JOURNEY – Freedom (2022) Review

ENGLISH REVIEW INCLUDED
Journey ha sido uno de mis grupos de cabecera, casi desde que empecé en esto de la música, y, si bien encajar en su momento la partida de Steve Perry (auténtico ídolo) fue casi inasumible, he seguido siendo su fan y volviendo a ellos o, mejor dicho, no dejándolos nunca fuera de mi particular discoteca. Hasta he tenido la desfachatez (no puede llamarse de otra manera) de versionar algunos de sus himnos…Más allá de sus avatares, cambios de frontmen, de músicos y otros aconteceres, Journey ha conseguido ser siempre Journey, sonar a esa banda que inició su trayecto allá por 1973, cuyos temas principales siguen pasando de generación en generación sin caducar (mención aparte merece Don´t Stop Believin’) y que, a pesar de no ser muy prolífica en las últimas décadas (de hecho, este álbum ha visto la luz once años después que el anterior, «Eclipse»), ha ido sumando temas de gran calidad a sus grandes éxitos.

Como estamos comprobando en muchas de nuestras reseñas, el Covid 19, además de sus efectos negativos también en la música, dio la oportunidad (por puro descarte) a los creadores de componer nuevos temas que, en muchos casos, han terminado en álbumes de bastante duración, dado lo que cuesta sacar, promocionar y vender un disco en la actualidad. Todos, grandes y pequeños, debieron elegir, y lo sé de primera mano, entre sacarlos cuando se compusieron y/o grabaron, sabiendo que no podrían presentarlos debidamente, o esperar a que la pandemia diese tregua, aunque el neonato estuviese ya algo crecidito el día de su presentación en sociedad. Este es el caso de Journey, a cuyo líder, Neal Schon, le vino de perlas el confinamiento para componer, nada más y nada menos, que quince temas para su decimoquinto trabajo de estudio, Freedom. En él, junto a Schon, Jonathan Cain y Arnel Pineda, encontramos a Randy Jackson al bajo y voces, Narada Michael Walden a la batería y voces y a Jason Deralta en los coros. Además, está la colaboración de Dean Castronovo, como voz principal, en After Glow. Así es que no es extraño que el álbum comience con Together We Run, los teclados y la voz de Arnel, que se muestra algo menos aguda, pero igual de hermosa, en todo el trabajo. Los coros y la inconfundible guitarra de Schon completan una composición profunda y acertada para iniciar el trayecto.

Dont Give up on Us expresa la lucha por  una relación y brilla con la voz y todos los instrumentos al unísono. Escúchala en un buen equipo, como todo Freedom, si quieres disfrutar de sus detalles y de unos músicos y cantantes excepcionales. Goza también de Neal, más en forma que nunca, con sus innumerables ensayos cambiando de guitarra, que retransmite en sus redes sociales.  Su hermana, Still Believe in Love, sigue sus pasos y proclama, de forma rotunda y valiente, la creencia en el auténtico amor en forma de suave y dulce balada. Sutileza y los Journey más romanticones para proporcionarte un baile romántico a la luz de las velas. Seguimos con la cara buena de las relaciones con el siguiente corte, You Got the Best of Me, que no deja de ser algo muy cierto. Las relaciones sanas sacan lo mejor de nosotros mismos y este tema saca los pizzicatos del guitarrista, la base rítmica más rotunda y un corte más enérgico, aunque sin pasarse, y en la línea de la mayoría de Freedom. El resto lo hacen Pineda, Cain, Schon y el estribillo.

Llegamos al quinto, y al primer tercio del álbum, con el mismo tema de fondo y Live to Love Again centra la esperanza de la vida en volver a amar otra vez. Bonito, pero muchas veces demasiado pretencioso o tardío, aunque es el estado de ánimo del compositor y eso está clarísimo. Por eso, una balada, con el piano y las voces como protagonistas principales, se alza como uno de los highlights de Freedom. Admite que estás ante un disco de amor y disfruta sin prejuicios del tema, de la voz y del solo. Tal vez como es Neal ahora es como todos hemos sido alguna vez y algunos muchas. The Way We Used to Be vuelve la mirada atrás, con tristeza o con ternura, según tu propia experiencia, pero con un toque americano más rítmico y, tras las estrofas, explota en un estribillo de los que engrandecen una composición. La guitarra de Schon y los teclados de Cain contestan a la perfección a Arnel, que se mantiene en un tono calmado.

