MASTERPLAN – Crónica (Burgos)

MASTERPLAN
HELTEMOT, SKELETOON, DARK EMBRACE
Sala El Hangar, Burgos, 4 Mayo 2018
Crónica: Jesús Alijo «Lux» – Fotos: Raúl Blanco

 

La Asociación Burgos Heavy Metal es un organismo vivo e independiente, desde su fundación a finales de 2012, al servicio de la música Metal en amplitud de vertientes, a través de fieles seguidores, en diferentes roles, para la capital burgalesa. Nacidos como consecuencia de la escasez de eventos relacionados con su idiosincrasia, tanto en su núcleo existencial como en la provincia, fundamentaron sus objetivos en la promoción, acercamiento y apoyo a conciertos, festivales o cualquier tipo de actividad cultural relacionada con la pasión que despierta el Heavy Metal en la tierra del Cid. Iniciaron su andadura, en forma de concierto, en 2014, con los suecos Eclipse como carta de presentación, organizando desde entonces más de treinta eventos, en una incursión sin etiquetas, relacionando su inquietud con las diferentes vertientes del género. Hard Rock, Metal, Gothic, Death Metal, y así hasta completar un esfuerzo titánico de pretensiones agradecidas, al servicio de innumerables paladares en exquisítos bocados de auténtica devoción por un estilo de vida real como pocos.

Para más información antes de entrar en materia, os aconsejo visitar y empaparse de la labor de estos escuderos inquietos que enarbolan la bandera del Metal sin complejos y con alto grado de respuesta: Página web: www.burgosheavymetal.com

Meses atrás nos congratulábamos con la noticia de la gira Pumpking For Tapas de los MASTERPLAN de Roland Grapow. Una respuesta a la gira de reunión y ampliación de HELLOWEEN, en la que descubríamos con estupor tras cada noticia, para los seguidores que hemos disfrutado de cada una de sus encarnaciones, de la ausencia del guitarrista germano. La edición, con su actual banda, de un disco de regrabaciones de las composiciones de Grapow para los de Hamburgo, parecía una excusa ideal para entregarse al año de la calabaza de diferentes formas.

Viernes cuatro de Mayo de 2018, anclado en el calendario de los burgaleses, como cita obligada para recibir una descarga de energía necesaria en estas tierras olvidadas, a grandes rasgos, por promotores en general.

Un frio anochecer en la alocada primavera de este año vería abrir las puertas de la sala El Hangar a las 20:30, con la puntualidad de aquel que, con los nervios en el estómago ante una cita importante, calma su ansia acertando con el segundero del reloj, esperando contemplar, desde el minuto uno, resultados positivos.

A las 21 horas saltaban al escenario unos jóvenes HELTEMOT, una banda a la que no conocía, compuesta por una mitad tinerfeña y la otra burgalesa, asentados en la cuna de la catedral gótica. Su estilo Death Melódico con influencia Thrash y Metal, afrontados con cierta modernidad, no me dejó indiferente. Algo más de media hora de entrega que supieron aprovechar para dejar impronta, anunciar y defender su EP. Contundencia, técnica y elegancia compositiva con un nivel estable de inglés. Gran sorpresa, les seguiremos de cerca.

 

 

SETLIST:

Pandemonium
Omen
Vulture´s hour
Alpha
Beta
Axis Mundi
Horizons
Boreal Gods

Con el cambio de la programación de horarios del evento, los italianos SKELETOON pisaban las tablas para desentrañar los pormenores de su afilado y estadístico Power Metal, hijo reconocido de la escuela HELLOWEEN. No en vano han sido producidos por Roland Grapow, hecho que se nota. También juventud entre sus filas, inequívoca muestra de que sangre nueva inunda las fortalecidas arterias del Metal a día de hoy, mostrando salud y futuro para nuestra adorada música.

 

 

Presas de la euforia, SKELETOON dieron un show enérgicamente atípico, en el que, quizás por la emoción, no supieron aprovechar la oportunidad. Siete temas más una intro en casi una hora de actuación me parecen escasos, rellenando con intrascendentes monólogos de su vocalista, el minutero de un concierto que hubiera dado para mucho más. El vacile idiomático en su spaghetti English resultó divertido los primeros minutos pero intercalado constantemente entre los temas seleccionados, dio aspecto de poca formalidad. El sonido convertido primero en bola tampoco ayudó aunque mejoraba paso a paso. Los agudos del frontman, muy Kiske, a lo largo de la actuación, nos dejaban boquiabiertos pese a contar con problemas en su garganta. Dreamland, Mooncry y What I Want (con unos monumentales coros en su estribillo) quedaban eclipsados ante la palabrería suelta de su vocalista y los ligeros despistes instrumentales.

