SAPPHIRE EYES no son ningunos desconocidos dentro del Aor. Su líder, el teclista Niclas Olsson (Alyson Avenue, Second Heat) ha conseguido afianzar dentro del género a este proyecto en el que también cuenta con el vocalista Kimmo Blom (Leverage y Urban Tale), o sea, para nada músicos de poco calado, más bien lo contrario. Practican un Aor escandinavo de muchos quilates que no dejara indiferente a nadie. Hay un gran nivel, ya en sus dos álbumes anteriores dieron muestra de ello y en éste tercer disco que nos presentan, en pleno 2020, no va a ser menos como vais a poder comprobar. Magic Moments es su título, déjatelo bien apuntado. Para dar comienzo a este disco tenemos Still Alive, una combinación perfecta de teclados en melodías y un buen riff de guitarra, nos va a gustar ya a las primeras de cambio, pues forjan un sonido de puro Aor sencillamente fantástico. Tras el análisis posterior, caemos en la cuenta de que esta línea de temas es por donde va a discurrir el disco, lo cual ya avanzo que es una garantía para el resto de pistas.
Don´t Walk Away de comienzo algo más pausado, a fuego lento pero vivo, que va avanzando, aumentando el ritmo poco a poco, para desembocar en una eclosión musical melódica con grandes teclados y coros. Entra muy bien de primeras, como un vino de excelente añada, embriagándonos por completo tras acabar la copa en la que se nos ha servido.
En la tercera pista nos encontramos con I Never Meant To Hurt You, con una bonita sintonía de guitarra para iniciar una pieza perfectamente engarzada en su carácter más emocional. Destaca su sonido verdaderamente preciso y envolvente, puro Aor a la antigua usanza y que solo falta de ser rematado por un buen estribillo. Deseo concedido, se nota el esmero en la creación y la factura final da buena cuenta de su elaboración aplaudida desde la grada de nuestros sentidos.
Magic Moments, cuyo título es imposible que nos conduzca a engaño: un momento mágico para el Adult Oriented Rock, con unos sonidos de sintetizadores maravillosos que envuelven a las mil maravillas el tema, y donde el trabajo de voces y coros van a hacer las delicias de todos. Por detrás del muro coral, cimenta su infranqueable buen gusto un trabajo descomunal de guitarra que no hace más que arrojar, si cabe, más luz sobre un mural de artesano esmero.
Con Do You Think About Us, estamos, simplemente, ante una pieza perfecta, de finura y exquisitez dentro del género que nos ocupa. Sin muchas complicaciones, eso es cierto, donde todo encaja naturalmente, donde cada parte parece haber sido creada para ensamblarse con la siguiente sin fisuras y, donde destaca de forma ensordecedora un gran solo de guitarra.
Nos encontramos ya en la mitad del disco donde, por los mismos derroteros, rodamos sin preocupación junto a Just Leave Me, de comienzo misterioso y pausado que va cobrando colorido según avanza para desembocar en un arroyo de privativas melodías, especialmente en la estratosférica voz que reposa sobre un aura de teclados sumamente elegantes, decorando una vez más el track de forma colosal.
Bring Back The Night, sobresaliente canción donde colabora la otra ahora compañera de Olsson en Alyson Avenue, la vocalista Annete Olzon, y que se erige como uno de los temas estrella del disco. Mucho tacto y con un cuidado estribillo a dúo relanzado con gran trabajo, de nuevo, de los teclados del alma mater de ambas bandas.
As The Days Go By desprende viveza, alegría y mucha marcha ochentera para sellar nuestro pasaporte y transportarnos en su despreocupación y sin escalas, a un archipiélago aislado en el tiempo con Cutting Like A Knife, de consensuada transmisión (banda) y recepción (público). Allí tendidos en una cristalina playa de teclados omnipresentes, doramos nuestro bienestar bajo el sol radiante de Only The Night y su brisa, suave, de coros envolventes.
Si la vida es sueño y no queréis despertar, regresar a la realidad tras este viaje idílico en forma de tridente aniquila neuronas, sumérgete en el “auto-play” con All I Need Is To Hold. Una balada que hipnotiza y consigue abstraernos de la realidad con tan solo la voz de Kimmo y los teclados del maestro de ceremonias.
No quiero, pero he de volver y resumiros este fantástico plástico, y es que, si te gustaron sus anteriores producciones de pleno derecho en su certificación Aor escandinavo, encontrarás un reducto imbatible donde refugiarte de la tormenta que nos acucia en estos tiempos extraños, un lugar que ya conocías y que añoras. Si por el contrario desconocías a la banda, te sumarás a un crucero de alto nivel que podrás extender, de forma intencionada, con sus dos obras anteriores. No querrás abandonar el barco, aunque se hundiera, cuando te das cuenta de que te han convertido en adicto a su manipulación de nuestras endorfinas.
RATE/NOTA: 8/10
Roberto Martínez «Pibe» (The Lux Team)