EL DROGAS – BARRICADA 40º Aniversario, Madrid (2022) Crónica

Fotos: Raúl Blanco

“Presta atención que vamos a salir, presta atención que salimos por aquí, no mires para otro lado no mires para otro lado…” y ya está, La Riviera se vino abajo. La fecha madrileña de la gira aniversario de Barricada de la mano de Don Enrique Villareal venia a incendiar la capital. Aunque suene a repetitivo, cada vez tengo mas claro que lo que el espectador demanda son aquellos grupos y canciones de su juventud, con las que crecieron y que están asociadas a esos recuerdos a los que nos aferramos con todas nuestras fuerzas para bien o para mal, quizás por eso sea fácilmente entendible el poder de atracción de las bandas tributo, si no se lo da el “original” pues tiramos del “Ali Express” musical. En cambio, como en esta ocasión, si lo que puedes escuchar y ver son los temas, la gran mayoría de ellos, en la voz de su interprete original pues sucede lo inevitable, que el sold out es inminente y la gira, así como los recintos, se antoja insuficiente.

 

 

No estuvo muy parlanchín El Drogas entre temas, seguramente para mantener el frenético ritmo que adquirió el show desde el primer segundo y es que miraras donde miraras no veías a nadie sin cantar, quitando el numero de “perjudicados” por el zumo de cebada, que, todo hay que decirlo, era bastante elevado, te podías cambiar de ubicación pero a buen seguro tendrías a alguien apoyándose o agarrándote a punto de “derramarse”, y si ya la ubicación era cercana a las escaleras era como una pista de patinaje aquello oigan. Pero a lo que importa, En algunos momentos se echó de menos una ayudita al bueno de Txus en las seis cuerdas, pero como no podía ser de otra forma, tanto el, como el Flako y Brigi estuvieron soberbios, son ya unos cuantos añitos juntos y eso se deja notar bien a las claras, ya sea en acústico o como en esta ocasión, llenando de himnos la noche madrileña.

 

 

El repaso a la discografía de los Barri fue total, sin dejar fuera incluso algún tema de “La tierra esta sorda” que quizás fueron los recibidos con menos entusiasmo, si es que alguno hubo así, y es que “pétalos” y “Sotanas”, por fecha de nacimiento y edad de los asistentes no tiene el peso de otras de sus compañeras de cartel como “No sé qué hacer contigo”, “Cuidado con el perro”, “Barrio conflictivo” o “Bahía de Pasaia”. Evidentemente si, sucedió lo que estáis pensando aquellos que no tuvisteis la fortuna de estar allí, y es que la ultima media hora de concierto fue una autentica locura, pensabais que no podía serlo más, yo pensaba que aquello no había forma de que superara en decibelios y locura lo vivido hasta el momento, pero si, es fue como el ya manido y sustito del mítico “a que no hay huevos” … “sujétame el cubata”. 

 

 

“Animal Caliente” dio paso, no sin antes contarnos como es su proceso por el cual le sale la voz actualmente, garganta, nariz, pasando por los dientes “que eso si que es otra historia” etc.,  al momento álgido, piel de gallina al comentarnos El Drogas que el siguiente tema es el que a él más le hacía recordarle a “EL” sobre un escenario, “EL” compuso la letra y la música, sin necesidad de pronunciar su nombre, La Riviera estallo en un grito fuerte y al mismo tiempo ahogado por la rabia del que tristemente no puede escucharlo, “BOOOONI” “BOOOOONI”, para que tratar de describir más algo que claramente sabéis como fue, “Objetivo a rendir”.  A escasos tres meses para soplar las 63 velas, me gustaría saber que tipo de pacto ha hecho con el diablo Enrique, o apostaría más porque el mismo Belcebú sea quien ha hecho el pacto con él para que no llegue allí antes de tiempo por miedo a que le monte un buen quilombo, y es que, el estado de forma física y de voz actual del navarro es impecable, apuesto a que ni el mismo si le hubieran preguntado en esos, ahora borrosos años 80, hubiera apostado por El Drogas del 2022 como esta actualmente. 

 

 

Una vez mas puedo ir a mi diario personal a escribir una nueva y brillante página de mis memorias, esa en la que un día de mayo allá por el 2022, volví a disfrutar de dos horas de temas de uno de los grupos que tienen escruto con letras de oro su nombre en la historia del rock de nuestro país de la mano de uno de sus creadores, y de que forma. Tardo mucho, muchísimo, en desvanecerse de mi cabeza aquello de “Esta noche no es, para andar por esas calles” con el que salimos todos cantando de La Riviera cuando roedores detrás del flautista de Hamelin, o, mejor dicho, del bajista de Navarra. Una muesca más, una historia más para contar, una nueva neurona de mi maltrecho cerebro ocupada con una fecha y dos horas que no quiero olvidar, al final, el disco duro se me va al infierno, y es que, soy de los que piensan que “NO HAY TREGUA”.

Crónica y fotos: Raúl Blanco