BEAST IN BLACK – Berserker (2017)

La primera aproximación a Beast in Black es visual. Esa bestia con cabeza de león resulta familiar, igual que la tipografía, y el propio nombre. La segunda aproximación es la auditiva, y el extrañamiento crece: ¿qué banda es ésta que está imitando de forma tan descarada a Battle Beast? Cuando lees que detrás de este reciente proyecto está Anton Kabanen, caes del guindo, y todo cobra sentido.

Concebido como una versión 2.0 de la banda de finlandesa de moda, el nuevo grupo de Kabanen es una continuación lógica, consistente, de los álbumes realizados por Battle Beast hasta la fecha. Aquélla era, sobre todo, su banda, y las diferencias artísticas (así es como le llaman a no ponerse de acuerdo sobre la dirección de la banda) lo llevaron a apearse para crear su propio carro de combate.

En éste, el guitarrista y compositor deja claro que era él quien, más que cualquier otro, tenía la llave de la creatividad en la banda madre. Si bien aquélla ha seguido creciendo sin las aportaciones de su líder (Bringer of Pain ha sido un éxito de ventas), lo que se intuye en Berserker es un sonido algo más crudo, no por ello con menos gancho, y decididamente más personal. Si al cuarto álbum de Battle Beast se le podían ver las costuras de pop prefabricado, al debut de Beast in Black se le aprecia el intento de volver a una sinceridad perdida.

Canciones como “Zodd the Immortal” (el personaje ilustrado en la portada), o “The Fifth Angel” nos devuelven a lo que podemos considerar la esencia de Kabanen. La fórmula es la de siempre: heavy metal que bordea el power, con unos estribillos matadores, teclados hímnicos y unos solos de guitarra terriblemente imaginativos.

Otros cortes, como “Crazy, mad, insane”, abusan quizá del elemento electrónico, insertando ritmos con regusto de música disco y una voz sintética que a ratos parece la secuela de Mr. Roboto. En la mayoría de las ocasiones, sin embargo, estos sonidos funcionan como toque de color para dar empaque al conjunto. Aunque puede que no sea una elección del gusto de potenciales fans, la visión que Beast in Black está plasmando en su música es inequívoca, y va en buena dirección.

Acompañan a Kabanen en esta nueva aventura cuatro músicos que, a juzgar por lo escuchado, han aportado más bien poco al sonido final. El papel más complicado lo tiene el vocalista Yannis Papadopoulos, que le toca “sustituir” a dos fieras como Nitte Valo y Noora Louhimo. Y, aunque las excelencias de la primera son prácticamente imposibles de alcanzar, el cantante demuestra en cada canción tener una voz tan versátil que, en más de una ocasión (“Ghost in the rain”, por ejemplo), es fácil creer que la banda ha contado con artistas invitadas.

Aunque la honestidad no siempre tiene recompensa en la música, el de Kabanen y su banda es uno de esos casos en los que comercialidad y sinceridad se dan de la mano y sacan lo mejor de sí: un puñado de temas deudores del heavy metal clásico pero con la materia prima suficiente para crear un futuro estable. Lo dirán los meses y años venideros, pero se intuye un éxito en Beast in Black.