VIXEN
Sala Cool Stage, Madrid, 17 oct 2018
Crónica y fotos: Raúl Blanco
Habían pasado cuatro años desde la anterior visita de Vixen a nuestro país y a tenor de lo visto, había ganas muchas ganas. Con una sala a rebosar ansiosa de disfrutar de auténticos himnos de esos tan añorados finales de los 80 principios de los noventa, un pequeño retraso desembocaba en una petición unánime para que aparecieran sobre el escenario Janet, Roxy, Share y Britt, la más reciente incorporación a las seis cuerdas en sustitución de Gina. Más aun cuando desde la sala se las veía a través de los ventanales de su zona de camerinos haciendo fotos y videos al personal, al parecer, gratamente sorprendidas por su poder de convocatoria.
Llamarlo MTV o como queráis pero, es increíble encontrarte un set list que comience con temas reconocidos y reconocibles a la primera nota sin que el resto del concierto sufra altibajos. A pesar de que el sonido no era muy bueno “Rev it up” con una Janet haciendo de segunda guitarra puso patas arriba la sala. Como punto negativo, el mencionado anteriormente mal sonido que no pudo ser solucionado en todo el show, algo que aun desluciendo en cierta medida el espectáculo no pudo en ningún momento con el derroche de ganas y actitud mostrado por unas Vixen que parecían estar empezando en esto ahora por la ilusión que estaban mostrando.
Sin ánimo de ofender o sonar partidista, desde mi humilde opinión, la incorporación de Britt a las guitarras le ha devuelto a la banda el sonido clásico que nunca debieron haber perdido. No pretendo decir que Gina fuera una mala guitarrista pero su forma de tocar hacia que el sonido de Vixen sonara algo turbio, mas “underground” si queréis llamarlo de otra forma, algo que actualmente no sucede incluso en los toques personales aportados por Britt a los solos, mucho más cerca de los originales que los de su predecesora, sin lugar a dudas tratándose de himnos para mucha gente resulto muy gratificante.
No faltaron en el set list sus dos temas nuevos, “Big brother” y “You ought to know”, este último incomprensiblemente se quedó fuera de sus primeros lanzamientos porque es un cañonazo en el que pudieron lucirse en los coros. Share, además, cogió el protagonismo absoluto dejando que la voz de Janet tomara un respiro, para ello el tema elegido fue la versión de Humble Pie de “I don´t need no doctor”. Como veis, pocas sorpresas, por no decir ninguna, respecto a lo que ha sido su último lanzamiento discográfico en directo, pero sinceramente, no creo que nadie de los que estábamos allí fuéramos esperando sorpresas, íbamos con toda la intención y las ganas del mundo de escuchar sus temas más clásicos y de esos, no falto ninguno.
El corte elegido para homenajear a Jan fue el mismo que en el álbum, un “Love is a killer” ya de por si emotivo que se convirtió por méritos propios en unos de esos momentos mágicos en los que sientes como se hiela el ambiente y se va erizando tu piel poco a poco al ritmo de cada nota, cada palabra cantada, cada brutalmente ruidoso silencio. La música puede para el tiempo, metafóricamente hablando únicamente pero, no existen momentos más maravillosos que esos. La hora y veinte minutos de concierto llego a final tras la interpretación de un furioso “Edge of a broken heart con una Janet dejándose la garganta. Es muy de agradecer ver como un artista respeta a su público de esa manera, aunque parezca algo lógico, no siempre lo es desgraciadamente.
Los únicos peros a la descarga fueron completamente ajenos a la banda, sobre el escenario, profesionalidad, actitud, simpatía y cercanía con sus seguidores y un repertorio disfrutable como pocas veces. Cuando una noche te saca del hastío y la monotonía del ambiente musical de esta manera solo queda agradecer haber estado presente y marcar en rojo en el calendario de tu memoria una nueva fecha.
SETLIST:
Rev it up
How much love
Cruisin´
Bad reputation
Cryin
Only a Heartbeat away
Rock me
You ought to know by now
I don´t need no Doctor
Love is a Killer
Big brother
Love made me
Streets in paradise
Edge of a broken heart