TRUCKER DIABLO – Tail End Of A Hurricane (2021) Review

ENGLISH REVIEW INCLUDED BELOW

La historia:

Cuando Carlos Destroyer me descubrió esta banda llamada Trucker Diablo, en la portada de cuyo cd aparece un camión típicamente “Made in USA”, lo primero que se me pasó por la cabeza es que me encontraría a una banda americana de tipos con aspecto de leñador, de barbas frondosas, tatuajes hasta las cejas y prominentes barrigones cerveceros. Vamos, que yo me imaginé a cuatro o cinco tipos con aspecto de Zakk Wylde metiendo voces y guitarrazos en plan bruto.
Bueno, pues analicemos qué tal andan mis dotes de pitoniso. Para empezar, los chicos de Trucker Diablo tienen de norteamericanos lo mismo que yo; es decir, nada de nada ¡La banda es originaria de Irlanda del Norte!

Musicalmente, eso sí, me he acercado un poco más en mis predicciones, pero este disco tiene unas dosis de melodías y estribillos pegadizos que jamás me hubiera esperado.

Además resulta que no es ni mucho menos su primer trabajo. Trucker Diablo vienen publicando discos desde 2008 y este es ya su quinto CD de larga duración ¡Y yo sin enterarme!

Ahhh!!! Alguna barba frondosa y algún brazo completamente tatuado sí lucen, así que tampoco me he equivocado del todo, ¿no?

Las canciones:

El disco se inicia de manera inmejorable con la guitarrera BTKOR (acrónimo de Big Truck Keep On Rolling), y es un alegato, ahora más necesario que nunca, a la música en directo.

I Am Still Alive es un canto a la resiliencia a ritmo de Hard Rock ochentero. Este tema posee todos los ingredientes de eso que los americanos llamaban Stadium Rock, y es que Trucker Diablo tienen una facilidad pasmosa para componer melodías y estribillos pegadizos de esos que lo petaban en el American Top 40 allá por los años 80.

El tercer tema es Rock Kids Of The 80’s. Con ese título, no hace falta dar demasiadas explicaciones; efectivamente, se trata de un homenaje a todos esos artistas que, de nuevo en los años 80, nos marcaron a fuego y nos inocularon en vena la pasión por el rock. En la letra encontraremos innumerables referencias a artistas, bandas y canciones conocidas por todos. Yo fui un «Rock Kid Of The 80’s», así que para mí es imposible no sentirme plenamente identificado con este tema y con su letra.

Don’t Hold On To Hate es otro tema de estribillo vacilón y pegadizo.

Cerramos esta primera parte del disco con Set The Night On Fire; otro pepinazo alegre y festivo que parece escrito una vez más en los “felices años 80”, que en este disco, sobre todo en estas primeras canciones, están continuamente presentes.

A partir de aquí, el disco cambia un poco y los temas siguientes tienen un aire más serio, pero sin dejar nunca de lado las buenas melodías. Claro ejemplo de ello es Tail End Of A Hurricane.

Insects es una canción completamente diferente a todas las que hemos escuchado hasta ahora en este trabajo y a las que escucharemos después, pues tiene un aire muy macarra, casi punk. Se trata de una crítica a todos esos influencers y aspirantes a serlo que viven única y exclusivamente por y para esa especie de realidad paralela que son Instagram, Tik Tok y demás redes sociales.

En completo contraste con el tema anterior, The Edge Of Tonight es lo más parecido a una balada romántica que encontraremos en el disco.

The Trade me transporta a esas zonas pantanosas del sur de Louisiana que hemos visto en tantas películas de miedo, con su toque blues y su ritmo pesado y machacón. Es Southern Rock en su máxima expresión.

Volvemos por un rato al Hard Rock más melódico con Woodstock To Vietnam; la historia de dos amigos que eligieron caminos completamente opuestos en la vida.

This Burning Heart en algunos momentos me ha recordado a los Bon Jovi post New Jersey.

