Cuando las cosas se hacen con mimo, con cariño y cuando el talento está fuera de toda duda, a veces tenemos el privilegio de regalar a nuestros oídos discos de una calidad como la del que nos ocupa.
José Andrëa ha pasado por momentos difíciles en los últimos años. Serios problemas físicos mermaron sus capacidades vocales durante un tiempo. Pero ya en el concierto de presentación de su anterior obra “La Paz, donde todo es posible” en Madrid, hace unos meses, pudimos comprobar que aquello había quedado atrás. Que todo había sido un mal sueño. El mejor Andrëa estaba de vuelta. Y, madre mía cómo ha vuelto. La banda se ha marcado un disco que muy difícil será que no esté en mi top 5 de este año. Y estamos en febrero. Toda la formación al completo está en un momento dulce. Al ya citado José Andrëa las voces, le acompañan nada menos que Juan “Chino” Flores y José Rubio a las guitarras, Sergio Cisneros “Kiskilla” a los teclados, Pedro Díaz “Peri” al bajo, Teto Viejo a la batería y como incorporaciones de pleno derecho para este nuevo disco Fernando Ponce de León a la flauta y Santiago Vokram al violín.
Si algo caracteriza a José Andrëa Uróboros es la gran variedad de estilos que toca en cada uno de sus discos. Es imposible que se haga repetitivo porque cada tema es distinto al anterior. Quizá es en este tercer disco en estudio en el que han logrado una mayor cohesión entre las canciones.
La bienvenida nos la da un temazo directo, heavy, veloz y potente en el que la voz de José Andrëa ya nos da una perfecta idea de lo que nos vamos a encontrar durante el resto de la obra. “Matar al Rey” es una canción fantástica y que te engancha desde el primer instante.
“Una fábula de mí y yo” tiene una melodía maravillosa que te atrapa. Es una canción más cercana al hard rock. El estribillo es exquisito.
El tercer corte “Allá donde estés tú” es ya conocido; grabado en el directo “La Paz, donde todo es posible” y que aquí queda perfectamente integrado. De hecho, fue un adelanto del nuevo sonido que buscaba la banda. Es buen tema festivo, con estribillo coreable que, especialmente en su parte instrumental, recuerda quizá otros tiempos ya pasados de parte de la formación.
“Huir hacia delante” baja un poco la velocidad, con muchos matices folk, y con mayor y excelente protagonismo de Fernando Ponce de León a la flauta y Santiago Vokram al violín, que nos da un pequeño respiro, mientras nos sumergimos en una buena letra y un gran solo de guitarra.
Un precioso interludio de piano que, pese a su brevedad, me transmite una sensación de melancolía titulado “Sonata N1” da paso a “Ocaso”, una sensacional y deliciosa balada que, con un comienzo suave y acústico, va ganando fuerza con la entrada de la guitarra eléctrica, sin perder esa tristeza, con una maravillosa interpretación de José Andrëa. Lo que este hombre transmite con su voz muy pocos cantantes son capaces de conseguirlo. También es fantástico el trabajo de guitarras durante todo el tema, acompañando inmejorablemente y añadiendo aún más, si es posible, ese sentimiento de desazón y rabia. Impresionante.
Llegamos a la mitad del disco y regresa el hard rock. “Malaestrella”, es un corte potente, con unas líneas vocales realmente interesantes, con un José Andrëa que vuelve a regalarnos una demostración de su calidad y donde las guitarras gozan de un mayor protagonismo, que desde luego no desaprovechan en absoluto.
“Luna negra” es simplemente una obra maestra. La pieza clave del disco. Diez minutos, que transcurren como si fuera un pestañeo, de pura fantasía en un tema complejo, lleno de detalles que, pese a que en su primera escucha descoloque un poco, quizá por lo distinto de la propuesta en relación al resto del trabajo, a medida que vas disfrutando de ella más y más te va enamorando. José Andrëa da rienda suelta a sus matices vocales y hay lugar para que todos los músicos aporten su talento en una canción sublime. Brutal.
Después de un tema tan intenso como el anterior se agradece algo menos complejo. Con un inicio que recuerda mucho a “I Want Out” de Helloween , una versión renovada y mucho más veloz de “La canción de los deseos”, tema de Mägo de Oz y que ya fue rescatado en el disco debut de José Andrëa Uróboros.
José Andrëa está claro que lo ha pasado mal, con las duras críticas que recibió cuando no era capaz de demostrar todo de lo que es capaz y “Alba” es una verdadera reivindicación. Cambiando completamente de registro, pasando a un tenor lírico, da una auténtica lección. No es el mejor tenor lírico que vas a escuchar; tampoco lo pretende, pero es una delicia poder disfrutar de un tema completamente distinto, un aria a ritmo de vals compuesta por el gran Sergio Cisneros “Kiskilla” que, curiosamente, no desentona con el resto del disco y que mí, personalmente, me ha emocionado. Después de escuchar este tema, me encantaría tener la oportunidad de llevarme a mis oídos una ópera compuesta por este gran músico. Tengo una enorme curiosidad.
Vuelve la fiesta y la alegría con “Bienvenidos al Medievo”, que fue elegido como primer single y que da título al disco. Es sin duda la canción que más puntos tenía para ser escogida como adelanto porque resume perfectamente todo lo que se puede encontrar en esta obra. Por cierto, reconozco que no he podido evitar una sonrisa, ¿de nostalgia quizás? cuando he escuchado ese “cabrones” del final.
“Agua y Fuego” es una canción que apetece escuchar una y otra vez, sin aburrir. Bajando un poco el tempo, las melodías casi en fuga te atrapan, con unas muy buenas líneas vocales y una letra cuidada y un maravilloso solo de guitarra, todo ello en apenas tres minutos.
Basada en una antigua canción folk irlandesa “El último jincho” nos acompaña de nuevo a los sonidos festivos. Me han gustado especialmente los coros que hacen la réplica a la voz principal. Es un tema que invita a saltar y bailar y que en concierto tiene que funcionar, con seguridad.
Todo tiene un final y “Pequeña balada folk (tal vez la próxima vez)” es esta ocasión la que tiene ese honor. Después de tanta alegría, tanta fiesta y con momentos de tremenda intensidad, una canción relajada y más minimalista nos aporta ese breve respiro. Y digo breve con toda la intención. Porque este disco es para disfrutarlo una y otra vez.
José Andrëa Uróboros regresan con su tercer disco de estudio y cuarto de su carrera, titulado “Bienvenidos al Medievo”. Sin duda estamos ante el mejor trabajo que han publicado hasta ahora y que por méritos propios, se colará entre mis favoritos de este año. Fantástico de principio a fin.
Daniel Arriero
https://www.youtube.com/watch?v=0zmhagcP9cE