Eliran Kantor es un artista e ilustrador israelí afincado en Berlín que a lo largo de los años se ha labrado una altísima reputación. A pesar de sus 36 años, ya posee una amplia experiencia en su arte dentro del mundo del Metal (destacando con más numerosas autorías en el Metal Extremo). Es artífice de portadas de grupos como Testament, My Dying Bride, Soulfly, Bloodbath, Thy Art Is Murder, Hate Eternal, Heaven Shall Burn, Fleshgod Apocalypse, Sodom, Hatebreed, Tristania, Incantation, Havok, Iced Earth, Crowbar, Krisiun, Kataklysm, Mors Principium Est, Despised Icon, Archspire o Malevolence entre otros muchos. Y ahora Helloween, una banda diferente musicalmente a las anteriores, va a engalanar su nuevo disco con esta obra de arte.
Desconozco de quién fue la idea de contactar con Eliran…, si fue de la discográfica Nuclear Blast quien tiene en sus filas a numerosos grupos de los que he citado anteriormente, o si tiramos de ese “hilo de Ariadna” quizás nos lleve hasta Kai Hansen pues sabemos que posee amistad con varios miembros de Heaven Shall Burn, con los que ha trabajado en su disco en solitario “XXX – Three decades in Metal”. No obstante, lo mismo da, el caso es que Eliran se ha hecho cargo de uno de los discos más esperados (me atrevería a aventurar: en décadas) por la comunidad metalera.
De tod@s es conocido que el mundo del Rock y el Metal ha puesto siempre mucho hincapié en dotar de su música un buen arte en la portada. Se sabe, por ejemplo, el trabajo de Andreas Marschall autor de numerosísimas portadas de grupos como Blind Guardian, In Flames, Running Wild, Obituary, Kreator, Grave Digger,… o de Derek Riggs y sus obras con Iron Maiden, Gamma Ray o Stratovarius. También me viene a la mente artistas con obras más contemporáneas como Niklas Sundin (Dark Tranquillity, Callenish Circle, In Flames o Sentenced), John Dyer Baizley (Baroness, Kylesa, Kvelertak,…) o Luis Royo (Avalanch, Sky Lark, Graveworm, Ten, etc.).
¿Qué tienen en común dichos artistas mencionados? Sus estilos únicos y fácilmente reconocibles dentro de nuestro mundo musical.
Eliran Kantor es un seguidor del Metal y entre sus bandas favoritas ha mencionado a King Diamond/Mercyful Fate, Voivod, Nevermore, Megadeth, Pink Floyd, Black Sabbath, Metallica, Iron Maiden, Judas Priest, Pantera, Arcturus, Emperor, Sepultura, The Gathering, Candlemass, Devin Townsend,… Así pues no es de extrañar la colaboración con artistas musicales de los que él es fan, y esto se traduce en una visión colectiva y en conjunto, en el que la música y la portada conforman un único ser.
Las técnicas que utiliza son dispares, nos encontramos en su carrera ante obras creadas con barro, a lápiz, a óleo o incluso fotografías, demostrando su capacidad para adaptarse y su fantástica innovación.
Centrémonos ahora en la portada del nuevo disco de Helloween, y analicémosla desde una visión más artística:
Lo primero hay que saber de dónde venimos, y la banda germana con una larga carrera discográfica ha colaborado con numerosos artistas: Edda and Uwe Karczewski (Walls Of Jericho, Keeper Of The Seven Keys I & II), Storm Thorgerson and Colin Chambers (Pink Bubles Go Ape), Michael Kiske (Chameleon), Frederick Moulaert (Master of The Rings, The Time Of The Oath), Rainer Laws (Better Than Raw), Chiliclips Tenerife (The Dark Ride), Schmit Design (Rabbit Don´t Come Easy), y en sus últimos años con Martin Hausler (Keeper Of The Seven Keys-The Legacy, Gambling With The Devil, 7 Sinners, Straight Out Of Hell, My God – Given Right).
¿Por qué un cambio tan radical ahora en el arte de la portada? Pues, analizando la situación, pienso que corresponde al cambio en la formación y a la nueva era en la que Helloween está inmersa. Que Kiske y Hansen se vuelvan a unir a la calabaza junto a todos los miembros actuales formando un grupo de 7 personas (Andi Deris, Michael Kiske, Michael Weikath, Kai Hansen, Sascha Gerstner, Markus Grosskopf y Dani Löble) bien merece un cambio en todos los ámbitos del disco para marcar esta nueva etapa.