Come Away With Me nos aporta energía guitarrera y el primer corte más hardrockero de Freedom. Su riff omnipresente, el efecto en la voz y la base rítmica destacan para crear uno de los temas que más me gustan del disco. El solo de Neal, bien acompañado por Cain y el resto de los músicos, desemboca una vez más en el estribillo y en una subida que lleva al final de forma directa. Dean Castronovo nos regala After Glow con su dulce voz y, mientras la baqueta golpea el borde de la caja, nos enamoramos del tema y, una vez más, de la voz del batería que, además, está de vuelta en la banda y a lo grande. La combinación de su voz y la guitarra en esta canción es de lo mejor de Freedom. Con la emoción a flor de piel recibimos Let It Rain y lo hacemos con agrado. ¡Qué llueva, qué llueva, la virgen de la cueva! Qué llueva, qué apague todos los incendios y disfrutemos de otro tema potente, rotundo, con un toque de groove,  cadencia y unos coros de categoría. Dejemos que llueva y que sea lo que tenga que ser, pero que no nos falte nuestra música, la de calidad, la de verdad. Otro de los mejores.

Holdin On se presenta con una guitarra y una base rítmica muy marcadas, que dan paso a las voces, con la de Arnel Pineda en sus picos más altos de todo el álbum y los coros rellenando magistralmente. Agárrate que viene curva, porque la que viene es otra de las mejores canciones del trabajo, en mi modesta opinión. Por momentos, me recuerda una de las épocas de Kiss. Sigue la fuerza rítmica con All Day And All Night. Estarías todo el día y toda la noche escuchándolo y no serían muchas veces porque son quince temas, la gran mayoría temazos, los que conforman Freedom. Por eso, no te vayas, que viene el hit Don’t Go, al más puro estilo Journey, con sus melodías y sus estribillos excelentemente cantados y la faena rematada por la puerta grande por el mago de las seis cuerdas, Mr Neal Schon.

Permanecer unidos, si merece la pena, es siempre importante y otorga la fuerza de la manada. Eso proclama United We Stand, mientras Freedom encara el final de su trayecto (nunca mejor dicho). Lo hace con la voz de Pineda ya caliente y expresándose con pasión y profundidad. Schon contesta como sólo él sabe, pero también suenan los teclados y la base rítmica no se esconde. Melancolía en estado puro. “Now Is Forever…”, no digo más… Y la vida sigue rodando, el mundo girando y yo contando; narrando este disco cuyo penúltimo surco es Life Rolls on, un tema intimista sobre teclado, lleno de clase y en el que las voces, en especial la principal, se adueñan de la composición hasta que Schon se marca una entrada al estilo The Who, excelentemente continuada por Narada y rematada por el solo. Freedom ha ido creciendo y este tema lo demuestra. Apaga la luz y goza, por favor; son tiempos difíciles como para dejar pasar una oportunidad así.

A pesar de lo preciosa que eres, se van con Beautiful as You Are, una no menos bonita balada, que nace con la guitarra acústica y unos finos arreglos que dan paso al cuerpo del tema, romántico pero no carente de fuerza. Sin duda una dedicatoria especial. “Eres mi refugio” dicen y nos regalan un final brillante, con la batería de Narada a lo Keith Moon y la voz susurrante Arnel. Ellos también son el nuestro; una banda con su propio sello de identidad, que no nos defraudará nunca, salvo si nos hace esperar otros once años. Freedom!¡Libertad y gloria para Journey!

Toño Martínez Mendizábal

 

 

 

ENGLISH REVIEW

Journey has been one of my main groups, almost since I started in this music, and, although fitting in at the time the departure of Steve Perry (true idol) was almost unaffordable, I have continued to be their fan and return to them or, rather, never leaving them out of my particular music collection . I’ve even had the audacity (it can’t be called anything else) to cover some of their anthems…Beyond their ups and downs, changes in frontmen, musicians and other events, Journey has always managed to be Journey, to sound like that band that started its way back in 1973, whose main songs continue to pass from generation to generation without expiration (Don’t Stop Believin’ deserves a separate mention) and that, despite not being very prolific in recent decades (in fact, this album has seen the light eleven years after the previous one, Eclipse), has been adding high-quality songs to his greatest hits.

As we are verifying in many of our reviews, the Covid 19, in addition to its negative effects also on music, gave creators the opportunity (purely by default) to compose new songs that, in many cases, have ended up on albums of quite a lot. duration, given how much it costs to release, promote and sell an album today. Everyone, big and small, had to choose, and I know it firsthand, between taking them out when they were composed and/or recorded, knowing that they would not be able to present them properly, or waiting for the pandemic to give a truce, even though the newborn was already a little grown up on day of its presentation in society. This is the case of Journey, whose leader, Neal Schon, confinement came in handy to compose no more and no less than fifteen songs for his fifteenth studio album, Freedom. Along with Schon, Jonathan Cain and Arnel Pineda, we find Randy Jackson on bass and vocals, Narada Michael Walden on drums and vocals, and Jason Deralta on backing vocals. In addition, there is the collaboration of Dean Castronovo, as the main voice, in After Glow. So it is not surprising that the album begins with Together We Run, the keyboards and Arnel’s voice, which is somewhat less sharp, but just as beautiful, throughout the work. The choirs and Schon’s unmistakable guitar complete a deep and successful composition to start the journey.