 

 

Con la presentación de la banda, demasiado amplia, y el anuncio de las estrellas que participarán en el próximo álbum de la banda, un disco conceptual sobre la mítica película ochentera de los Goonies, el batería nos dejaba con ganas de un Painkiller de JUDAS PRIEST que nunca se materializó más allá de sus iniciales e inmortales redobles, cosa que si hicieron con la cover de EDGUY, Lavatory Love Machine, con la que el respetable se desató, poniendo con Jokers y Heavy Metal Dreamers el detalle necesitado para acelerar su broche final.

SETLIST:

Intro
Dreamland
Mooncry
What I Want
Heroes Don´t Complain
Night Ain´t Over
Lavatory Love Machine + Jokers
Heavy Metal Dreamers

Es de ley resaltar el trato recibido a estas alturas de concierto por parte de la Asociación Burgos Heavy Metal para con Rock Angels, facilitando las labores fotográficas de Raúl Blanco en un foso permanente y con un servidor a la hora de acceder a cualquier detalle técnico del desarrollo del show. Profesionalidad y camaradería a partes iguales como pocos profesionales saben ofrecer.

Tocaba el turno de dejarnos llevar por la atmósfera grandilocuente de DARK EMBRACE. Los gallegos, con enormes tablas sobre el escenario supieron lidiar con los iniciales problemas de sonido para desmenuzar su Metal heredero de bandas como MOONSPELL, en una simbiosis de Death, Doom, Sinfónico y Metal clásico digno de admiración. Oscar Rilo es un frontman muy completo, con una pose vikinga que llena el escenario, amén de sus constantes cambios de registro al servicio de unas canciones que ganan enteros en directo.

 

 

Con Time Will Tell alzaban su velo de oscuridad para envolvernos en teatralidad sin complejos. Envites de energía espiritual y mundana que esparcen su amplio abanico de sensaciones. The Call Of The Wolves rebosa potencia hímnica, asestando mandobles a través de un setlist proporcionado. Finalizan con un discurso de hermandad metálica que es corroborada por un Metalhead Till I Die sobrecogedor. Formidable banda a la que el sonido de estudio se les queda pequeño.

 

 

SETLIST:

Intro
Time Will Tell
Memories
The Call Of The Wolves
Let The Blind To See
Dark Embrace
Angels From Hell
Metalhead Till I Die
Outro

 

La dotación de focos denotó poca profesionalidad en general, entorpeciendo gravemente la sesión fotográfica, arrojando más luz al público, incomprensiblemente, que a los propios grupos, relegando el colorido escénico a una anecdótica visión invadida por furtivas tonalidades opacas. Otros aspectos a resaltar fueron, por un lado la falta de empatía desde la mesa hacia el público, poniendo música desde los monitores internos con emblema KORN, dejando de lado una buena selección de temas para la ocasión que hubiesen, entre concierto y concierto, aupado infinitamente el alma de los presentes. Por otro lado, los constantes fallos de sonido, de rápida resolución pero repetidos periódicamente, dejaron en evidencia la funcionalidad del técnico, poco familiarizado con el elenco de sonoridades de las diferentes bandas. Una pena ya que escasean los espectáculos de filosofía férrea en esta provincia. Esperemos que se tengan en cuenta estos escollos para poder arriesgar los cuartos y amplificar la propuesta que, a voces veladas, manifiestan los diferentes sectores de amantes de la música, pudiendo igualar el palmarés a ciudades cercanas de las que hay mucho que aprender.

Doce y veintiséis minutos de la madrugada, horario impensable para un concierto, por ejemplo en Madrid, es el momento en el que MASTERPLAN saltaron a escena para el delirio de las más de seiscientas personas que jalean los fríos muros y columnas del Hangar. Un éxito de asistencia para premiar la dedicación de la Asociación Burgos Heavy Metal.

 

 

Al ser disparada la intro de Enlighten Me, se me despejan las dudas del contenido a desglosar, habiendo sido partícipe, junto a mi ansiedad, de espiar el listado de canciones que los alemanes nos iban a ofrecer, pero la sorpresa a lo largo del setlist no dejó de aumentar, incluso indignar, pues se hallaba en completa lejanía al deseo generalizado, la defensa de los temas HELLOWEEN regrabados por el combo.

