SOILWORK – Verkligheten (2019) Review

Nuclear Blast ha sido el sello con el que Soilwork ha sacado su último disco: Verkligheten, en castellano traducido como “Realidad”.

Mucho ha pasado desde su Natural Born of Chaos en 2002, una de sus grandes obras, y mucho han cambiado en 17 años. Con Verkligheten se ha estrenado no sólo un nuevo popurrí de estilos y tendencias; también un nuevo batería: Bastian Thusgaard.

Lo que no ha cambiado es su forma compositiva, que juega con estrofas guturales, rápidas, pesadas e intensas dando paso a unos estribillos melódicos, adornados por varias voces más comerciales y con ritmos más pausados y tranquilos.

A nivel general, el disco es más oscuro y dramático a lo que nos tienen acostumbrados, y con mejor producción y forma que el anterior: The Ride Majestic (2015), lo cual no ha sido muy difícil de superar.

Ya no hablamos de death sueco melódico. Hablamos de muchos estilos mezclados: desde riffs heavys que nos recuerdan a Iron Maiden a temas más progresivos. Vengas de donde vengas habrá algún tema que te apasione, pero probablemente no te ocurra con todos los del disco.

Como indispensable del álbum y primero a nombrar: Stalfagel, con la participación de Alissa White-Gluz de Arch Enemy. Es intenso, potente y quizá algunos dirán comercial por las melodías de las voces, que con sólo escuchar una vez ya resonarán por días en tu cabeza. No obstante, ella siempre permanece en un segundo plano.

No sólo participa Alissa, también encontramos a Tomi Joutsen, vocalista de Amorphis en Needles and Kin, donde los guturales se hacen más profundos, graves y dando al tema un toque propio de la banda de Helsinki, esta vez con más protagonismo en las voces, dejando los ritmos de batería y riffs en un segundo o tercer plano debido a su poca complejidad.

Arrival es el tema elegido para continuar con la Verkligheten (obertura instrumental), donde Soilwork descarga toda la energía con un tema muy potente, con muchos cambios rítmicos y una intensidad desmesurada.

Witan cabe ser mencionada por los juegos de voces, muy del estilo a The Living Infinity, con un gran relleno armónico. También con el juego de doble voces tenemos Full Moon Shoals, donde se centran en doblar a octava las estrofas melódicas e incluso algunos guturales. Un recurso muy utilizado por Soilwork, al que añaden las respuestas a los versos que probablemente en directo queden algo desnudas.

Temas con alto nivel compositivo y bien producidos y temas que se podían haber ahorrado. Una evolución a diferentes lugares dependiendo del tema que escuches hará que quieras odiarlos o se conviertan en una banda sonora para el día a día. Quizá muy atrevidos, o quizá estén llegando donde querían. Lo que queda claro es que cada vez más lejos del Stabbing the Drama con el que todos coincidimos que era el gancho perfecto para esta banda.

Miriam Martín (The Lux Team)