Cuando lees en los grandes medios de comunicación del género cosas como “la nueva sensación”, nunca sabes si realmente lo que hay detrás son méritos musicales, o bien una campaña de promoción. Pero si dos de las personas con más criterio musical que conozco me mencionan el mismo disco en cuestión de días, es que ese disco HAY que oírlo. Y vaya disco…
Este homónimo “Blacktop Mojo” podríamos pensar que es el primer disco de estos tejanos, pero no, nos encontramos ante su cuarto trabajo, aunque según he leído por ahí es de largo su mejor colección de canciones. La banda la formaron el vocalista Matt James y el batería Nathan Gillis in 2012, con lo que no han parado casi ni un minuto y son para muchos una de las mejores bandas de rock independientes, que hay en América ahora mismo, junto con los tremendos DIRTY HONEY.
¿A qué suenan estos BLACKTOP MOJO? Aquí no hay hard-rock festivo como el que hacían muchas bandas en los 80… ni hay la suciedad del sleaze-rock o el punk-rock… ni la elegancia de unos THUNDER… Aquí hay rock sudoroso, con guitarras altas y cargadas y reminiscencias a algunas bandas del grunge (las más cercanas al hard-rock). Pero también hay muchos momentos melódicos, intensos, medios tiempos con raíces más en el blues y con unas letras tristes quizás provenientes de esta etapa tan rara de nuestra vida. Quizás la banda a la que más me recuerdan, sea a los increíbles BLACK STONE CHERRY.
“Wicked Woman” inicia con rabia y maldad, y sobre todo con unos riffs contundentes y rockeros por parte de los guitarras Ryan Kiefer y Chuck Wepfer, además de la potente voz de Matt, sobresaliente en el estribillo, por no hablar de unos solos aplastantes. Cartas arriba para empezar la partida, porque te sabes ganador. Perfecto como single y obligatorio ver el vídeo que sacaron, con la “malvada mujer” de rojo haciendo de la suyas mientras Matt destripa un “Mother In The Sky / Take This Sacrifice / I Want To Live Forever”. En “Bed Tundy”, siguen con la línea rockera, cañera y maléfica (entiendo que la canción habla del asesino en serie Ted Bundy, que mató al menos a 36 personas en los 70). El tema tiene otro gran solo y buen trabajo al bajo por parte de Matt Curtis, durante la parte central del tema, que engancha con las voces, serpenteando hasta desembocar en el efectivo estribillo. Los 2 pelotazos más rockeros, nada más empezar, sin tiempo para prepararnos.
“Latex” rebaja las pulsaciones, que no la intensidad, en un gran medio tiempo amargo, que sube y baja mientras desnuda el alma del que lo canta reconociendo lo difícil que es cambiar por dentro, a pesar de las máscaras que nos ponemos por fuera. “Rewind”, también tiene un regusto amargo, el de los tiempos cuando nos iba mejor, pero camuflado en un rock del Siglo XXI, con mucha melodía y ciertas reminiscencias a los primeros NICKELBACK. Mismo patrón que en “Jelousy”, otro medio tiempo que trata de la tristeza y amargura de los celos y cómo te carcomen por dentro. De nuevo interpretación muy intensa de Matt y buen trabajo de guitarras. Trío de temas “Café de Colombia”, intensos y de delicioso aroma amargo.
Muy inspirada es “Make believe”, que en sus poco más de 70 seg, nos deja una especie de triste poesía y un solo de guitarra española de inspiración flamenca. Punto y seguido para seguir con los medios tiempos, tristes, intensos, aunque en el caso de “Darlin I Won’t Tell”, con un punto de superación y con unas capas de teclados que le dan emotividad necesaria. Por fin suben la intensidad con la buenísima “Do It For The Money”, con un riff más contundente y sinuoso, unos coros femeninos que dan mucho color y un tema que rezuma BLACK STONE CHERRY por los cuatro costados, lo cuál es un caballo ganador para mí. Buenos riffs, buen estribillo, buenos solos… ROCK.
“Hold Me Down” tiene matices blues y country, pero no deja de ser un muy buen corte de rock melódico, de los que da buen rollo a nivel musical, aunque la letra siga con su poso melancólico, quizás basada en algún amor que la banda haya conocido en la carretera y haya tenido que terminar antes de lo deseado. “Cough”, tiene un aire denso muy de los 90, recordado las melodías vocales del estribillo a grupos como ALICE IN CHAINS o STONE TEMPLE PILOTS. Las camisas de cuadros nunca se fueron del todo en algunas partes de USA. Y qué decir de “Stratus Melancholia”, aquí sí que suenan a mis queridos ALICE IN CHAINS, con esa cadencia, esa pesadez en los riffs, que casan perfectamente con un estribillo un pelín más melódico, cantado de maravilla por Matt. ¡Vaya joyaza!
Aunque para joya, “Tail Lights”, mi favorita del disco. Una maravillosa balada blues, de las que me gustan a mí, con poco azúcar y con mucha carga emocional, súper intensa y con unos teclados que elevan el tema y sobre todo el dolorido estribillo, tan manido como efectivo (“I hate to be alone / baby please don’t go, go, go…”). De las canciones que más me han gustado en los últimos meses.
Este “Blacktop Mojo” es un disco variado, que suena emocionante y que ha entrado por derecho propio en mi lista de los imprescindibles de este 2021. Ahonda más en los medios tiempos intensos, que en los pelotazos rockeros, pero eso no le resta ni un ápice de interés, porque por encima de todo, están las canciones. Y vaya canciones hay aquí…
Palabra de Metalson.