Siguiendo con la tónica de esta parte final del disco, más orientada al blues rock, nos encontramos con Slow Dance. Desde que se inventó el rock, el sexo ha sido siempre una de las temáticas más recurrentes; pues de sexo y deseo habla esta breve pero intensa canción

Cerramos el disco con la no menos intensa Bury The Ocean, cuyas armonías de guitarra finales ponen el perfecto colofón a este gran disco, dejándonos también un mensaje de cierto optimismo en una letra marcada seguramente por la pandemia.

En resumen:

Mi objetivo al escribir esta crítica es que después de leer estas líneas le des una oportunidad a un disco que, seguramente, pasará completamente desapercibido, pero que apuesto a que estará entre mis favoritos a final de año en su estilo.

En mi opinión, muy pocos discos de Hard Rock se publican en la actualidad que suenen creíbles. La mayoría me parecen completamente artificiales y prefabricados. Otros pertenecen a viejas glorias que intentan, sin demasiado éxito, volver a reverdecer laureles. Pues este disco es de esas pocas excepciones que realmente merecen la pena.

Tail End Of A Hurricane es un trabajo variado de Hard Rock puro y duro. También es un disco, como no podía ser de otra manera, marcado por la maldita pandemia, como escucharéis en algunas de las letras.

Las primeras canciones tienen un deje ochentero innegable. Después, con canciones que beben de fuentes más entroncadas con el blues y el southern rock, ya nos vamos a otros derroteros más influenciados por bandas como Thunder, los americanos Black Stone Cherry y formaciones similares.

Por ponerme quisquilloso, quizás sea un fallo concentrar los temas en dos bloques tan claramente definidos, pero en resumidas cuentas, nos encontramos con un disco muy entretenido que abarca diferentes corrientes dentro del Hard Rock con el que todos los de mi generación hemos crecido.

El disco, publicado por el pequeño sello parisino Bad Reputation, está a la venta ya desde hace algunas semanas. Tengo la sensación que dentro de no muchos meses, una vez agotada la tirada inicial, pueda ser difícil de conseguir, así que no te lo pienses dos veces.

A mí me ha proporcionado ya muchos ratos de diversión. Ahora espero que tú le des una oportunidad y descubras un trabajo sincero, entretenido y completamente disfrutable.

Trucker Diablo se definen a sí mismos como un grupo de amigos que adoran el rock y la cerveza. Pues mira, como yo ¡Qué más se puede pedir!

El disco ha sido grabado durante la pandemia mundial en los Einstein Studios de Antrim, Irlanda del Norte y ha sido producido y masterizado por Frankie y Jake McClay.

Alberto Lozano
https://www.facebook.com/alberto.lozano.750

 

ENGLISH REVIEW

The story:

When Carlos Destroyer told me about this band called Trucker Diablo, whose CD cover features a typically «made in USA» truck, the first thing that crossed my mind was that I would find an American band of lumberjack-looking guys with bushy beards, tattoos up to their eyebrows, and prominent beer bellies. I imagined four or five guys with Zakk Wilde’s looks, screaming their lungs out and banging their guitars.

Well, let’s see how well did my oracle powers work. For starters, the Trucker Diablo guys are as American as I am; nothing at all. The band is originally from Northern Ireland!

Musically, yes, I came a little closer in my predictions, but this album has a dose of melodies and catchy choruses that I would have never expected. It also turns out that this is not their first album. Trucker Diablo has been releasing albums since 2008, this is already their fifth full-length CD, and I didn’t even know it!

Hey, but they do sport some bushy beards and some fully tattooed arms, so I was not entirely wrong either, wasn’t I?

The songs:

The album opens the best way possible with the guitar-driven BTKOR (an acronym for Big Truck Keep On Rolling), and is a plea, now more than ever, to live music.

