Valga por delante que me gustan absolutamente todos los estilos musicales evolucionados del Rock, lo mismo me gusta el Rock clásico, que el Heavy Metal, que el Metal más Extremo. Puedo sentarme a escuchar a Biffy Clyro, a Genesis, a Kamelot o a Mayhem en un mismo día, así que teniendo en base esto….si hay un estilo que me apasiona por encima de todos los demás: es el Death Metal Melódico, y más concretamente ese al que se llamó “sonido Gothenburg”.
Cuando se habla del Death Metal Sueco, a tod@s nos vienen bandas como Dark Tranquillity, In Flames, At The Gates, Carcass, Soilwork o Arch Enemy. Discos que están y estarán siempre en el Olimpo del Metal como “The Gallery”, “The Jester Race”, “Slaughter Of The Soul”, “Heartwork”, “Natural Born Chaos” o “Burning Bridges”. Discos clásicos del estilo que luego influyeron enormemente en géneros más actuales como el Metalcore, y que a su vez se influenciaron en el Metal más clásico. Pues nada viene de la nada.
Pero tras estos grandes discos y estos grandes grupos, la vida existía, salieron bandas con unas ideas y una calidad enormes, y que injustamente no recibieron el reconocimiento que se merecieron, bien sea porque su formación no fue longeva o porque fueron eclipsados por no ser tan conocidos, pero que hicieron discos a la altura de estos clásicos anteriormente citados.
En este caso, voy a hablar de dos bandas y de dos discos, pues mi experiencia de vida no me deja separarlos, porque no concibo el uno sin el otro ya que en ese momento de mi vida los dos llegaron como un soplo de aire del más caliente de los infiernos. Hablaré del “Soulburner” de Gardenian y del “Flesh-Power-Dominion” de Callenish Circle. Dos discos que si los hubiesen firmado las bandas “famosas” estaríamos hablando de sus mejores obras maestras.
Las 2 bandas tuvieron un periodo de actividad muy corto: en el caso de Gardenian se formaron en 1996 y desaparecieron en 2004 con solo 3 discos en su haber, y Callenish Circle formados en 1992 y separados en 2007 con 5 discos a sus espaldas.
Lector/a, si puedo darte un consejo, no sigas leyendo sin ponerte cada disco de los que hablo de fondo, la lectura a medida que pasan las canciones escuchándolas es una experiencia para saber si estás de acuerdo o no con lo que escribo, para ver tu punto de vista y el de un seguidor. Intenta disfrutarlos!!!
GARDENIAN – Soulburner
Corría el año 1999, el Death Melódico sueco estaba en auge, y agazapados estaban Gardenian, metidos en su caverna para salir y regalarnos este DESCOMUNAL “Soulburner”. No hay nada, ni de lejos, que se parezca a este disco, a su enorme variedad, a su propuesta en la que conjugan todos los estilos del Metal con una maestría al alcance de 4 gatos. Aquí es todo perfecto, aquí no hay fisuras, aquí hay agresividad de la buena, melodía de la buena, calidad de la mejor.
Grabado en los estudios Fredman, la producción es impecable, tiene ese aura de suciedad pero a la vez de plenitud que hacen del disco una maravilla para los oídos.
Comienza con “As a true king”, y ya de primeras aviso, pocas canciones son iguales durante el álbum. Esta primera es la devastación absoluta, trallera y en la que ya apreciamos esa producción guarreta que da gusto escuchar. También aviso…. lo de Jim Kjiel a las voces es algo desproporcionado, salido del averno. Ideal para comenzar un disco del estilo.
Sigue “Powertool”, uno de los mejores cortes del disco. La variedad en el ámbito vocal la proporciona Sabrina Khilstrand (ex-Ice Age), con unos detallitos, pero más que suficientes para hacer de la canción una maravilla. El bajo de Hakan Skoger hace de las delicias de los que escuchamos “Soulburner”, y en esta canción, literalmente se sale. Una canción que te revienta, que te atrapa y no te suelta para que te adentres en el album de la mejor manera posible.
“Deserted” nos cae de arriba como quien no puede resguardarse del temporal. La colaboración de Eric Hawk (ex-Artch) ya está presente y lo estará a lo largo del disco a partir de ahora. Una maravilla de acierto el haber contado con su colaboración y haberle ofrecido tanto minutaje a en el álbum, pues proporciona al disco el “perejil” esencial que hace al plato magnánimo.Niklas Engelin a la guitarra se descubre como un seguro de vida al hacer riffs memorables junto a Jim que compagina su guitarra con sus voces, y juntos elaboran una base de riffs demoledora. No hay por donde coger los riffs…son todos una lección del mejor Death Sueco.
