H.E.A.T + DEGREED + BLACK DIAMONDS
Sala La Riviera, Madrid, 8 Nov 2017
Crónica y fotos: Raúl Blanco
Si hay una banda que ha crecido como la espuma en popularidad con cada disco lanzado al mercado esa es sin duda H.E.A.T, si bien es cierto que también han ido adaptando su sonido a ese público que se ha ido enganchando a su música, algo que aun siendo licito, bajo mi punto de vista no es muy de alabar. En cualquier caso también hay algo innegable, y esa es la tremenda calidad de sus directos. La gira de su más reciente lanzamiento “Into the great unknown” les traía una vez más a nuestro país y esta vez además acompañados por una banda a la que teníamos muchas ganas de ver en directo Degreed y a unos noveles que apuntan maneras, Black Diamonds.
Black Diamonds fue la banda encargada de abrir la velada, sinceramente no conocía mucho al grupo y tengo que decir que han despertado en mi mucha curiosidad tras su descarga en Madrid. Un grupo con imagen, simpatía, y descaro sobre el escenario que disfrutaron y nos hicieron disfrutar mucho. Tengo la sensación de que esta gira les ha caído del cielo como un regalo y tienen clarísimo que no pueden desaprovechar la oportunidad de hacerse oír. A pesar de disfrutar tan solo de poco más de media hora dejaron un gran sabor de boca con su actuación en la que el talón de Aquiles es una voz un tanto falta de potencia. Se llevaron su ración de sinceros aplausos cuando se despidieron tras tocar el clásico de Chuck Berry “Rock and roll música”.
Tenía muchas ganas de ver a Degreed y la banda no me defraudo en absoluto. Tras comenzar con “Black Cat”, corte de su segundo álbum de estudio, enseguida se lanzaron a la promoción de su más reciente trabajo y es por ello que el set list se hizo algo extraño. Esa mezcla de cortes de sus dos primeros álbumes, algo más clásicos en cuanto a sonido, con los de “Degreed” aparecido en 2017, algo más modernito, dejo un poco descolocado al personal que no conseguía encasillar del todo a la banda. Dejo incluso desubicado a Robin, cantante y bajista del grupo, que comenzó el show en Madrid y en su tercer tema, “Sugar”, se encontraba en “Milano” como repetía una y otra vez para agitar al personal. “He cometido un enorme error, he dicho varias veces Milán, no sé qué cojones pasa conmigo ¿me perdonáis? Vamos a gritar todos ¡Fuck You Robin!” fue la forma graciosa en la que lo arreglo. A mí me gusto más la forma musical, transportándonos a su primer lanzamiento, el grandísimo “Life, Love, Loss” con el inmenso “Capture by the moment”.
Estaban sonando de maravilla, Robin Ericsson es un cantante más que destacable y la banda aunque algo falta de tablas se atrevía con los coros sin necesidad de ayudas pregrabadas. La actuación de los de Estocolmo se fue hasta los 45 minutos en los que no olvidaron ninguno de sus discos aunque fuera con un solo corte pero en el que el auténtico protagonista fue su trabajo de este 2017 con cortes como “Tomorrow”, “War o “Shakedown” entre otros. La banda se bajó del escenario con el único tema que escuchamos de “Dead but not forgotten”, el corte “Scam”, y con un buen puñado de nuevos seguidores. Gran descarga.
Ya sabéis lo que suena como bienvenida de los suecos H.E.A.T, “The heat is on” del tristemente desaparecido Glenn Frey y la banda apareciendo uno a uno reclamando su dosis de protagonismo antes de romper el hielo con el primer corte de los hasta siete temas que sonaron pertenecientes a su más reciente trabajo. Pero algo sonaba “extraño” tras escuchar los dos primeros cortes y fue el propio Erik quien desvelo el motivo “Voy a ser completamente sincero con vosotros tengo un tremendo catarro que me ha afectado a la garganta pero yo quería estar aquí, gracias a vosotros” en un tono afónico. Si antes admiraba la potencia escénica de Grönwall después de lo de esta noche aún más, no porque lo hiciera especialmente bien si no por las narices que tuvo que echarle para aguantar las casi hora y tres cuartos de show forzando hasta límites insospechados su voz, sin parar de moverse, saltando a las primeras filas del público e intentando llevar a la normalidad el concierto.
La voz de Erik iba sufriendo y su nula dosificación al respecto iba haciendo el resto, no concibe estar sobre un escenario sin dar absolutamente el 120% y por eso “1000 Miles” y “Beg Beg Beg” sonaron un tanto extrañas pero igual de salvajes que siempre porque “como me ha dicho un tío de Degreed esta tarde, colega, el rock and roll no va de cantar, va de energía. Pero después de este tour me voy a quedar como el puto Gollum” comentaba Grönwall y de eso él va más que sobrado, sin ninguna duda. Tanto es así que durante el tema se lanzó al público para que fueran llevándole de mano en mano hasta el centro de La Riviera en la que están las palmeras, quien conozca este emblemático lugar sabrá a lo que me refiero, donde subido sobre la barra intercalo “Beg Beg Beg” con fragmentos del clásico de AC/DC “Whola lotta Rosie” y el “Take another little piece of my heart” de Janis Joplin que le venía al pelo por el tono de su voz esa noche.
Claramente ganan por goleada los temas clásicos de la banda pero reconozco que me sorprendió sobremanera el ver como prácticamente la totalidad del público se conocía y cantaba de principio a fin también temas como “Redefined” o “Into the great unknown” de su controvertido nuevo disco. Y para muestra un botón, cuando llego el momento de quedarse Erik solo ante el peligro con el único acompañamiento de Jona Tee y su teclado fue cuando su voz dijo basta, se rompió por completo pero lejos de ser un problema sirvió para corroborar lo dicho anteriormente, “We rule” y “Time on our side” fueron parcialmente cantadas por el público únicamente, algo que saco a un excesivamente atrevido con sus cuerdas vocales esa noche Gronwall un “Voy a llorar, voy a llorar” dejándose caer al suelo de espaldas.
No había visto sufrir así nunca a Grönwall, y he visto a la banda unas muchas veces, los esfuerzos por arropar la voz por parte de sus compañeros Jimmy, Crash y Jona, unidos a las tristemente usuales ayudas vocales en los coros, no conseguían tapar del todo ese esfuerzo antinatural que estaban sufriendo unas cuerdas vocales castigadas que lanzaban alguna que otra nota ahogada. Lo mejor era tomárselo con algo de humor, “Sabéis lo que he descubierto, que mi voz suena como la de Little Richard cuando estoy enfermo, vamos a hacer, no sé, colegas darme un “Lucille”” y a ello que se pusieron, como pequeño regalo un fragmento de este gran clásico.
Tras agradecer al público el haberles dado el mejor show del tour hasta la fecha la banda se despide por primera vez del escenario con “Inferno”. “Shoot of redemption” le “regalo” a Erik un sujetador negro que sin ningún pudor se colocó sobre su torso desnudo y que le sirvió para bromear un buen rato antes de terminar el show metido entre publico haciendo “Living on the run”. No fue ni de lejos el mejor concierto de HEAT que yo he visto pero hay una cosa clara, el rock también es actitud y de eso esta banda tiene para dar y regalar.
Set List:
Bastard of society
Late night lady
Straigh for your heart
Mannequin show
Redefined
Into the great unknown
1000 miles
Beg Beg Beg
We rule / Time on our side
Drum Solo (“Flash” Queen cover)
Breaking the silence
Guitar Solo
Eye of the storm
In and out of trouble
Best of the broken
Inferno
Point of no return
A shoot of redemption
Living on the run