I Am Still Alive is an ode to resilience to the 80’s Hard Rock rhythm. This song has all the ingredients of what in the US is known as Stadium Rock. Trucker Diablo displays an amazing facility to compose melodies and catchy choruses similar to those that hit the American Top 40 back in the 80s.

The third song is Rock Kids Of The 80’s. No need for many explanations with the name. In fact, it is a tribute to all those artists that, in the 80’s marked us with fire and inoculated us with the passion for rock. The lyrics references countless artists, bands, and songs known to all. I was a «Rock Kid Of The 80’s» so, for me, it is impossible not to feel fully identified with this song and its lyrics.

Don’t Hold On To Hate is another song with a catchy chorus.

We close this first part of the album with Set The Night On Fire; another cheerful and happy-go-lucky tune that appears to be written in the «happy 80’s» as well. This album, especially in these first songs, is full of them.

From here on, the album changes a bit and the following tracks have a more serious air, but without ever leaving aside the good melodies. A clear example of this is Tail End Of A Hurricane.

Insects is a completely different song from all the ones we have heard so far in this album and the ones we will hear later. It has a very grim air, almost punk. It is a criticism of all those influencers and aspiring influencers who live solely and exclusively for that kind of parallel reality that are Instagram, Tik Tok, and the other social networks.

In complete contrast to the previous track, The Edge Of Tonight is the closest thing to a romantic ballad that we will find on the album.

The Trade brings me to those southern Louisiana swamplands we’ve seen in so many scary movies, with its bluesy feel and heavy, pounding beat. It is Southern Rock at its best.

We return for a while to the most melodic Hard Rock with Woodstock To Vietnam; the story of two friends who chose completely opposite paths in life.

This Burning Heart in some moments reminded me of Bon Jovi’s post New Jersey.

Following the tone of this final part of the album, more oriented to blues-rock, we find Slow Dance. Since rock was invented, sex has always been one of the most recurrent themes; this brief but intense song speaks of sex and desire.

We close the album with the no less intense Bury The Ocean, whose final guitar harmonies are the perfect cherry-on-top to this great album, also leaving us a message of certain optimism in a lyric surely marked by the pandemic.

Summary:

My goal in writing this review is that after reading these lines you give a chance to an album that will most likely go completely unnoticed, but I bet it will be among my favorites at the end of the year in its style.

In my opinion, very few Hard Rock albums are released nowadays that sound credible. To me, most of them seem completely artificial and prefabricated. Others belong to old glories that try, without that much success, to return to green their laurels. Well, this album is one of those few exceptions that are really worth it.

Tail End Of A Hurricane is a varied work of Hard Rock through and through. It is also an album, as it could not be otherwise, marked by the damn pandemic, as you will hear in some of the lyrics.

The first few songs have an undeniable eighties feel to them. Afterward, with songs that draw from blues and southern rock sources, we move on to other paths more influenced by bands like Thunder, Black Stone Cherry, and similar groups.

If I have to be picky, perhaps it is a mistake to concentrate the songs in two blocks so clearly defined. Nevertheless, we find a very entertaining album that covers different trends within the Hard Rock that all of my generation grew up with.

The album, released by the small Parisian label Bad Reputation, has been on sale for a few weeks now. I have the feeling that in not too many months, once the initial edition is sold out, it might be hard to get it, so don’t think twice.

I have enjoyed it a lot so far. Now, I hope you give it a chance and discover a true, entertaining, and thoroughly enjoyable work. Trucker Diablo define themselves as a group of friends who love rock and beer. Well, that sounds just like me. What more could you ask for!

The album was recorded during the worldwide pandemic at Einstein Studios in Antrim, Northern Ireland, and was produced and mastered by Frankie and Jake McClay.

Alberto Lozano
https://www.facebook.com/alberto.lozano.750

 

Line-Up:

Tom Harte – Vocals, Lead Guitar
Simon Haddock – Rhythm Guitar, Chorus
Jim McGurck – Bass Guitar, Chorus
Terry Crawford – Drums