ENGLISH REVIEW INCLUDED BELOW
“Ronnie Atkins sigue renegándose a abandonar la música y algo más. Nos devuelve otro trabajo que, literalmente, si un@ lo piensa crea sentimientos de disfrute y tristeza a partes iguales. Da vértigo solo de pensar que algún día se acabará esta genialidad.”
INTRODUCCIÓN:
(Recordaré lo que escribí hace apenas un año): RONNIE ATKINS, eterno cantante desde los inicios de la estupenda banda Pretty Maids con 16 discos a sus espaldas desde 1981 (40 años que se dicen pronto), y que personalmente, sus últimas obras (sobretodo “Kingmaker”) las considero de entre lo mejor que han hecho nunca. En la última década también fundador de Nordic Union junto al genial y polivalente Erik Martensson (Eclipse, W.E.T.), y colaborador en los 3 últimos discos de la insuperable Avantasia de Tobias Sammet. Ahora, a las puertas de dejarnos, Ronnie sigue empeñado en gastar su último aliento en una melodía, en una nota musical.
En Octubre de 2019 le diagnostican cáncer, y aunque intenta luchar contra él, un año después entra en fase 4 y la enfermedad es incurable. ¿Cómo se afronta una enfermedad en fase tan avanzada sabiendo que tu cuarto día en esta vida está a punto de acabar? Pues si ya nos respondió en su primer disco en solitario “One Shot”, de nuevo nos lo vuelve a gritar en este “Make it Count”.
Si ya se me hizo difícil convertir la anterior reseña de “One Shot” en una visión objetiva del cantante danés por no parar de recordar en cada nota su lucha, ahora se me antoja, aún más difícil si cabe, escribir con el pesar grande de un triste corazón musical.
Encomiable es una palabra que se le queda muyyyyyyy corta a Ronnie.
NUDO:
Ronnie ha calcado el estilo de trabajo de “One Shot” para este segundo disco. Esta vez, durante la primavera y verano de 2021, elaboró sus ideas que luego se las pasó a Chris Laney para que puliera y trabajara en ello.
La gran diferencia es que debido a las restricciones por Covid menos duras, Ronnie pudo reunirse con los músicos en persona y todo pudo ser algo más fluido. A parte, de que físicamente él dice que se encontró mejor.
La libertad que le proporciona el hacer un disco en solitario queda patente en la gran variedad de estilos que inundan sus canciones. No importa que una sea más Heavy, la otra más Rock, o la otra más Pop, como bien dice el danés: “Una buena canción es una buena canción”, y eso es lo que nos volvemos a encontrar en este redondo.
Básicamente, lo que nos encontramos en “Make It Count” es otro ejercicio de Hard Rock Melódico de una calidad fuera de toda duda. Canciones en las que prima una producción excelente y muy cuidada. Temas con una sensibilidad aplastante (fruto de la etapa de su vida) que erizan el vello más de una vez.
Las melodías vocales, cualquiera que haya seguido la carrera de Pretty Maids, saben que son sello y bandera de su interpretación como vocalista. Canciones como “Unsung Heroes” son obras de arte en este apartado.
Cabía esperar que este segundo disco fuese un poco más melódico que el anterior y con más carga de canciones “no tan cañeras”, y así ha sido, pero esto no es ni mejor ni peor, simplemente es una continuación lógica y creo que debiese de ser escuchado como un TODO con “One Shot”.
Seguimos encontrando canciones duras como “Rising Tide”, “Grace” o “Blood cries out”, en las que la base rítmica tiene una potencia bárbara con, siempre, la voz de Ronnie ofreciendo su mente, su cuerpo y su alma. Los teclados ambientan y ofrecen la melodía necesaria si la canción lo pide a lo largo del disco.
Los medios tiempos, que son los que más proliferan aquí, como “Remain to remind me”, “The tracks we leave behind” , “Easier to leave”, “Fallen” o “Make it count” rozan el AOR más dulce y elegante, con unas melodías de teclado sensacionales y unas guitarras suaves que ofrecen el mejor colchón que Atkins puede tener.
Las baladas también tienen su peso en temas como “Let loved lead the way” o “Easier to leave” que se queda entre dos aguas. Quizás, estos son los momentos del disco que menos me llamen la atención y pudiera haber sido más equitativo hacer dos canciones más directas, pero…¿Se le puede pedir algo más a Ronnie? ¿O ponerle algún “pero”? Pues ya respondo: NO.
“I´ve hurt myself” y “All I ask of you” son de esas cosas memorables que se van a quedar en tu cabeza varios días, y bien pudieran haber pertenecido a los Pretty Maids de los 80. Con una ejecución de guitarras y baterías sensacional, pero sobre todo, con un Ronnie que canta con una fuerza increíble si ponemos en contexto su situación.
DESENLACE:
“Make it Count” puede estar un peldaño por debajo del estupendo “One Shot”, pero hay que recibirlo y escucharlo como lo que es: una perfecta continuación de “One Shot” y la segunda parte del mejor legado que el cantante danés pueda dejarnos.
Sigue siendo el resultado de más de 40 años de vivir el Heavy Metal y el Hard Rock como muy poc@s lo han hecho. De no ser autocomplaciente, y aún en los momentos más duros, sacar la mayor de las energías. De jamás perder la ilusión por hacer buenas canciones, de saberse rodear de tan buena gente para estupendos proyectos musicales. Ronnie Atkins nunca tuvo el reconocimiento merecido a nivel popular, pero sí el reconocimiento de tod@s l@s que amamos a Pretty Maids.
