Bastante perdidos tenía yo a OverKill. Hace ya unos “poquitos” años desde que lanzaran From the Underground and Below que fue lo último que me pillé de ellos y, por aquellas fechas, pude disfrutar sus conciertos unas siete u ocho veces. Lo cierto es que desde entonces he podido escuchar sus discos un poco por encima, veía que sacaban material, giras, cambios de formación, pero hay demasiada oferta en el mercado y opté por otros derroteros, dejando a OverKill bastante apartados, la verdad (aunque siempre escuchando sus primeras obras que esas nunca cansan).
Ahora, con motivo del encargo de esta reseña, he vuelto a redescubrir a esta gran banda y creo que lo he hecho en un gran momento, ya que el disco que nos ocupa, The Wings of War, es todo un trallazo que nadie debe perderse (y sí, me pondré las pilas con los discos suyos que me he perdido en estos años).
No voy a entrar en detalles de producción (una banda de este tipo no va a sacar nada tipo maqueta a estas alturas de su carrera) y tampoco voy a entrar en datos de formación. Sé que sus dos miembros originales, Verni al bajo y Bobby a la voz, siguen siendo los líderes de la banda y a partir de aquí nada más que lo importante: los temas.
El álbum arranca con el tremendo Last man standing que es todo un trallazo para empezar el disco de la mejor manera que se podría hacer. Esto nos devuelve a la época de sus primeros discos pero con mas armonías de guitarras (por aquel entonces eran un solo guitarra) y con el característico sonido de bajo que siempre les ha dado fama. El tío Bobby creo que sigue teniendo una gran voz (habrá que comprobarlo en directo). Esta voz o te gusta o la odias pero es marca de la casa y es lo que les ha hecho únicos.
Believe in the Fight es el siguiente tema donde bajan un pelín la velocidad a favor de un ritmo machacón que recuerda un poco a su Elimination de aquel Years of deceay . También abundan aquí, y en todo el disco, los coros de los cuales han hecho siempre uso (nada que ver con los “happy” coros del speed metal alemán).
Escuchando Head of a Pin o Bat Shit Crazy tienes la sensación de que esto ya lo has escuchado antes, pero es que después de casi veinte discos a ver quién es capaz de no auto plagiarse. Después de todo lo que nunca han hecho es venderse a una radio fórmula, ni a las modas y eso ya es un punto importante a su favor.
En Distortion logran crear una atmósfera bastante “oscura” (de las que me molan a mí), después de un riff inicial bastante “rockero”.
A Mother´s Prayer es otro ritmo super rockero/heavy de medio tiempo (clásicos en la banda) mientras que Welcome to the Garden State es de los más acelerados, en el que no faltan sus coros y ese doble bombo que es con el que consiguen principalmente su velocidad. Sin haber leído sus letras me pega que este tema es un medio “himno” que se han cascado tanto por la cantidad de coros que meten y lo “pegadizo” que resulta todo.
Where Few Dare to Walk deja apreciar más aún (si cabe) el sonido magistral de bajo que siempre ha llevado Verni. Ese sonido metálico y bastante simple pero que siempre les ha dado su seña de identidad.
Out on the Road-Kill es un pequeño aperitivo para caer en Hole in my Soul. En esta última tienen de nuevo un comienzo oscuro,de los que aun servidor le molan, aunque luego se desarrolle hacia algo un poco más alegre, con los coros posteriores. Aun así es un temazo.
En definitiva, diez nuevos cortes de uno de los grupos que se ha caracterizado por seguir siempre fieles a un estilo y siempre a pie de cañón con discos y giras, y que nunca han dado su brazo a torcer a pesar de los múltiples cambios de formación y los problemas que han tenido que lidiar a lo largo de los casi cuarenta años de carrera que llevan ya a sus espaldas.
Si conocéis a Over Kill (si no es así mal lo lleváis) ya sabéis de qué va esto así que, sin dudarlo, pilladlo.
Raúl Weaver (The Lux Team)
