Recientemente ha salido a la venta el esperado nuevo disco de una de las grandes bandas del momento, Muse. Lo cierto es que entre singles y adelantos varios ya conocíamos gran parte del nuevo material de los ingleses, pero ahora al fin podemos disfrutar y valorar todo el trabajo conjunto, en su orden natural y por otra parte encajar la historia de este disco conceptual. Sí, sí, en la cima del éxito Muse han decidido descolgarse con un disco conceptual con una temática basada (aunque actualizada a estos tiempos y por supuesto con entidad propia) de alguna manera con la historia del mítico 2112 de los canadienses Rush. Y se agradece de verdad que siendo una banda de masas como son Muse sigan lanzando en sus discos canciones cargadas de espíritu crítico para abrir los ojos a la gente acerca de los oscuros intereses del poder y sus maniobras de manipulación (sutiles o descaradas) para tenernos en el redil y controlar hasta nuestra manera de pensar, o dicho de otra manera que el poder piense por nosotros y nos anule cualquier voluntad de individualismo. Por otra parte en lo musical también estamos de enhorabuena, Muse se han dejado de tratar de seducir a las masas con un exceso de comercialidad que les hizo transitar caminos poco afortunados y resueltos en 2ND LAW algo impropio de ellos la verdad, cuando se caracterizan por pulir cada tema. «Drones» solo nos trae buenas noticias de Muse, que no es poco. Podían haberse dormido en los laureles del mainstream pero no, han demostrado que todavía tienen cosas que decir y son capaces de ofrecer tan buenos discos como directos, a diferencia de otros.
El viaje por «Drones» es placentero para el oyente y sobre todo para el seguidor de Muse, aquí los encontrará en las coordenadas precisas de la banda. Mucho Rock, hasta algo de metal aderazado con pop, sonidos electrónicos, reminiscencias de Queen y Radiohead, etc… Matthew Bellamy y su mundo brillando en plenitud en este 2015 con un álbum guerrillero como acostumbra contra el poder. Un sonoro bofetón en toda la cara de los «malos», con unos Muse versátiles pero dentro de unos temas redondos, aquí no hay sobrantes ni canciones poco trabajadas o mal elegidas. Todo cuadra en su orden y por supuesto también discursos históricos para aderezar la temática como «JFK» que ofrece un extracto de la regañina que Kennedy lanzó a los periódicos norteamericanos en 1961 por como plasmaron el intento frustrado en Bahía Cochinos de invadir Cuba (regañina a los medios por parte del poder ¿os suena de algo?) El segundo corte del disco «Drill Sergeant» también va en la misma onda aunque en este caso más autoritario para anular la voluntad del protagonista del disco.
Y eso que el disco comienza con «Dead Inside»que quizá es el más claro indicador de donde venimos, de «2nd Law» pero…¡¡¡lo que hubiera lucido en ese disco este tema!!! Single también de «Drones» y llamado a conquistar radios y discotecas por su accesibilidad y enganche. «Psycho» tercer corte es de sobra conocido por todos y creo que ya se va convirtiendo en todo un clásico de la banda, más allá de su apariencia con «Uprising». Es el corte que nos devolvió la esperanza de encontrarnos a unos Muse centrados de nuevo en el rock y a fe que lo cumple. «Mercy» es uno de esos temas que atrapa también sin remedio en una onda mucho más suave y melódica. «Reapers» desde la primera vez que la escuché creo que en uno de sus directos me conquistó. Esa intro homenaje a Van Halen desemboca en uno de los temas más potentes y mejores del disco, no tiene ni un segundo de desperdicio. El final, apoteósico, como si estuvieras en uno de sus conciertos.
Que nadie se mueva todavía porque «The Handler» es otro tema destacable del disco que va in crescendo durante sus cuatro minutos y medio donde el célebre trío luce de manera soberbia su compenetración. «Defector» o cómo no su homenaje infaltable a Queen de cada disco. Da gusto como Muse saben plasmar las enseñanzas de Mercury y cía pero siempre bajo su propio prisma para nada un copia pega vacío. «Revolt» es otra canción en una onda más pop destinada a ser single y copar las radiofórmulas. «Aftermath» o la balada «Aftermath» u otro de los temas destacados del disco, vaya por delante. Sentida, cálida y emotiva. Para nada pesan los casi los seis minutos de duración. Otro tanto para Muse.
Y llegamos al punto culminante de «Drones» y donde creo que nos quería llevar Matthew Bellamy en este nuevo trabajo «The Globalist». Por algo Muse son tan grandes, diez sublimes minutos de una microhistoria dentro de la historia conceptual del disco donde la banda ofrece su faceta camaleónica con una facilidad y elegancia reseñable, todo transcurre con naturalidad, nada chirría, en este carrusel de emociones para el oyente. Y si creías que esto era poco no te pierdas el final. Nos vamos a los monasterios del siglo 21 o eso parece porque Muse se marcan para terminar despues de tanta guerra, después de tanto conflicto externo e interno unos coros gregorianos para relajar el final de un disco mas que notable. Muse vuelven a ser Muse, los hay que esperarán un nuevo paso adelante de la banda, los hay que los criticaran de lo lindo porque vuelven a sonar a ellos mismos. Incluso dirán que no tiene grandes temas este «Drones» Craso error porque estamos ante uno de los discos más completos de su carrera. El tiempo desde luego lo pondrá en su lugar y obviamente «Origin of Simmetry» nos pilló a todos por sorpresa y siempre estará en un pedestal, pero desde luego «Drones» también va a ser considerado uno de los grandes discos de su carrera. Al tiempo. Ya me gustaría a mi que Metallica, U2 y cía fueran capaces de ofrecer en la actualidad discos de este calibre, aunque sólo fuera a la mitad.
Christain Sancho ( Mr. Thunderstruck )