Ronnie Atkins sigue renegándose a abandonar la música y algo más,. Nos devuelve otro trabajo que, literalmente, si un@ lo piensa crea sentimientos de disfrute y tristeza a partes iguales. Da vértigo solo de pensar que algún día se acabará esta genialidad.”
Gracias Ronnie, por ofrecer un año después algo que algunos creíamos impensable.
LINE UP:
Ronnie Atkins: Voz principal y coros
Chris Laney: Guitarra rítmica, teclados
Alla Sørensen: Batería
Pontus Egberg: Bajo
Morten Sandager: Teclados
Linnea Vikström Egg: Coros
John Berg: Guitarras
Olliver hartmann: Guitarras
Pontus Norgren: Guitarras
Anders Ringman: Guitarras acústicas
Samu Bodom (The Lux Team)
ENGLISH REVIEW
«Ronnie Atkins continues to refuse to give up music and then some. He returns another work that, literally, if you think about it, creates feelings of enjoyment and sadness in equal parts. It makes one dizzy just to think that someday this genius will end.»
INTRODUCTION:
(I will remember what I wrote just a year ago): RONNIE ATKINS, eternal singer from the beginning of the stupendous band Pretty Maids with 16 albums behind him since 1981 (40 years that are said soon), and that personally, his last works (especially «Kingmaker») I consider them among the best they have ever done. In the last decade he also founded Nordic Union together with the brilliant and versatile Erik Martensson (Eclipse, W.E.T.), and collaborated in the last 3 albums of Tobias Sammet’s unbeatable Avantasia. Now, at the gates of leaving us, Ronnie is still determined to spend his last breath on a melody, on a musical note.
In October 2019 he is diagnosed with cancer, and although he tries to fight it, a year later he enters stage 4 and the disease is incurable. How do you face a disease in such an advanced stage knowing that your fourth day in this life is about to end? Well, if he already answered us in his first solo album «One Shot», he shouts it again in this «Make it Count».
If it was already difficult for me to turn the previous review of «One Shot» into an objective vision of the Danish singer for not stopping to remember in each note his struggle, now I find it even more difficult to write with the great regret of a sad musical heart.
Commendable is a word that falls veryyyyyyyyyyy short for Ronnie.
KNOT:
Ronnie has copied the working style of «One Shot» for this second album. This time, during the spring and summer of 2021, he worked out his ideas which he then passed on to Chris Laney to polish and work on.
The big difference is that due to the less harsh restrictions by Covid, Ronnie was able to meet with the musicians in person and everything could be somewhat smoother. Besides, physically he says he felt better.
The freedom that making a solo album gives him is evident in the great variety of styles that flood his songs. It doesn’t matter if one is more Heavy, the other more Rock, or the other more Pop, as the Dane says: «A good song is a good song», and that is what we find in this album.
Basically, what we find in «Make It Count» is another exercise of Melodic Hard Rock of a quality beyond any doubt. Songs in which an excellent and very careful production prevails. Themes with an overwhelming sensitivity (fruit of the stage of his life) that make your hair stand on end more than once.
The vocal melodies, anyone who has followed Pretty Maids’ career, knows that they are the hallmark of her performance as a vocalist. Songs like «Unsung Heroes» are works of art in this section.
It was expected that this second album would be a little more melodic than the previous one and with more «not so hard» songs, and so it has been, but this is neither better nor worse, it is simply a logical continuation and I think it should be listened as a WHOLE with «One Shot».
We still find hard songs like «Rising Tide», «Grace» or «Blood cries out», in which the rhythmic base has a barbaric power with, always, Ronnie’s voice offering his mind, his body and his soul. The keyboards set the mood and offer the necessary melody if the song asks for it throughout the album.
The mid-tempos, which are the most prolific here, such as «Remain to remind me», «The tracks we leave behind», «Easier to leave», «Fallen» or «Make it count» are close to the sweetest and most elegant AOR, with sensational keyboard melodies and soft guitars that offer the best cushion Atkins can have.
The ballads also have their weight in songs like «Let loved lead the way» or «Easier to leave» that stays between two waters. Perhaps, these are the moments of the disc that less call my attention and it could have been more equitable to make two more direct songs, but… Is it possible to ask something more to Ronnie? Or to put some «but» to him? Well, I already answer: NO.
«I’ve hurt myself» and «All I ask of you» are one of those memorable things that will stay in your head for days, and could have belonged to the Pretty Maids of the 80s. With a sensational guitar and drum performance, but above all, with a Ronnie who sings with an incredible strength if we put his situation in context.
UNLABELLED:
«Make it Count» may be a step below the stupendous «One Shot», but it must be received and listened to for what it is: a perfect continuation of «One Shot» and the second part of the best legacy the Danish singer could leave us.
It is still the result of more than 40 years of living Heavy Metal and Hard Rock as very few have done. Of not being complacent, and even in the hardest moments, to bring out the greatest of energies. Of never losing the illusion of making good songs, of knowing how to surround himself with such good people for great musical projects. Ronnie Atkins never had the recognition he deserved at a popular level, but he did have the recognition of all of us who love Pretty Maids.
Ronnie Atkins is still refusing to give up music and something else. He gives us back another work that, literally, if you think about it, creates feelings of enjoyment and sadness in equal parts. It makes you dizzy just to think that someday this genius will end».
Thank you Ronnie, for offering a year later something that some of us thought unthinkable.