“Soulburner” prosigue como la canción más oscura del disco, con esa afinación de guitarras maléfica y progresiva a la vez. Otro corte de época que define una manera de hacer las cosas. Los cambios de ritmo son impecables y en los que Tim Blom se maneja como pez en el agua detrás de la cacharrería. Evoca a los mejores tiempos de Arch Enemy con Johan Liiva, cuando los suecos eran una máquina imparable de hacer épicas canciones.
“If tomorrow’s gone” impone la belleza por primera vez en el disco. Un corte soberbio en la que Eric Hawk nos recordará a un cantante imperial del Metal….pero que hasta la siguiente canción no nos recordará de manera tan específica. La alternancia de voces limpias y guturales con este medio tiempo es perfecto. Nos puede recordar algo a lo que vino después con esa gran banda llamada Mercenary y su magnífico disco “The hours that remain”.
Y aquí viene la MARAVILLA, la absoluta BELLEZA hecha canción, en esta balada-mediotiempo-death, que uno no sabe ni como describirla: “Small Electric Space”. Este corte es y será uno de mis preferidos, no solo de Gardenian, sino de toda mi vida. No puedo dejar de emocionarme cada vez que escucho toda esa grandilocuencia en manos de Eric Hawk como si de Bruce Dickinson se tratase. Es memorable, no existe otra palabra. El inicio, el desarrollo en las estrofas….pero el estribillo….madre mía!!! qué estribillo, Eric sube con una fuerza y una garra sobrehumanas. Si alguien escucha esta canción y no llora de emoción, no le gusta el Metal, así de claro. Ni falta, ni sobra nada, todo es como un reloj suizo. Esto es ARTE!!!!
Y después de semejante corte, llega “Chaos in Flesh”, al más puro estilo At The Gates, con incansable fuerza pero con melodía. Otra maravilla del Death Sueco que ya quisieran haber firmado muchos. Si tienes una maza por casa, no la cojas, porque destrozas tu hogar.
“Ecstasy of life” es otro pepinarro de los que hacen del disco algo “fuera de lo normal”. Tiene una base de heavy clásico muy bien acentuada que desemboca en un preestribillo descomunal, de nuevo con ese dueto de voces, para acabar con un estribillo melodía “made in Gothenburg”.
“Tell the world I´m Sorry” es otra balada-mediotiempo deathmetalera (si es que existen, y sino ya la hacen ellos) que entusiasma desde los primeros acordes. Más oscura que su anterior “Small electric space” pero igual de bien compuesta. La parte gutural de Jim es de enmarcar, así como la limpia de Eric que demuestra, de nuevo, moverse a sus anchas con su voz Heavy en la base Death que Gardenian le proporciona. Los coros finales de Sabrina son la guinda que endulza un corte tan variado como acojonante. ¿Se podría pedir más variedad a un disco? Difícil.
Ya estamos en los tramos finales…y nos sumergen con “Loss”, en un toque atmosférico que hace de introducción al desenlace final.
“Black Days” es el punto final de esta obra maestra. Pudiera ser la canción más compleja del álbum, con ese rollo “oscuro y épico” en la que todo tiene cabida para meterte de lleno en el apocalipsis final. Cierras los ojos y crees estar ante una catástrofe, ante una agonía en la que hay esperanza cuando la voz de Eric te envuelve. El final de una epopeya.
“Soulburner” es el Death Metal Melódico en su máxima plenitud, el Heavy más clásico en virtud de la brutalidad de las guitarras y de su base rítmica, una obra que no tiene comparación debido a la enorme variedad que atesora. Una de esas joyas que salen a cuenta gotas en cada década. Escalaron el Everest, lo coronaron y por desgracia 2 años después lo abandonaron, pero su bandera sigue ondeando, aún hoy, al lado de otras pocas que se cuentan con los dedos de las manos. Sencillamente APOTEÓSICO.
CALLENISH CIRCLE – Flesh-Power-Dominion
Callenish Circle fue un grupo de Países Bajos que practicó de manera sublime el Death Metal Sueco. Venían de causar muy buenas sensaciones con su anterior album “Graceful…Yet Forbidding”, el cúal les puso en el candelero. Pero con esta joya llamada “Flesh-Power-Dominion”, para un servidor, alcanzaron el nivel más grande alcanzable en el estilo.
