Corazón de león, Ricardo. Inglaterra, Islas Británicas. Rock. ¿A qué todo casa? Claaaaro. Casa con unos jóvenes veteranos que son una maravilla. No voy a hacer referencia a su pasado glorioso, porque ya la hice en la reseña de su fantástico Second Nature (leer aquí) y no es cuestión ni de repetirse ni de minusvalorar su presente. Lee Small (voz), Dennis Stratton (guitarra y coros), Steve Mann (guitarra y coros), Rocky Newton (bajo y coros) y Clive Edwards (batería y percusión) son una colección de estrellas de primer nivel y con una creatividad sin límites estilísticos ni potenciales. Presentan este The Reality Of Miracles, que me ha hecho gozar de lo lindo unas semanas y que me encantaría disfrutar en directo, cosa que, hoy por hoy, es como creer en los Reyes Magos. Trece temas grabados en 2019, en los estudios de Mann en Hannover, y producidos, mezclados y masterizados por el propio Steve. Trece joyas bien pulidas.
Salvation es su rotunda presentación instrumental, muy apta para los directos, y da paso a una tremenda y épica Thine Is the Kingdom. El sonido depurado y la increíble voz de Lee Small sacan brillo a una joya de tema, repleto de detalles de interpretación y composición. Las voces al unísono, sólo aptas para bandas con tantos cantantes, te transportan a otros tiempos. Tiempos de gloria y placer. High Plans Drifter decide mantenerte arriba, variando de lo serio a lo melódico y esperanzador con un estribillo precioso. Vaga por las altas planicies y sueña. No dejes que te bajen de la nube. Tiempo habrá para pensar y penar. Goza con los solos de guitarra first class. The Reality of Miracles da nombre al título, como podría haberlo dado otro de los cortes del álbum, porque todos lo merecerían. Aunque este suave tema, que te baja a la realidad, no desmerece tal honor. Su clase, la interpretación de Small, y todos los detalles, hacen de él uno de los más especiales y romanticones del disco. Un disco que tiene de todo, porque es un trabajo de músicos de rock haciendo lo que les sale, lo que les apetece. Y lo siguiente que les apetece es caña, fuerza, velocidad y potencia con un Five Tribes, en el que la voz nos recuerda a la de la doncella y que se alinea claramente con su estilo, bien aderezado de coros y melodía, además de guitarrazos de categoría. Hará las delicias de los más metaleros y me hace gozar a mí. Tras la fuerza viene la dulzura clásica y medieval de Behind the Wall. Efectos y composición se dan la mano para llevarte a los tiempos de la gloria y la batalla, tras los muros de la fortaleza, tan fuertes y frágiles a la vez; como la propia vida, Una preciosidad en la voz de Lee Small, bien rematada con un solo finísimo. Las guitarras al unísono y las voces dan inicio a un melódico y romántico All I Want Is You, que demuestra la versatilidad y amplitud de miras de Lionheart. Las voces de esta banda son un lujo que pocas tienen en esta medida y se nota. La calidad de la base rítmica, compuesta por Newton y Edwards, aparece en cada detalle y el dúo Stratton/ Mann hace lo que quiere, como quiere y cuando quiere, y siempre bien.
Widows suena alegre, a pesar de su título. Rítmica, llena de arreglos y con un estribillo jubiloso, poco nos hace pensar en la pérdida de tu ser más querido. Mejor, para tristezas están estos tiempos. De lo de consolar viudas ni hablamos, que es de mal gusto y demodé. Gran corte con su “all for one and one for all”.
Últimamente casi todas las bandas hacen un guiño al Este. Es normal, porque es un mercado creciente que valora, y mucho, el rock occidental. Kingdom of the East es el ejemplo. Alternando las voces y con el toque oriental que procede, se configura como el tema más curioso y una de las gemas de esta joya que es The Reality of Miracles. Outlaws of the Western World gira la brújula hacia nuestro continente y nuestros pecados. Ancestrales, inherentes a la condición humana, pero que, a veces, nos convierten en proscritos. ¡Regalos y pastelitos no! Esos eran los Phoskitos Bromas aparte, se trata de otra canción fantástica. No esperes paja ni relleno de ningún tipo en este álbum. No la hallarás, porque no la hay.
La distorsión en el hard rock es más que necesaria y Overdrive, con sus pizzicatos iniciales, lo sabe. Voz al más puro estilo AOR de los 80 y un sonido excepcional, junto con las variaciones compositivas, hacen de este tema uno de mis favoritos, y mira que es difícil elegir, entre tanto bueno. El solo sabe ser el ingrediente final. En su justa medida, para no ocultar el auténtico sabor: la canción bajo la batuta de Lee Small.
First Man, el primer hombre, es un corte más que serio. Tonos menores, y arreglos en consonancia, lo hacen destacar entre sus precedentes y la voz de Small, bien arropada por los coros y los teclados con toque clásico, nos eleva al borde del acantilado, para contemplar la blanca roca. Naves extranjeras se aproximan y no sabes con qué intención. Tal vez conquistarte, con los solos enlazados de Stratton y Mann. Déjate. Queda ya poco y no merece la pena luchar contra lo que deseas.
Still Rains on Planet Earth (Lacrimosa) es un lamento por la naturaleza perdida, con un punto de esperanza. Corte con un matiz filosófico y profundo, pero alegre y esperanzado, sobre la base de un estribillo al más puro estilo Lionheart.
Corazón de león, alma de dragón, categoría de campeón. The Reality of Miracles es una obra maestra de una banda de las que ya no quedan, de las que echarás de menos cuando no estén: Lionheart from UK, Europe, World, Universe.
Toño Martínez Mendizábal
Tracklist
01 SALVATION
02 THINE IS THE KINGDOM
03 HIGH PLAINS DRIFTER
04 THE REALITY OF MIRACLES
05 FIVE TRIBES
06 BEHIND THE WALL
07 ALL I WANT IS YOU
08 WIDOWS
09 KINGDOM OF THE EAST
10 OUTLAWS OF THE WESTERN
WORLD
11 OVERDRIVE
12 THE FIRST MAN
13 STILL IT RAINS ON PLANET EARTH (LACRIMOSA)