SODOM – Genesis XIX (2020) Review

«Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.(Génesis, 19)

No nos encontramos ante un disco conceptual, no, pero es muy curioso como la idea de destrucción y violencia que encontramos en el pasaje de la Biblia que ha elegido Sodom para poner título a esta obra (Génesis, 19), se repite en varias de las canciones de este excelente trabajo.

O quizá no sea tan curioso ya que estamos ante un trabajo de Thrash metal, donde la agresividad y la violencia se presupone, de uno de los grupos más rudos y directos que hemos tenido la suerte de escuchar.

Y es que Sodom llevan casi cuarenta años ofreciéndonos regularmente Thrash del bueno, del que te levanta de un salto del asiento a coger un imaginario M-16, del que te hace desear que se ponga la luz verde para lanzarte en paracaídas al centro de la batalla, del que te hace renegar de todo líder, y del que te hace entrar al mosh pit como que fuera la última vez pese a estar destrozado y, probablemente, no en las mejores condiciones.  

Básicamente, una banda de la que sabes qué esperar, que siempre se ha mantenido fiel a una forma de hacer las cosas (salvando su escarceo más Death en “Taping The Vein”) y que han mostrado una regularidad digna de mención.

Según palabras del propio Tom “Angelripper” Such: “Amamos a nuestros fans y lo son todo para nosotros, pero siempre hemos hecho música estrictamente para nosotros, no importa cuánta gente compra el álbum ni cuánta viene a los conciertos.” No sé si es cierto al 100% pero desde luego es coherente con la evolución del grupo durante estos años.

¿Y qué nos encontramos en este Genesis XIX recién salido del estudio? Pues, lo primero, una portada del gran Joe Petagno digna de todo su anterior trabajo, incluidos los “Snaggletooth” de Motörhead que a los fans (y no tan fans) de la banda tanto nos gustan. Muy rica en detalles y muy Sodom al mismo tiempo. Bien empezamos.

La cosa sigue poniéndonos los dientes largos con «Blind superstition», intro añeja con partes de la época de Persecution Mania.

A continuación, podemos liberar toda la energía acumulada en el primer e introductorio track para adentrarnos en uno de los típicos cortes donde Sodom lo borda. “Sodom & Gomorrah” nos ofrece 4 minutos de destrucción musical y lírica donde podemos apreciar el gusto de la banda en recrearse en este tipo de temas. Velocidad, riffs punzantes y una apisonadora tras la batería es lo que nos espera. Mención especial para la voz de “Angelripper”, venida desde la cuenca minera del Rurh para rugir en nuestros oídos y aportar agresividad y oscuridad a la música de los teutones.

Una vez activados y listos para la guerra, pasamos a “Euthanasia”. La labor del batería desde principio de año, Toni Merkel, se hace notar desde el primer corte, pero es aquí donde marca su carácter nada más empezar la canción dejando alfombra roja al resto de componentes para que lancen un trallazo de los buenos al oyente. Resto de la banda que, todo sea dicho, tras la salida de “Bernemann” y de “Makka”, ha pasado a ser cuarteto. La incorporación de Frank Blackfire y Yorck Segatz a la guitarra hace que el sonido tenga la misma contundencia Sodom pero que se abra más posibilidades.

El solo que podemos disfrutar en el minuto 2:20 es de esos que entran en tu mente para no salir. Magistralmente “preparado” con el riff anterior, aprovecha el ofrecimiento para llevar la canción hasta las notas más punzantes, todo ello a máxima potencia. ¡Grande!

Se acerca “Genesis XIX” la cual, además de poner título a este trabajo, es una de las canciones más largas y variables del disco. Con un comienzo tétrico y oscuro va aumentando su nivel de caña con “Angelripper” desatado para luego volver a decaer y dejarnos respirar…solo por un momento. El ataque que nos espera a partir del 4:06 es de los buenos, recordándonos que esto está lejos de acabarse. Gran tema pese a no ser de los más brillantes desde mi punto de vista.

“Nicht Mehr Mein Land”, empieza contundente a más no poder para luego tener una estructura que, sin ser un medio tiempo en su totalidad, sabe ser dura sin necesidad de la velocidad desbocada con la que había comenzado el corte.

“Glock ‘n Roll” nos permite entrar en la mente de un asesino en serie con una letra dura e impactante, como no podía ser de otra manera.

“No gold or jewels grace your face

Wearing bullet holes instead”

 

“No hay oro ni joyas que adornen tu cara

Llevas agujeros de bala en su lugar”

Y llegamos a uno de los temas más completos, desde mi punto de vista: «The Harpooneer». Con una estructura similar a “Genesis XIX”, «The Harpooneer» va a dibujarnos una de las escenas culmen de “Moby Dick”, el legendario cachalote albino con mil batallas ante los arponeros más aguerridos. «The Harpooneer» dibuja el escenario a la perfección: desde un comienzo de tensa calma en mitad del mar en plena oscuridad, a pasajes de cruel lucha contra el animal para luego acabar, de nuevo, derrotado y obsesionado por una nueva oportunidad para terminar con Moby Dick. ¿Habrá quien diga que qué es eso de que Sodom componga canciones de siete minutos? Seguro que sí. Pero, del mismo modo que pienso que “Genesis XIX” se hace un poco extensa sin acabar de mostrar demasiado, creo que «The Harpooneer» es tal y como tiene que ser. Al fin y al cabo, ¡estamos hablando de Moby Dick, leches! 

En el tramo final del disco nos encontramos con auténticos trallazos marca Sodom. En «Dehumanized» somos engañados durante el primer minuto con un medio tiempo introductorio que revienta después para solo acelerar y acelerar la canción. Pocos momentos de respiro nos ofrece y los que hay son para que “Angelripper” se prepare para escupir sus excelentes y agresivas letras a velocidad del sonido. «Blackfire» y «Yogatz» cogen el testigo para hacer de las partes instrumentales una ametralladora sonora. ¿Crees que exagero? Vete al minuto 3:10 y luego me cuentas… 

«Ocult Penetrator» nos ofrece un momento de sosiego (sosiego Sodom, eso sí) para traernos un sonido propio de la era “M-16”. Tema con calidad pero que, a estas alturas del disco, pilla un poco a contrapié. Algo parecido le pasa a «Waldo & Pigpen». El tema suelto me parece magnífico. Nos presenta a dos aviadores americanos en la guerra de Vietnam que dieron cobertura a un centenar de soldados atrapados entre filas enemigas. El problema es que los 6:25 minutos pueden hacerse largos pese a la caña existente en todo momento. Tras muchas escuchas insisto en que el tema me parece un pelotazo, que quede claro.

Para acabar, dos canciones que supondrán dos puñetazos en la barbilla. El primero, «Indoctrination» con cierto toque Punk que le va fenomenal a la letra que le acompaña. Distópica, aunque perfecta para describir lo tiempos que vivimos.

Y finalmente, «Friendly Fire». Thrash de calidad pura, carne de directo. De las que gritaremos a pleno pulmón en el próximo bolo de los alemanes. No creo que nadie tenga queja de este temazo. Todo lo contrario. Si eres de Sodom, no te importará recibir su fuego amigo. En definitiva, tras los cambios de formación de los últimos tiempos (con dolorosas pérdidas para un servidor como la de “Bernemann”), ya era hora de apaciguar nuestras ansias con otro trabajo. Pese a tener algunos puntos mejorables, “Genesis XIX” es un digno heredero del sonido Sodom y del Thrash de más calidad. Tendremos que disfrutarlo en directo en cuanto se pueda.


RATE/NOTA: 7/10

 

Moröhead (The Lux Team)