FIRMO – Rehab (2018) review

Gianluca Firmo es ante todo una persona que se formó como músico y que fue tocado con la varita de la expresión e iluminado por la estrella de creatividad. Algo que unos pocos poseen y que otros menos saben sacar al exterior. La humildad en sus comportamientos es algo que acrecienta más si cabe la figura humana y profesional de una persona tangible y cercana. Si al expresarme así pensáis que es mi amigo no puedo más que deciros que sí, y muy orgulloso me siento de poder sentirlo así.

Cuando supe de él fue en 2015 con su “Room Experience”. Aquello me dejó asombrado e hizo que me plantease hasta dónde puede llegar un músico al trabajar el aspecto compositivo. Caí de rodillas por un disco enorme al cual rendí mis respetos con una reseña (leela aquí) nacida desde lo más hondo de mi amor por la música. En aquel trabajo, que verá muy pronto su continuidad con la edición de otro nuevo, Gianluca fue el cerebro pero dejó en la garganta de David Readman la función de cantante solista. Gianluca se mantuvo sentado en el taburete de su piano, se empeñó profundamente en hacer su disco con todo tipo de soberbios detalles pero no cantó como solista. Bastante tuvo con cultivar, adornar y mecer deliciosas partes en unos temas adorables. Únicamente cantó de manera principal en una canción titulada “Only Goodnight” en la que fue David Readman quien ocupó un papel de soporte.

Gianluca Firmo ha grabado su disco en solitario, que bajo el título “Rehab» ha sido editado el pasado 19 de Octubre por Street Symphonies Records / Burning Minds Music Group en Europe. También será editada una versión japonesa en noviembre por los habituales AnderStein Music. El ingeniero de sonido Roberto Priori ha sido el encargado de los controles en los estudios PriStudio de Bolonia. Aeglos Art han puesto su granito de arena al realizar el diseño gráfico. El libreto interior del disco incorpora notas escritas por el británico periodista de rock Paul Woodward.

En este álbum en solitario Gianluca ha cantado, y lo ha hecho suave, rasgado y profundamente emocional para nuestro disfrute. Lo ha llevado a cabo tal cual es la textura de su voz, que es tremendamente particular. Ha nacido tal cual es su personalidad y se ha mostrado festivo, alegre, motivado, dedicado, intenso y divertido. La cantidad de melodías las ha entonado con esa profesionalidad y gusto que parte de su intención culta y de primera figura. Canciones como «Heart of Stone», » Cowboys Once, Cowboys Forever», «Maybe Forever» son puras pero muy estudiadas y pulidas para que al escucharlas la mente viaje y el espíritu reciba positividad.

Otras como «Didn’t Wanna Care» son inmensas de corazón y emotivas por el refinamiento y el primor que la canción esconde. Una virguería que emana, que se desnuda para deleite del más exigente y que tiene unos coros casi femeninos de Davide constantes que acompañan a la personal voz de Gianluca. Amigo mío, lo has clavado, y no creo que seas consciente, por lo prudente de tu personalidad, de lo que has compuesto y como has pintado este cuadro en forma de canción.

La alegría y el optimismo quedan reflejados también en otros temas como «Rehab» y «A Place for Judgement Day», que me ha recordado mucho al estilo Bon Jovi o, por ejemplo, con el corte «Prisoners» que para mí recoge el concepto que Alice Cooper incorporó en su aclamado disco “Trash” de 1989 donde el de Detroit incluyó temas como “Poison”, “House of Fire” o “Bed of Nails“ creados para impactar en unas listas plagadas de hit singles .

Qué barbaridad la alegría que produce escuchar el tema de titulado «Don’t Care to Call It Love». De carrerilla, y muy sencillamente, la propia inercia de una canción guiada por un 4×4 de guitarra acústica te mete de lleno en un estribillo largo para el que hay que tomar aire, porque va in crescendo cada vez más y más hasta desatarse en un suculento final. Y es que la profundidad que se extrae de cada locución hace de este disco algo único y muy pocas veces localizable. Es sentir que lo grabado se ajusta a tu piel y que la música flota para acariciar los sentidos del que se presta a caer en los arrumacos propuestos por Gianluca Firmo. La sensibilidad de un músico elevada a ese punto que llega a emocionar del mismo modo por la simpleza y por la relevancia de esas notas y melodías limpias.

No es baladí enunciar la emotividad de un artista que desgrana sus ideas con una madurez y elegancia sublimes. Un ejemplo es «Everything». Una poesía con un piano a medio tiempo para terminar metiendo la canción en una escala superior y plena de fuerza. La piel de gallina y los pelos como escarpias.

La escucha del disco es relajada y sin sobresaltos, algo que indica el gran trabajo que ha sido realizado en una composición a media luz y con el sentir de ese plato hecho a medio fuego para que coja el sabor de lo artesano y de lo casero. Sin duda, un trabajo que se encuentra en una posición diametralmente opuesta a los resultados negativos o mediocres que se obtienen cuando las prisas y la improvisación sobrevuelan la mente de un artista. El tiempo dedicado por Gianluca para atar cada fleco de sus temas ha tenido que ser exagerado porque, señor, esto es imposible que haya sido germinado en espacios libres sino que me da ha llevado mucho empeño y tantísimas horas de elaboración previo a entrar en el estudio.

Me parece haber escrito bastante de un trabajo grande, como lo es Gianluca y todo el Italian Team que son estrategas del rock melódico en ese país y que arropan siempre a este pedazo hombre y artista, una persona que supura amistad y que ha contado con una banda compuesta por Davide «Dave Rox» Barbieri en los coros, por Mattia «Noise Maker» Tedesco en las guitarras, por Nicola Iazzi en el bajo y por Daniele Valseriati a las baterías y percusiones. Esto de forma principal, pero es que como invitados especiales y de lujo ha tenido a Paul Laine haciendo coros, a Mario Percudani, a Stefano Zeni y Carlo Poddighe incluyendo guitarras, a Pier Mazzini en los teclados, a Andrea Cinelli al piano y al saxofonista Alessandro Moro.

¿Verdad que esta banda es una fastuosidad al alcance de unos pocos? Pues lo mismo pero definido y traducido por ellos en formato de música lo es este “Rehab” y las doce canciones que lo conforman. Muy recomendable.

Luis Maria Catediano

Track list:

  1. A Place For Judgement Day

  2. Heart Of Stone

  3. Shadows And Lights

  4. Maybe Forever

  5. No Prisoners

  6. Didn’t Wanna Care

  7. Unbreakable

  8. Don’t Dare To Call It Love

  9. Cowboys Once, Cowboys Forever

  10. Rehab

  11. Until Forever Comes

  12. Everything