Su productor Andy Classen supo sacar un sonido limpio como pocos dentro del género, haciéndolo un disco poseedor de unas melodías de guitarra antológicas. Este disco fue lanzado en 2002 y desde la primera escucha ya se nota el potencial que no pararemos de escuchar hasta la saciedad.
Empieza con “Obey Me…” , un cañonazo de Death Melódico en toda regla, como los que suelen abrir los discos del estilo. Con unos ritmos endiablados que dan paso a un respiro de melodía muy en la onda de unos At The Gates de la época. La batería de Gavin Harte es una apisonadora que no da respiro con una ejecución de platos soberbia. La parte media en la que da un pequeño parón, no hace otra cosa que adentrarnos en un estribillo de esos tan característicos del estilo, desarrollándose con un solo de guitarra al más puro estilo clásico y que será una constante en el resto del álbum.
«For What’s It Good for…» es otro puñetazo en la cara, por si acaso pensabas que esto se iba a volver más dulce. Las melodías de guitarra de Remy Dieteren y Ronny Tyssen son absolutamente maravillosas. Con otra parte media de respiro que recuerda a muchos detalles de ese magnífico “Colony” de In Flames. Riffs de guitarras afiladísimos al más puro Thrash Alemán nos sumergen ya, sí que sí, en el disco de manera inconsciente, en el que no pararemos de disfrutar hasta el final.
“Witness your own Oblivion” no pierde para nada la agresividad demostrada en los dos primeros cortes. Patrick Savelkoul se desgañita gritando y nos ofrece una de las mejores actuaciones vocales del álbum. Fuerza, brutalidad y melodía a partes iguales es una fórmula que rara vez sale mal si se ejecuta con elegancia, y es lo que hacen Callenish Circle.
El disco avanza hacia uno de sus mejores canciones: “Take Me Along”. El riff del inicio es una cosa bárbara, y como continúa la canción es de alto calibre. Es imposible no ponerse a agitar la “Air guitar” ante tal canción. Con una gran cantidad de cambios de ritmo, fluye sin respiro, donde la melodía de bajo de Roland Schuschke es demasiado. ¡Qué barbaridad de tema! Si esto no es digno de estar en el Olimpo, que bajen los dioses y me lo cuenten.
“Bleeding” nos da ese respiro que solo un medio tiempo puede dar en este rollo. Con unos toques muy Dark Tranquillity, sobretodo por esa melodía de piano que está inconmensurable a lo largo de toda la canción. Un temazo grandísimo que encaja de manera perfecta en la mitad del álbum para ofrecer esa variedad que se necesita en discos de Metal Extremo. Para hacerlo más interesante, si cabe.
“Your final swansong” es otra de mis preferidas, otra de esas en las que sacas el lado más fiero que llevas dentro. Después de “Bleeding”, esto es lo que te pide el cuerpo. La voz está tan perfectamente conjuntada con los riffs de guitarra que parece que salga desde las propias púas.
“Suffer my desbilief” quizás sea la canción por excelencia del álbum. Estoy escribiendo estas líneas con el bello erizado solo de pensar en semajente temazo. Ya con el inicio sabes que va a ser brutal. ¡Vaya inicio!. Riffs que se clavan en tu cerebro como la tabla de multiplicar, bases demoledoras que crean un ambiente único, y unas estrofas al más puro estilo de lo mejor de In Flames, de cuando creaban discos sublimes. Lo de la batería en este corte es acojonante (permítanme soltarlo, pero es que no hay mejor adjetivo), y la melodía de bajo…en fin, juzguen ustedes.
Vamos llegando al final con “The have chosen” , que ya quisieran los Amon Amarth hacer algo de estos kilates hoy en día, con todos mis respetos como fiel seguidor a la banda vikinga. Unos pasajes en la canción diferentes que la hacen la más variada del disco.
Y sin apenas saber cómo hemos llegado, acaban con la outro“…” que da fin a un clásico del estilo.
Después el disco tiene unas bonus tracks, covers de “Pull the Plug” de los todopoderosos Death, y “When the lady smiles” de Golden Earring, que no dejan de ser anecdóticas tras haber presenciado la devastación anterior.
Una OBRA MAESTRA dentro del Death Melódico, injustamente tratada al igual que la de Gardenian, y que deja un poso en las entrañas, difícil de desaparecer a lo largo de los años. Callenish Circle llegaron al final de la escalera. ¡Siéntense y disfruten!