ZENOBIA – VI (2020) Crítica

Aprovechando el anuncio de su próxima gira, recuperamos el sexto álbum de la formación riojana Zenobia, titulado “VI”, publicado en septiembre del año pasado, que muestra una interesante evolución de su característico sonido y que desde mi punto de vista, es un paso de gigante en su carrera.

La banda actualmente está formada actualmente por Jorge Berceo (voz), Mario Suárez y Marcos Lorente (guitarras), Héctor Hernáez (bajo), Ernesto Arranz (teclado) y Javier Herrero (batería).

El disco ha sido producido por Dan Díez y editado por Maldito Records.

Tras una breve introducción, denominada “VI”, el segundo corte “Sin perder la pasión” es un magnífico tema a caballo entre el power y el heavy metal que mantiene la esencia característica de Zenobia que es un gusto exquisito por las melodías y unos estribillos que uno tras otro se convierten en himnos.

“La Danza del Diablo”, con sutiles matices algo más actuales es otro fabuloso tema y es que, adelantándome, al resto del contenido del análisis, este es un disco sin relleno en el que se nota el cuidado y el cariño que han puesto en cada una de las composiciones que lo forman.

El cuarto tema “El Último Bastión”, más cercano al sonido clásico de la banda y con un fantástico trabajo en las guitarras, da paso a “Tu Amistad”, power metal melódico, en la que ganan protagonismo los teclados.

“No Me Dejes Caer” cambia de rumbo y empieza a dar muestras de la evolución que decíamos al principio. Es impresionante canción, muy melódica, que tiene claras reminiscencias a Avalanch y en la que Berceo puede dar rienda suelta a una fabulosa interpretación vocal.

Los siguientes temas, “Buscando Una Luz”, con una parte vocal distorsionada en sus estrofas, con una base rítmica protagonista y estructura de metal progresivo y “Sigo Rugiendo”, con un Berceo mostrando más agresividad y con unos teclados que vuelven a ser parte fundamental.

“Jamás” tiene una letra emotiva, para mí la mejor del álbum, recuerda con cariño, agradecimiento y positividad a aquellas personas que formaron parte de nuestra vida, que nos enseñaron el camino, a levantarnos cuando caíamos, a luchar por conseguir nuestros objetivos. Creo que hoy por hoy es mi canción preferida de la banda, seguida muy de cerca por la ya comentada “No Me Dejes Caer”.  Es un disco que perfectamente podría ser interpretado en directo de principio a fin.

El comienzo épico y la atmósfera oscura de “El Laberinto”, es un tema que rompe con todo lo anterior, algo experimental, que cuenta con la colaboración de Isabel Bermejo, de la banda Black Desert. Es una canción que por momentos se acerca a un metal industrial muy melódico que para mí es la única que, quizá por el contraste, no me ha terminado de enganchar escuchando el disco en su conjunto, aunque como tema independiente, gana enteros.

Llegamos a la bonita balada “Mi Mundo Por Volver”, minimalista, que no simple, en lo instrumental, como mandan los cánones,  para dejar el peso de la misma en una buena interpretación vocal, compartida por Jorge Berceo e Itziar Berradre y un solo de guitarra emocionante. Magnífica balada de corte muy clásico.

Termina esta obra con un nuevo tema de power metal. “El Príncipe de la Oscuridad”, veloz de guitarras afiladas y estribillo pegadizo y con un preciosista final instrumental.  

Zenobia regresa con el que para un servidor es su mejor y más maduro trabajo hasta la fecha. “VI”, que así se titula, es un fantástico disco que muestra a una formación en plena forma compositiva y que promete darnos muchas alegrías. Gran disco.

Daniel Arriero