La bola de sonido en los primeros compases no fueron incidentes aislados. Una de las dolencias del concierto fue la variabilidad de calidades, nunca ni remotamente cerca del sobresaliente, desde la mesa de control. Todos los músicos sonrientes, con un Roland en pronunciación del rictus que proporcionan las bebidas espirituosas y que, en su estreno a la hora de ejercer de solista, se quedó sin sonido, tomando el respetable la comandancia del momento con sus coros eufóricos. Spirit Never Dies irrumpe con mejora pero queda en alarde de insuficiencia, a pesar de ser una canción perfecta, ya que MASTERPLAN parecían estar perdidos en el escenario. Dan la sensación de ser una banda nobel, con calidad pero sin financiación, nada más hay que ver una discreta bandera con su logotipo colgada en un lateral del escenario, arrugada, torcida y sin honor.

 

 

Rick Altzi imprime garra con su voz rasgada y corpulenta, pero, al encarar Wounds no hace otra cosa más que imprimir la nostalgia a la ausencia del dios noruego Jorn Lande. Abrirse una cerveza de una conocida marca española, con un abridor que atesoraba en el bolsillo de su camisa, tampoco le ayuda a sacar lustre a su profesionalidad, por no mencionar el rollo juerga con el teclista Axel Mackenrott. Me indigna que muchas de las bandas, a las que se les paga el caché que ellos marcan, vengan a España, como he visto en infinidad de ocasiones, a montarse una fiesta a la que estamos invitados por haber pagado, pero de la que de lejos somos coprotagonistas, traducido en conciertos poco inspirados, faltos de pasión y con demasiado aroma a sudor de barra.

Lost And Gone cumple para que los efectos de sirena amparen a Crimson Rider, otro himno para los presentes pero que hasta cuesta reconocer entre pregrabados y diferencias tonales fruto de la falta de interés que proporciona la festividad prematura. I´m Not Afraid mejora instrumentalmente, pero en el proceso vocal se pierde la compostura.

Altzi presenta a Roland, el cual se haya escondido en un lateral bebiendo un trago, disimulando a su vuelta mirando el setlist, una imagen más propia de un concierto amateur. Back For My life nos llegó fresca, dejando al bajista Jari Kainulainen espacio para mostrar su destreza al aparato.

Entre cervezas nos propinan un brindis y un Kind Hearted Light con muestras al buen rollo que existe entre ellos, para recaer en Time To Be King que aguanta el tipo en sus coléricos riffs rápidos, para pasar al solo de guitarra medido para lucir a Grapow, demasiado al aire, con más técnica que pasión, amenizado con teclados en un guiño al Happy Happy Helloween que augura, por fin, alguna cover de los teutones. Sería Time Of The Oath la elegida, agradecida por el público pero demasiado bañada en Jack Daniels.

De nuevo la bola de sonido hace acto de presencia en Crystal Night y desaparece Roland, dejando a un dicharachero Altzi ante la audiencia, bromeando, para explicarnos que una urgencia a los baños es la causante de la ausencia del guitarrista. Soulburn y Heroes caen sin más gracia que la locura de un público demasiado indulgente.

The Chance hace regresar el legado de las calabazas, con acierto aunque algo magullada en la interpretación de las estrofas y con la añoranza a los agudos imposibles de Michael Kiske. Crawling From Hell cerraría la velada entre solos de bajo, de teclado, incursión en la escuela Purple con Smoke On The Water, solo de batería y toda la parafernalia rockstar para hacer mucho ruido y pocas nueces. Más de dos horas de bolo que, como celebración y noche de jarana, posaron de lujo, pero, para los que fuimos a ver el concierto de unos artistas consagrados, pasamos vergüenza ajena. Eso sí, todavía con sed, los músicos se unieron a los fans que rehusaban marchar para, entre risas, fotografiarse amablemente y beberse hasta el agua de los floreros.

No obstante, para el respetable cumplieron, con más trampa que cartón, ante mucha desilusión tras ver que el nombre de la gira no era más que un reclamo. Pocos viernes serán recordados con tanta tachuela en Burgos.

 

 

SETLIST:

Enlighten Me
Spirit Never Die
Wounds
Lost and Gone
Crimson Rider
I´m Not Afraid
Back For My Life
Kind Hearted Light
Time To Be King
Guitar Solo
The Time Of The Oath
Crystal Night
Soulburn
Heroes
The Chance
Crawling From Hell