DGM – Tragic Separation (2020) Review

Prólogo:

Parece que fue ayer, y en realidad han pasado 4 años nada menos, que sentado en esta misma silla, aunque en otro ordenador bastante más vetusto, estaba yo escribiendo la crítica del anterior trabajo de DGM; los reyes indiscutibles del Metal Progresivo italiano.
Aquel disco de 2016, titulado The Passage, recibió excelentes valoraciones de la crítica especializada.
Si os apetece leer la review que modestamente hice de aquel trabajo, podéis leerla aquí.

En el pasado DGM ha padecido continuos cambios en su formación, hasta el punto que ningún miembro fundador permanece ya en en la banda desde hace bastantes años. Sin embargo, desde la entrada del sobresaliente vocalista Marco Basile en 2007, la formación se ha mantenido estable. Así, afianzado el quinteto, y cimentado sobre todo en el talento vocal de Basile y en el indiscutible liderazgo del guitarrista, principal compositor y productor, Simone Mularoni, es en los últimos años cuando DGM han dado el salto de calidad necesario para conseguir fama internacional gracias a unos cuantos discos seguidos de excelente factura.

El Concepto:
Su nuevo trabajo, Tragic Separation, es un disco conceptual, pero en un sentido un poco abstracto. No tenemos a un protagonista con nombre y apellidos al que seguir en una historia en la aparecen diferentes personajes que interactúan. Más bien aquí el protagonista podríamos ser nosotros mismos, y el planteamiento gira en torno a las consecuencias que tienen nuestros actos y las decisiones trascendentales que tomamos en determinados momentos de nuestra vida, afrontando el resultado de estas sin la posibilidad de dar marcha atrás.

Las Canciones:
Repasar los mejores temas del disco no es tarea fácil, pues muchos de ellos se asemejan mucho entre sí, demasiado quizás, y es que esa es la única pega que le encuentro a este trabajo. Todas las canciones atesoran calidad de sobras y la interpretación durante todo el disco de los mencionados Basile, a las voces, y Mularoni, a las guitarras, es sobresaliente, pero es cierto que casi todos los temas siguen casi exáctamente el mismo patrón: riff de guitarra principal rebosante de garra y técnica, seguido de fragmentos y estribillos más melódicos donde Basile brilla sobremanera. Luego, una parte instrumental, más o menos larga, pero siempre ejecutada de manera magistral, para que “Il Capo” Mularoni nos deje ojipláticos con su dominio de las seis cuerdas, para acabar finiquitando la canción volviendo al estribillo.

El disco se inicia con Flesh And Blood; un auténtico pepinazo en el que se disimulan poco o nada las influencias de la banda, y es que suena a Symphony X en casi todo. Ya en los dos discos anteriores habíamos tenido la participación como artistas invitados tanto de Michael Romeo como de Sir Russel Allen, así que a nadie puede extrañar la ascendiente que los de New Jersey tienen sobre la música del quinteto italiano.

Más melódica es Surrender; un single en potencia con un estribillo y unos coros que serían la envidia de cualquier grupo de AOR del momento, lo cual dice mucho de la versatilidad de estos chicos y bastante poco de un género que por desgracia agoniza desde hace lustros.

Seguimos. Tanto Tragic Separation, que se inicia con lo que yo interpreto como un homenaje a Kansas (la banda, por supuesto), como Stranded, son dos canciones sobresalientes, complejas pero a la vez fáciles de asimilar, con arreglos vocales cuidados hasta el más mínimo detalle, y un trabajo de guitarras exquisito a todos los niveles.

Silence, que por la mayor presencia de teclados me recuerda a los últimos discos de Pyramaze, es otro tema que destaca con luz propia. 

La penúltima Turn Back Time es otro trallazo descomunal, esta vez con un estribillo más directo, que muy poquito tiene que envidiar a la inicial Flesh And Blood.

Finalmente, Curtain es el breve epílogo instrumental que, como su nombre indica, pone el broche final al disco y, con un tictac de reloj, al tiempo en vida de nuestro protagonista.

Resumiendo:
Estamos ante un disco de Metal Progresivo de primer nivel; para lo bueno, y quizás también para lo malo, la banda ofrece exactamente lo que cabía esperar de ellos si es que has escuchado sus dos anteriores trabajos.

Así, si os gustan Symphony X y los trabajos de bandas europeas como Evergrey o Pyramaze, DGM es un grupo que no os podéis perder.

Canciones elaboradas y mimadas hasta el más nimio detalle, pero sin caer nunca en la autocomplacencia; un cantante carismático y expresivo, más de lo habitual en el género; y un guitarrista superlativo, que sabe exprimir su Telecaster con técnica, garra y sentido de la melodía a partes iguales, son los puntos fuertes de Tragic Separation.

La sección rítmica no desmerece para nada, aunque el bajo de Andrea Arcangeli ha quedado un poco sepultado en la mezcla final del disco, cosa que no entiendo y que no pasaba en anteriores trabajos.
Los teclados de Emanuele Casali cumplen perfectamente, con florituras cuando corresponde, pero sobretodo dando cuerpo a los temas de manera elegante e inteligente. 

El único “pero” que se me ocurre es que, como mencioné ya antes, quizás el disco pueda resultar algo uniforme si no se profundiza en él lo suficiente.
Pero hacedme caso: no seáis mentecatos e insistid, que aquí hay mucha tela que cortar. Mi consejo es que Tragic Separation debe pasar a formar parte de vuestra colección inmediatamente.

A la venta desde el pasado viernes 9 de octubre en formato CD y doble vinilo.


NOTA: 8/10

 

Alberto Lozano
https://www.facebook.com/alberto.lozano.750

 

 

Tracklist:

01- Flesh And Blood
02- Surrender
03- Fate
04- Hope
05- Tragic Separation
06- Stranded
07- Land Of Sorrow
08- Silence
09- Turn Back Time
10- Curtain

Line Up:

Simone Mularoni – guitarras
Marco Basile – voz
Andrea Arcangeli – bajo
Fabio Constantino – batería
Emanuele Casali – teclados