Irene Vallejo habla en su libro “El Infinito en un junco” de lo importante que es elegir un título con capacidad de significado propio para atraer al lector. Algo así es el valor que los músicos conceden a la elaboración de la portada de sus discos. La estética de las carátulas debe ir en consonancia con la música que representa y por ello identificarse con el gusto del público al que va dirigida, de ahí que dicha composición y sobre todo combinación se conviertan en una tarea difícil.
Helloween ha decidido resolver este dilema dándole la portada de su nuevo disco a Eliran Kantor, con un resultado cuanto menos impactante ya que la plástica utilizada nos hace encontrarnos con grandes referencias tanto temáticas como estéticas de la historia de la banda y del arte más clásico.
Lo primero que nos llama la atención es que en la portada no aparecen calabazas, la cuales copaban sus últimos discos. La figura protagonista vuelve a ser ese guardián de las siete llaves que ya apareció en los “Keepers I, II & III” y “The Time Of The Oath”.
En una escena marcada con un aspecto claramente tétrico, nos traslada a un ambiente gótico con un marcado simbolismo centrado en el recurrente tema del juicio final, de la lucha entre el bien y el mal, y su mensaje moralizante. No escatima en elementos con un carácter claramente narrativo, tanto de la historia del guardián de las 7 llaves (la figura demoniaca que quiere hacerse con las siete llaves y el guardián con el rostro de siete estrellas) como de la del Apocalipsis (los ángeles y los demonios).
Si alguien desconoce la historia de este guardián, debemos de recordar que es el ser que se encarga de custodiar las siete llaves que encierran los siete mares (el mar del odio, del miedo, de la insensatez, el de la avaricia, de la ignorancia, de la enfermedad…). En dicha historia, un oráculo antes de quedarse ciego le previno de sus visiones: “Ten las llaves a buen recaudo, escóndelas de demonios y rescata a la humanidad, o el mundo en el que vivimos sucumbirá antes las fuerzas de Lucifer.”
Merece la pena fijarse en que el demonio está agarrando la vestidura del guardián y alzando la mano para intentar alcanzar las llaves o, más cerca, la bola visionaria que ya encontramos en la portada del “Keeper I” cuyo interior albergaba las llaves que le entregó el oráculo. Es también como si se nos presentaran, ahora, los seres de los que en el “Keeper II” sólo podíamos ver sus manos. De hecho, el demonio tiene el mismo tono verdoso de piel que las manos demoniacas del mítico disco, y la túnica del guardián esos tonos fucsias. Claramente, Helloween nos avisa que hay cierto retorno a aquella época.
¿Pero solo nos presentan detalles de los discos de finales de los 80? NO. Vamos a fijarnos en tres motivos que hacen referencia a, para mí, los dos mejores discos de la etapa con Deris: “Master Of The Rings” y “The Time Of The Oath”.
Lo primero el arcángel Gabriel que lleva la trompeta que anuncia el día del Juicio Final, el Apocalipsis, es una clara referencia a “The Time Of The Oath” así como la figura del guardián que también salía en dicho disco. ¿Y qué lleva el arcángel en su mano derecha? Efectivamente, los anillos que ya vimos en la portada de “Master of The Rings”.
De tal manera, Helloween y Eliran Kantor nos presentan una portada que mezcla las dos etapas de Helloween, marcadas especialmente por los cambios vocales, y que se unen ahora en una sola. Además, no mezcla motivos de discos cualquiera en su discografía, sino de los discos más laureados de la banda de dichas etapas.
No es de extrañar que, como es habitual, en el libreto interior pensemos en encontrarnos con los famosos dibujos de las calabazas por cada canción. En estos últimos años realizados por Marcos Moura y del que ya vemos que estará porque el single de “Skyfall” es obra suya,… pero quién sabe si apelando a esa mezcla hayan vuelto a contar también con el gran Frederick Moulaert. Veremos…
Nos fijamos, de nuevo, en la portada y vemos que hay otros elementos novedosos como la presencia del reloj (que hace alusión a ese tiempo del Juicio Final) marcando las 9:03 horas y del que no he sido capaz de encontrar el doble sentido de dicho horario, o es que simplemente quiere dar un carácter simbólico a la “V” que marcan las agujas del reloj, semejante a la “V” que forman las alas del guardián. ¿”V” de Victoria del bien contra el mal?
