Jeff Scott Soto comenzó siendo todo un descubrimiento para mí. Continuó como uno de los más grandes de su generación, mi generación, más aun teniendo en cuenta su fascinante versatilidad. No obstante, hace ya tiempo que sé que es, y será para la historia, uno de los más grandes de siempre. No sólo por las bandas y artistas en y con los que ha participado, sino también por los estilos y subestilos que su amplio rango vocal le ha permitido dominar y, muy especialmente, por su personalísima voz, que hace del simpático neoyorkino, de ascendencia puertorriqueña, uno de los más reconocibles de todo el rock mundial. Su ética del trabajo, que le ha llevado a trabajar en más de 60 álbumes, sus numerosísimas colaboraciones y su buen trato a profesionales y fans, junto con su reivindicación de sus raíces, son otras de sus señas de identidad.
Con tal bagaje, Jeff se ha regalado, y nos ha regalado, una obra maestra; un trabajo de coleccionista que demuestra su extraordinaria madurez junto con otra de sus principales cualidades: siempre ha sabido rodearse de buenas compañías y darles su espacio ante los focos. Así, no sería justo obviar, y él no lo ha hecho, la participación en la composición y grabación del álbum de otro músico que está dejando una huella imborrable, como es el genial Alessandro Del Vecchio. De la generación de los 80 (nació en el 79), es uno de esos genios que ha tomado el relevo, portando con orgullo y maestría la antorcha del rock y cuidando que su luz, encendida por los pioneros y alimentada por tipos como Jeff Scott Soto, no se apague jamás. Alex co-compone los temas y es el responsable de los teclados, el bajo, parte de los coros y de las guitarras, en este último caso junto al virtuoso Fabrizio Sgattoni y August Zadra (guitarra solista en Between the Lines). La potencia rítmica la aporta, nada más y nada menos, que la batería de Edu Cominato. En definitiva, un dream team para un álbum completamente imprescindible. Álbum que, además, trae de regalo el directo de JSS en el Frontiers Rock Festival de 2019, que es una auténtica maravilla y nos hace disfrutar de lo que el año pasado era un gran evento y este año es un sueño. Temas como Drowning, 21st Century, Believe in Me, Soul Divine, I’ll Be Waiting o Stand Up, con la colaboración brutal de Dino Jelusick, te harán gozar de tu directo más deseado.
Wide Awake (In My Dreamland) es una colección de once temas extraordinarios por composición, interpretación y grabación. Someone to Love abre la caja de las esencias con brillantez y gusto. Todo el mundo necesita su santuario y alguien a quien amar. Casi nada. Y encima con la voz de Scott Soto, tan bien acompañada. Mystified es un tema serio sobre el poder y los hechizos del amor, con unas voces y unas guitarras alucinantes. Fuerza para Love Is Blind, cuyo solo título me pone la carne de gallina, por razones obvias, y cuyo desarrollo mantiene mi emoción a ese nivel. Tal vez, como Alex y JSS dicen, lo que necesitas está justo delante de tus ojos, o de tus oídos. Sin ti no es nada. Without You en una balada que espero pase a la historia del rock. Épica, llena de sentimiento y con una composición, arreglos e interpretación magistrales. “Créeme, el amor es todo lo que necesitamos” y “el verdadero amor nunca muere”, dicen. Os creo amigos. Necesito creeros. Difícil elegir mi “primus inter pares”. Pero puede que sea este corte.
Jeff sigue dando lecciones de amor con Lesson of Love. “Rompe los muros que niegas”, que “me estás dejando con el corazón roto”…El brillante solo de guitarra te ayudará a recomponerlo y no rendirte. Otro temazo. La fuerza medida llega con Paper Wings, una canción en la que, como en todo el álbum, el cantante brilla con luz propia y los músicos lo hacen al mismo nivel. Una gozada con su variación más obscura a mitad de tema y el despegue del solo doblado al final. Siempre hallarás un camino, aunque sea entre la niebla o la oscuridad. Love Will Find A Way y su riff serán tu brújula esta vez, mientras el bajo de Alessandro se hace escuchar entre las guitarras y la potente batería de Cominato. Reina el estribillo al más puro estilo Soto; dulce como el mazapán del mismo nombre y, como él, sin llegar a empalagar. Otro gran riff abre la puerta a Between the Lines, un tema suave para la esperanza en estos tiempos tan tristes y para curar las heridas que parecen no sanar nunca. El timbre y el estilo del neoyorkino se ven bien recompensados por el solo de August Zadra. Si vives en un sueño, no despiertes; aunque Living in a Dream es potente y no va a dejarte roncar ni un instante. Un tempo alto, una base rítmica fuerte y guitarras y teclados doblados, rematados por un solo genial, son sus principales características, JSS aparte, of course. Con slide y sonido americano da comienzo Wide Awake (In My Dreamland), la canción, que posee esos tonos arcanos que tanto gusta transitar el de Brooklyn y tanto me gusta escuchar a mí. Pasa de la suavidad a la contundencia, y de preguntarse si es todo un sueño a afirmar que tus palabras iluminan sus ojos, en sólo unos compases y con brillantez.
Y, aunque con Desperate llegamos al final de este magnífico álbum, no desesperes porque este precioso corte pasará a formar parte, como el resto de Wide Awake (In My Dreamland), del setlist y de los grandes éxitos de un genio como Jeff Scott Soto. Casi nada…Y tú lo comprarás.
Toño Martínez Mendizábal
CD 1
1. Someone to Love
2. Mystified
3. Love’s Blind
4. Without You
5. Lesson of Love
6. Paper Wings
7. Love Will Find A Way
8. Between The Lines
9. Living in A Dream
10. Wide Awake (In My Dreamland)
11. Desperate
CD2
1. Drowning (live)
2. 21St Century (live)
3. Believe In Me (live)
4. Look Inside Your Heart (live)
5. Eyes Of Love (live)
6. Band Intros (live)
7. Soul Divine (live)
8. Our Song (live)
9. Holding On (live)
10. I’ll Be Waiting (live)
11. Stand Up feat. Dino Jelusick (live)