disco. Oscura y poderosa empieza “Indestructible”, muy poco “Happy” vamos… aunque en el estribillo vuelven los tonos muy altos. Yo esta la hubiera dejado todo el tiempo así, más oscura, heavy y agresiva. Vuelve el Power Metal de escuela HELLOWEEN con “Robot King” con todos los ingredientes que os imagináis. Si esto consiguen defenderlo en directo Kiske y Deris (sin ayudas…), me quito el sombrero. Más de 7 minutos de desparrame a toda pastilla.
“Cyanide” me ha recordado al grandioso “Master of the rings”. Cortito y brillante, sin necesidad de ir a 200% todo el tiempo para brillar. No sé si brillaría en directo como otras, pero me ha gustado mucho. “Down in the Dumps” suena de nuevo muy HELLOWEEN y muy bien, rápida, dobles bombos, agudos imposibles… muy Weikath, vamos… y tras el prescindible minuto de “Orbit” (el que lo aguante, pues yo ya doy al “next”), llegamos a la joya de la corona: “Skyfall”, el gran desparrame del disco. 12 minutos llenos de la historia de HELLOWEEN, con Hansen por fin apareciendo (yo he echado de menos más presencia suya), con toda la banda al máximo y con suficiente espacio para lucirse todos. Juegos de voces por todos los lados de todos, velocidad, melodía… pura magia. ¡Aquí si coronan el disco!
Seguro que tendrá multitud de diferentes valoraciones, como todo disco mítico. Para mi cumple de sobra y lo disfrutaré mucho, espero que también en directo y no tardando mucho. La Calabaza está más viva que nunca. Kiske ha vuelto y solo deseamos que Hansen se suelte un poco más la melena. Estaremos todos esperándole con los brazos abiertos y los cuernos en alto. Happy, happy HELLOWEEN!!