El aspecto macabro del alma del guardián y sus alas de ángel (hasta entonces no las tenía) nos traslada al Barroco y así introduce el aspecto de lo efímero de la vida “tempusfugit” “carpe diem”, en una utilización de la forma que nos recuerda a autores como Valdés Leal en sus Postrimerías o Bernini en la Tumba de Urbano VIII donde las referencias son absolutas (esqueleto – demonio, o la diagonal del brazo del Papa – brazo estrellado del guardián). De hecho, encontramos más detalles del gran Bernini, en los ropajes del guardián ondeados por el viento, que se suman a la atmósfera del lugar y se integran con otros elementos para crear una sensación de levitación celestial.
Barroca es también la escenografía de toda la composición, con ciertos matices arcaizantes, el dinamismo, la fuerza de las figuras, las actitudes exageradas, la atmósfera inestable, todo ello contribuye a dar un mensaje tal vez poco tranquilizador de cómo debemos enfrentarnos a estas fuerzas.
Por supuesto las referencias no acaban ahí ya que podemos analizar la obra desde su lado más expresionista, los rasgos de los rostros a medio camino entre la realidad y la ficción otorgan al conjunto de un fuerte carácter macabro, al que ya nos hemos referido anteriormente. Seguro que la forma de pintar a tod@s nos recuerda a ese Goya de las pinturas negras con pinceladas sueltas, enérgicas, en las que las formas y los colores se entremezclan sin definir claramente donde empieza una parte y comienza otra. En este caso, la iluminación es inmensa en todo el cuadro y viene como proyectada de la bola que es casi el centro del mismo.
Son muchos los artistas de los que bebe la portada. El propio Eliran reconoce haber aprendido a dibujar imitando a John K, Terry Gilliam, Gerald Scarfe o Uri Fink, con más aire de caricaturas y viñetas. Pero no se puede negar la influencia de los artistas clásicos citados anteriormente, y a los que pudiéramos añadir El Greco en su narrativa y localización de personajes o Remedios Varó con la estilización de las figuras y su particular surrealismo (fijémonos en el ángel derecho del fondo).
Una portada, un cuadro, un arte del que se desprenden muchas ideas que podemos imaginar o intuir en torno al nuevo disco de Helloween que saldrá el 18 de Junio y que llevará por título su propio nombre, como su maqueta EP allá en 1985. Dos discos que se llaman igual, pero que los separan 36 años. Lo que se esconde tras esta obra maestra pictórica de Eliran Kantor lo sabremos pronto, y ojalá sea una obra maestra musical que la dignifique.
Análisis realizado por Samu Bodom con la inestimable colaboración de Elena Muñoz
Referencias clásicas:
Postrimerías de Valdés Leal
ENGLISH VERSION ARTWORK REVIEW
WE ANALYZE THE COVER OF THE NEW HELLOWEEN ALBUM
Eliran Kantor is an Israeli artist and illustrator based in Berlin who over the years has built up a very high reputation. Despite his 36 years of age, he already has a wide experience in his art within the Metal world (standing out with more numerous authorships in Extreme Metal). He is the author of covers for bands like Testament, My Dying Bride, Soulfly, Bloodbath, Thy Art Is Murder, Hate Eternal, Heaven Shall Burn, Fleshgod Apocalypse, Sodom, Hatebreed, Tristania, Incantation, Havok, Iced Earth, Crowbar, Krisiun, Kataklysm, Mors Principium Est, Despised Icon, Archspire or Malevolence among many others. And now Helloween, a band musically different from the previous ones, is going to grace their new album with this work of art.
I don’t know whose idea it was to contact Eliran…, if it was from the Nuclear Blast label who has in its ranks many of the bands I mentioned above, or if we pull this «Ariadne’s thread» perhaps it will lead us to Kai Hansen as we know that he is friends with several members of Heaven Shall Burn, with whom he has worked on his solo album «XXX – Three decades in Metal». However, it doesn’t matter, the fact is that Eliran has taken charge of one of the most awaited albums (I dare to venture: in decades) by the metal community.
