El Thrash Metal goza de muy buena salud a nivel internacional y podemos decir orgullosos que la escena nacional está a un nivel increíble. Es una pasada que nuestros albaceteños más queridos, ANGELUS APATRIDA, hayan conseguido ser Nº1 de ventas con su último disco y ya les llamen hasta de programas de TV como La Resistencia. Pero ojo, que los catalanes CRISIX también juegan en otra liga, con innumerables giras internacionales y con un absoluto reconocimiento por parte de los medios, los fans y el resto de bandas del estilo.
Aún con todo esto, nuestro Thrash Metal no acaba ni mucho menos en estas dos bandazas. Por detrás vienen un buen número de grupos que tienen una calidad incuestionable y muchísimas ganas de comerse el mundo. Las bandas que más he podido escuchar (que me perdonen las demás) serían INJECTOR, RANCOR, TRALLERY, HOLYCIDE, OMISSION… y la banda que nos atañe, los soriano-burgaleses, GRAVE NOISE.
Tras una primera demo en 2015, editaron su primer disco “From the cradle to the grave” en 2018, que fue un muy buen primer golpe en la mandíbula y les ayudó a girar mucho y hasta participar en la Semifinal Norte del Wacken Metal Battle Spain. Para este segundo larga duración, “Roots of damnation”, se han rodeado de lo mejor, para así dar lo mejor de sí mismos. La producción ha corrido a cargo del gran Alberto Marín (HAMLET, ANKHARA…) junto con la banda, la mezcla y masterización, a cargo de Alex Cappa y la acojonante portada es de Juanjo Castellano, uno de los mejores ilustradores de metal extremo del mundo. Este segundo lanzamiento de la banda viene de la mano de Art Gates Records y Laballo Comunicación. ¡Apuestas seguras!
Y al final todo esto se nota… Todo en el disco rezuma profesionalidad y buen hacer. Y las canciones, que al final son lo importante, han dado un salto enorme en cuanto a sonido, profundidad… dentro de su personal estilo a medio caballo entre el Thrash y el Groove Metal. Cuando sus influencias son bandas como PANTERA, SEPULTURA, MACHINE HEAD, GOJIRA, LAMB OF GOD… uno se puede hacer una idea de a qué va a sonar esto.
El disco golpea fuerte, no da descanso, aunque meten sus detallitos en cada tema. “Rotten System” tiene unos guapos dibujos de guitarra, yendo de la mano con unos ritmos rompecuellos. En “Terror”, es Fer quien se gusta en la batería, dándole (mucha) cera y brillo a la vez, llevando a toda la banda a un ritmo infernal que augura dolor de cuello al día siguiente de un concierto. Otros temas como “Disorder”, me recuerdan a los ANGELUS, con un buen trabajo en las voces y la banda sonando como una puta bola de demolición. También en “In God we thrash” con su inicio rápido de batería, y sus riffs cortantes y afilados. Curioso juego de palabras en el estribillo (¿Creemos en Dios?, ¿le lanzamos a la basura? o ¿simplemente thraseamos con él?). Perfecta para unos buenos mosh-pit en directo…
En otros cortes, el tratamiento de las voces nos mete más de lleno en el sonido de muchas bandas más modernas. Escucha los estribillos de “Broken land” o “The Ghost Plague”, más alejados del Thrash Metal y mucho más cerca de bandas como GOJIRA. O hasta la dinámica “Fuckcism”, con su parada en el medio para deleitarnos con unos solos más melódicos. Como algo más melódica y con guiños al Metal más clásico es “No one higher”, que contrasta con la caña sin freno de “Mass Hysteria” y sus estribillos casi guturales.
Cierra el disco una brutal “Perpetual Anxiety”, que puede sonar en las estrofas a unos BONDED, poderosos, apabullantes, pero que tiene un estribillo más melódico y alejado de estas tesituras, así como unos coros muy distintos al resto del disco (incluyendo unas chulas voces femeninas).
El Thrash Metal no acaba con los ya acomodados “Big 4”, ni con la visceralidad alemana de los KREATOR, DESTRUCTION… Tenemos en España un montón de bandas espectaculares, como estos GRAVE NOISE, que nos lo demuestran día a día, disco a disco, concierto a concierto. Coño… ¡si hasta Jonatán y Quimi han resucitado a los míticos LEGIÓN!
Preparen los cuellos. No hacen enemigos…
Palabra de Metalson
Iker Sanz: voces y guitarra
Edu Sanz: guitarra
Fer Mediavilla: batería
Toño Sánchez: bajo