Dont Give up on Us expresses the struggle for a relationship and shines with the voice and all the instruments in unison. Listen to it with a good music player, like all Freedom, if you want to enjoy its details and some exceptional musicians and singers. Enjoy Neal too, fitter than ever, with his innumerable rehearsals changing guitars, which he broadcasts on his social networks. His sister, Still Believe in Love, follows in his footsteps and boldly and boldly proclaims the belief in true love in the form of a soft, sweet ballad. She subtlety and the most romantic Journey to provide you with a romantic dance by candlelight. We continue with the good side of relations with the next cut, You Got the Best of Me, which is still very true. Healthy relationships bring out the best in ourselves and this song brings out the guitarist’s pizzicatos, the more resounding rhythmic base and a more energetic cut, although without going overboard, and in the vein of most of Freedom. The rest is done by Pineda, Cain, Schon and the chorus.

We reach the fifth song and the first third of the album, with the same theme in the background and Live to Love Again centers the hope of life in loving again. Nice, but many times too pretentious or late, although it is the mood of the composer and that is very clear. For this reason, a ballad, with the piano and the voices as main protagonists, stands as one of the highlights of Freedom. Admit that this is a love album and enjoy the theme, the voice and the solo without prejudice. Maybe the way Neal is now is the way we’ve all been once, and some many. The Way We Used to Be looks back, sadly or tenderly, depending on your own experience, but with a more rhythmic American touch and, after the verses, explodes in a chorus that makes a composition great. Schon’s guitar and Cain’s keyboards respond perfectly to Arnel, who maintains a calm tone.

Come Away With Me brings us guitar energy and the hard rock first cut of Freedom. Its omnipresent riff, the effect on the voice and the rhythmic base stand out to create one of the songs that I like the most on the album. Neal’s solo, well accompanied by Cain and the rest of the musicians, once again leads to the chorus and a rise that goes directly to the end. Dean Castronovo gives us After Glow with his sweet voice and, as the drumstick hits the edge of the snare drum, we fall in love with the song and, once again, with the drummer’s voice, who is also back in the band and in a big way. The combination of his voice and his guitar in this song is one of Freedom‘s best. With emotion on the surface, we receive Let It Rain and we do it with pleasure. Let it rain, let it rain! May it rain, may it put out all the fires and let’s enjoy another powerful, resounding song, with a touch of groove, cadence and classy choirs. Let it rain and let it be what it has to be, but let’s not miss our music, quality music, real music. Another one of the best.

Holdin On is presented with a very marked guitar and rhythmic base, which give way to the voices, with that of Arnel Pineda at its highest peaks of the entire album and the choirs filling in masterfully. Hold on tight, because the next one is another of the best songs on the album, in my humble opinion. At times, it reminds me of one of the Kiss eras. Follow the rhythmic force with All Day And All Night. You’d be listening to it all day and all night and it wouldn’t be many times because there are fifteen songs, most of them great songs, that make up Freedom. That’s why don’t go, the hit Don’t Go is coming, in the purest Journey style, with its excellently sung melodies and choruses and the work finished off with the big door by the six-string magician, Mr Neal Schon.

Sticking together, if it’s worth it, is always important and gives strength to the pack. So proclaims United We Stand, as Freedom faces the end of its journey (pun intended). He does it with Pineda’s voice already hot and expressing himself with passion and depth. Schon answers as only he knows how, but the keyboards also sound and the rhythmic base is not hidden. Pure melancholy. “Now Is Forever…”, I say no more… And life goes on rolling, the world turning and I counting; narrating this album whose penultimate groove is Life Rolls on, an intimate theme on keyboard, full of class and in which the voices, especially the main one, take over the composition until Schon marks an entrance in The Who style, excellently continued by Narada and finished off by him alone. Freedom has been growing and this song shows it. Turn off the light and enjoy, please; these are difficult times to miss an opportunity like this.

Despite how beautiful you are, they leave with Beautiful as You Are, a no less beautiful ballad, born with acoustic guitar and fine arrangements that give way to the body of the song, romantic but not lacking in strength. Without a doubt a special dedication. “You are my refuge” they say and give us a brilliant ending, with Narada’s Keith Moon-style drums and Arnel’s whispery voice. They are also ours; a band with its own stamp of identity, which will never let us down, unless it makes us wait another eleven years. Freedom! Freedom and glory for Journey!

Toño Martínez Mendizábal