It is well known that the Rock and Metal world has always put a lot of emphasis on providing their music with good cover artwork. We know, for example, the work of Andreas Marschall author of numerous covers of bands like Blind Guardian, In Flames, Running Wild, Obituary, Kreator, Grave Digger,… or Derek Riggs and his works with Iron Maiden, Gamma Ray or Stratovarius. Also comes to mind artists with more contemporary works like Niklas Sundin (Dark Tranquillity, Callenish Circle, In Flames or Sentenced), John Dyer Baizley (Baroness, Kylesa, Kvelertak,…) or Luis Royo (Avalanch, Sky Lark, Graveworm, Ten, etc.).
What do these artists have in common? Their unique and easily recognizable styles within our musical world.
Eliran Kantor is a follower of Metal and among his favorite bands he has mentioned King Diamond/Mercyful Fate, Voivod, Nevermore, Megadeth, Pink Floyd, Black Sabbath, Metallica, Iron Maiden, Judas Priest, Pantera, Arcturus, Emperor, Sepultura, The Gathering, Candlemass, Devin Townsend,… So it is not surprising that he collaborates with musical artists he is a fan of, and this translates into a collective and joint vision, The Gathering, Candlemass, Devin Townsend,… So it is not surprising the collaboration with musical artists of which he is a fan, and this translates into a collective vision and as a whole, in which the music and the cover form a single being.
The techniques he uses are disparate, we find in his career works created with clay, pencil, oil or even photographs, demonstrating his ability to adapt and his fantastic innovation.
Let’s focus now on the cover of Helloween’s new album, and let’s analyze it from a more artistic point of view:
First of all you have to know where we come from, and the German band with a long recording career has collaborated with numerous artists: Edda and Uwe Karczewski (Walls Of Jericho, Keeper Of The Seven Keys I & II), Storm Thorgerson and Colin Chambers (Pink Bubles Go Ape), Michael Kiske (Chameleon), Frederick Moulaert (Master of The Rings, The Time Of The Oath), Rainer Laws (Better Than Raw), Chiliclips Tenerife (The Dark Ride), Schmit Design (Rabbit Don’t Come Easy), and in his last years with Martin Hausler (Keeper Of The Seven Keys-The Legacy, Gambling With The Devil, 7 Sinners, Straight Out Of Hell, My God – Given Right).
Why such a radical change now in the cover art? Well, analyzing the situation, I think it corresponds to the change in the line-up and the new era in which Helloween is immersed. That Kiske and Hansen rejoin the pumpkin together with all the current members forming a group of 7 people (Andi Deris, Michael Kiske, Michael Weikath, Kai Hansen, Sascha Gerstner, Markus Grosskopf and Dani Löble) well deserves a change in all areas of the album to mark this new stage.
Irene Vallejo talks in her book «El Infinito en un junco» about how important it is to choose a title with its own meaning in order to attract the reader. Something like this is the value that musicians attach to the elaboration of the cover of their albums. The aesthetics of the cover artwork must be in line with the music it represents and therefore identify with the taste of the target audience, hence the composition and especially the combination become a difficult task.
Helloween has decided to solve this dilemma by giving the cover of their new album to Eliran Kantor, with an impressive result, since the plastic used makes us find great thematic and aesthetic references to the history of the band and the most classic art.
The first thing that strikes us is that on the cover there are no pumpkins, which were the main feature of their last albums. The protagonist figure returns to be that guardian of the seven keys that already appeared in «Keepers I, II & III» and «The Time Of The Oath».
In a scene marked with a clearly gloomy aspect, it takes us to a gothic atmosphere with a marked symbolism centered in the recurrent theme of the final judgment, of the fight between good and evil, and its moralizing message. It does not skimp on elements with a clearly narrative character, both in the story of the guardian of the 7 keys (the demonic figure who wants to take the seven keys and the guardian with the face of seven stars) and that of the Apocalypse (the angels and demons).
