RAMONCÍN – Teatro Barceló, Madrid (2022) Crónica

Fotos: Raúl Blanco

Amor u odio, si o no, blanco o negro, con Ramoncín parece que no hay punto medio, no existen los grises, o se quiere o se le desprecia, pero lo que esta claro es que por muchas piedras que le hayan caído, y le sigan cayendo, ahí sigue reventando las salas de cualquier ciudad que pisa, y es que estamos hablando de uno de los grandes nombres del rock de nuestro país. No necesita sacar temas nuevos, tiene de sobra para cuando lo considere oportuno poner patas arriba cualquier escenario, y si hablamos de su casa, Madrid, ya no te cuento.

 

 

La tímida llegada de publico hacia entender que podíamos tener un pinchazo, pero, que va, tan pronto comenzó a sonar “Putney Bridge” ya estaba el Teatro hasta arriba con unos fans, muy Ramon, apasionados e incondicionales. La banda que acompaña al madrileño es impecable, Guss Martín (guitarra), Jota (Guitarra), Jesús Varas (teclado), Miguel Jiménez (bajo), Dani (guitarra/Mandolina/voces) Luis García (batería), Charley Gonzalbo (violín/Guitarra) que ponen una base musical al alcance de muy pocos. Resulta muy difícil confeccionar un Setlist cuando tienes una discografía como la de Ramoncín, y se escuchaban peticiones de todo tipo, pero quizás, la más solicitada, y que nos quedamos con las ganas de escuchar fue “Ángel de cuero”, otra vez será.

 

 

Durante las mas de dos horas de concierto pudimos escuchar temas de la toda su carrera, “Hola muñeca”, “Veneno”, “Como un susurro”, “Rocanrol dudua”, “Miedo a soñar” y como no podía ser, “Al límite” que conto con invitados de lujo como Paco Stanley, Kike Ruiz y Jorge Escobedo, y el himno “Hormigón, mujeres y alcohol” que termino de volar por los aires aquello. El estado de forma de Ramoncín es innegable, no da lugar a la duda, solo podemos deciros que, si sois de los que aun estáis acomplejados o influenciados por anteriores sucesos, liberéis la mente y disfrutéis en cuanto podáis de un concierto de autentico rock and roll, del de verdad, del de siempre, del que te deja con agujetas un par de días.

 

Crónica y fotos: Raúl Blanco