HORA LÍMITE – Sin Rendirme (2022) Crítica

Como adelantábamos hace unos días, el pasado 3 de febrero pudimos asistir a la presentación del nuevo trabajo, tercero de su carrera, de la banda madrileña Hora Límite. El disco lleva por título “Sin Rendirme” y ha sido producido por Kike Ruiz en los estudios 16Records. La fantástica foto de portada ha sido obra de Nerea Mayor y el diseño y maquetación de Fran Macías.

Sin cambios desde su última obra, la banda está formada por la vocalista Sara Sánchez, los guitarristas Fran Macías y Jesús Troitiño, Raúl Martos al bajo y David Cortés a la batería.

Hora Límite tiene una característica digna de mención y resulta difícil de encontrar, más aún en los últimos años y es que, con tan solo tres discos a sus espaldas, ha conseguido un sonido único. Quiero decir con esto que, con solo unos segundos de escucha, puedes saber con total seguridad si un tema es de Hora Límite. No hay lugar a la confusión o a la duda. Suena a Hora Límite. Por supuesto que tiene múltiples influencias y no es que hagan algo innovador o rompedor. No, en absoluto. Es que han logrado lo que tantos grupos buscan. Sonar a ellos mismos. Siguen con esa mezcla a caballo entre el pop y el hard rock más melódico, con sutiles matices incluso de heavy. Te gustará o no lo que hacen, eso va en cada uno pero, incluso dentro de un estilo tan común, son únicos. 

El disco abre con “Disuelto en el viento”. Y desde el riff inicial percibimos esas influencias de hard rock clásico, casi AOR, con una estructura que linda con el pop. La personal voz de Sara Sánchez y una parte instrumental directa, efectiva y sin alardes innecesarios, dan buena muestra de lo que mencionaba anteriormente. Esto suena a Hora Límite y es una perfecta forma de abrir el disco.

Se moderan esas influencias de pop en “Barro y alquitrán”, segundo tema, para quedarnos casi únicamente con el hard rock melódico. A destacar el buen estribillo y un solo de guitarra sencillo pero pegadizo, que acompaña y completa el tema. 

A veces nos ponemos, o nos imponen, obstáculos que nos impiden alcanzar nuestros sueños. Pero no siempre esas dificultades son reales, sino que son influencia de una sociedad o de un entorno que no nos permite avanzar. “Barreras de humo” habla de esos miedos y de lo necesario que es dar un paso adelante. 

También hay tiempo para la diversión sin complicaciones y “Reina de la noche”, que fue escogido como single de adelanto y acompañado de un videoclip, es un tema directo y de sonido muy accesible, con un estribillo pegadizo, pensado para cantar en directo.

Más cañera e influenciada por el hard rock ochentero, es “Despierta”. Me ha gustado mucho la base rítmica presente en un tema realmente corto de duración –poco más de 2 minutos-, pero intenso.

Soy consciente de lo trillado de la expresión “tras la tempestad llega la calma” pero es que –y voy a utilizar de nuevo otra frase utilizada hasta el exceso- “aquí viene que ni pintado”. Lo siento, pero no hay mejor forma de describir el contraste que supone “Buscando sueños” con respecto a la anterior. Comenzando de manera minimalista, va evolucionando hasta convertirse en un emotivo medio tiempo en el que, al bajar las revoluciones, esa parte de pop vuelve a aflorar. A destacar la fabulosa letra, que habla del acoso escolar. Problemática que parece no tener fin y en la que todos deberíamos poner nuestro esfuerzo para llegar a solucionarla. No llega a los tres minutos. Difícil transmitir tanto en tan poco. Pues lo consigue.

Como una carta comienza la letra de “Vieja amiga”. Me gusta mucho el trabajo de guitarra en este tema. De nuevo un bonito estribillo, aunque en este caso creo que se podría haber aprovechado mejor con la incorporación de segundas voces y con una repetición más para finalizar el tema; quizá, a capela. Cuestión de gustos, sin duda, pero creo que esa melodía bien hubiera merecido un mayor protagonismo. ¿Cómo añadido para el directo y acompañado de palmas? Desde luego, no soy nadie para sugerirlo, pero ahí queda.

El hard rock clásico hace acto de presencia con “Entre rimas”, para dar paso al precioso medio tiempo “Sin rendirme”, tema que da título al disco y que contiene unas conmovedoras guitarras que parecen llorar sus notas.

El disco termina con la desenfadada y divertida “Dos y dos tercios”, que se convertirá, sin duda, en un auténtico himno para disfrutar en los directos de la banda. 

Por cierto, en la copia física del disco que hemos recibido, se acompaña de un código para acceder a un tema sorpresa en formato digital. No queremos desvelar nada, pero es simplemente maravilloso.

Formidable evolución la que ha logrado Hora Límite con su nuevo disco, titulado “Sin rendirme” que, manteniendo su sonido característico y puliendo pequeños detalles, ha acertado con el gran paso adelante que supone este trabajo en su carrera. 

Daniel Arriero