If someone does not know the history of this guardian, we must remember that he is the being who is in charge of guarding the seven keys that enclose the seven seas (the sea of hatred, fear, foolishness, greed, ignorance, disease …). In this story, before going blind, an oracle warned him of his visions: «Keep the keys safe, hide them from demons and rescue humanity, or the world in which we live will succumb to the forces of Lucifer».
It is worth noting that the demon is grasping the guardian’s garment and raising his hand in an attempt to reach the keys or, closer to home, the visionary ball that we already encountered on the cover of «Keeper I» whose interior housed the keys given to him by the oracle. It is also as if we are now presented with the beings whose hands we could only see in «Keeper II». In fact, the demon has the same greenish skin tone as the demonic hands of the mythical album, and the robe of the keeper those fuchsia tones. Clearly, Helloween warns us that there is a certain return to that time.
But are we only presented with details of the late 80’s records? NO. Let’s look at three motifs that refer to, for me, the two best albums of Deris’ stage: «Master Of The Rings» and «The Time Of The Oath».
First of all, the archangel Gabriel carrying the trumpet that announces the day of the Final Judgment, the Apocalypse, is a clear reference to «The Time Of The Oath» as well as the figure of the guardian that also appeared in that album. And what does the archangel carry in his right hand? Indeed, the rings that we already saw on the cover of «Master of The Rings».
In such a way, Helloween and Eliran Kantor present us a cover that mixes the two stages of Helloween, marked especially by the vocal changes, and that are united now in only one. Moreover, it does not mix motifs from any albums in their discography, but from the band’s most successful albums from those stages.
It is not surprising that, as usual, in the inner booklet we think of finding the famous drawings of pumpkins for each song. In these last years made by Marcos Moura and of which we already see that it will be because the single of «Skyfall» is his work,… but who knows if appealing to that mix they have also returned to count on the great Frederick Moulaert. We will see…
We look again at the cover and see that there are other novel elements such as the presence of the clock (which alludes to the time of the Last Judgment) marking 9:03 a.m. and I have not been able to find the double meaning of this time, or is it simply to give a symbolic character to the «V» that mark the hands of the clock, similar to the «V» that form the wings of the guardian. V» for the victory of good against evil?
The macabre aspect of the guardian’s soul and his angel wings (until then he did not have them) takes us to the Baroque and thus introduces the aspect of the ephemeral aspect of life «tempusfugit» «carpe diem», in a use of form that reminds us of authors such as Valdés Leal in his Postrimerías or Bernini in the Tomb of Urban VIII where the references are absolute (skeleton – demon, or the diagonal of the Pope’s arm – starry arm of the guardian). In fact, we find more details of the great Bernini, in the clothes of the guardian waved by the wind, which add to the atmosphere of the place and are integrated with other elements to create a sense of celestial levitation.
Baroque is also the scenography of the whole composition, with certain archaizing nuances, the dynamism, the strength of the figures, the exaggerated attitudes, the unstable atmosphere, all contribute to give a perhaps not very reassuring message of how we should face these forces.
Of course the references do not end there since we can analyze the work from its more expressionist side, the features of the faces halfway between reality and fiction give the whole a strong macabre character, which we have already referred to above. Surely the way of painting reminds us all of Goya’s black paintings with loose, energetic brushstrokes, in which shapes and colors intermingle without clearly defining where one part begins and the other begins. In this case, the illumination is immense throughout the painting and comes as if projected from the ball that is almost the center of the painting.
There are many artists from whom the cover draws its inspiration. Eliran himself acknowledges having learned to draw by imitating John K, Terry Gilliam, Gerald Scarfe or Uri Fink, with more of a cartoon and vignette feel. But there is no denying the influence of the classic artists mentioned above, to which we could add El Greco in his narrative and location of characters or Remedios Varó with the stylization of the figures and her particular surrealism (let’s look at the right angel in the background).
A cover, a painting, an art from which many ideas that we can imagine or intuit around the new Helloween album to be released on June 18 and that will be titled after their own name, like their demo EP back in 1985. Two albums with the same name, but 36 years apart. What is hidden behind this pictorial masterpiece by Eliran Kantor we will know soon, and hopefully it will be a musical masterpiece that will dignify it.
Analysis by Samu Bodom with the invaluable collaboration of Elena Muñoz.
Classical references:
Postrimerías de Valdés Leal