CARL DIXON – Unbroken (2019) – Review

Carl Dixon, además del extraordinario frontman de Coney Hatch, The Guess Who y miembro de April Wine, es sobre todo un superviviente. No sólo en el rock, sino especialmente en la vida misma. Tras un gravísimo accidente de coche en 2008, del que salió vivo de milagro, con múltiples lesiones, y para el que necesitó cinco meses de hospitalización y ocho años de recuperación, no se rindió. Todo lo contrario. Ha contado su experiencia en su autobiografía Strange Way to Live: A Story of Rock ‘n’ Roll Resurrection y se ha lanzado a continuar con lo que mejor sabe hacer, que es cantar, tocar y componer rock de primera.

Así, tras su incursión en el country con Whole Nothing Thing, el de Ontario está a punto de estrenar Unbroken, de la mano de los germanos AOR Heaven y de Robby Böbel (Frontline, Phantom V) a la producción y Mark Santer (Santers) y Dylan Gowan (Vesperia, Cardinal Street) a la batería. Este último, por cierto, hijo de Lawrence Gowan, vocalista de Styx.

No voy a recrearme en las consecuencias del accidente en el cuerpo de Dixon, que son varias y de gran importancia (y él mismo cuenta su experiencia en charlas motivacionales de gran interés), sólo voy a decir que da la sensación de que su alma salió fortalecida y con ella su voz, que se muestra en forma a lo largo de todo el trabajo. Desde la fina Can’t Love a Memory hasta el guitarrero Unbroken final, la voz y la capacidad de Carl para componer temas con clase no han sido destruidas por la terrible experiencia vivida. La categoría es mucha y la combinación de voz, coros y guitarras es perfecta.

Bowl Me Over, con su comienzo de guitarra y su excelente tratamiento del sonido (teclas incluidas), es uno de los cortes más quedones del álbum. Nothing Lasts Forever, es el siguiente tema y es cierto que nada dura para siempre, pero este corte, pensado para los directos, deja claro que a este frontman le queda cuerda para rato. Pero, paso a paso, como Every Step of the Way, que da otro para ascender a la cima de este gran disco, mostrando la capacidad de Dixon para fabricarse voces de distinto color con las que adornar su lienzo.

La fiesta sigue con Summer Night y las luces de los mejores ochenta iluminan la noche con su estribillo y su riff. All My Love and Hopes for You se torna profunda bajo el efecto de la guitarra y los graves iniciales de Carl. Es también suave y romántica como se desprende de su título. Pero no llega el final con This Isn’t the End, todavía hemos de disfrutar este precioso tema, sus voces, su estribillo y su guitarra. Y, si has de conducir, hazlo en condiciones. Drive Just Drive nos conduce de forma algo más hard hacia la última parte del viaje y da un viraje que, sin ser brusco, viene muy bien a estas alturas, al menos para mí.

Si te quieres jugar todo a la suerte, Roll the Dice es tu tema, ya que no tienes nada que perder. Es un lanzamiento seguro, con las frasecitas iniciales del cantante y su melodía rítmica sobre la línea del bajo. Pero, sobre todo, mantén la fe, como hizo el señor Dixon en 2008. Como hace con este Keep the Faith, cuyo título evoca tan buenos momentos vividos y por vivir.

Siempre hablamos de aves fénix del rock, pero parece que el auténtico Ave Fénix es canadiense y se llama Carl Dixon.


RATE/NOTA:
8,5/10

Toño Martínez Mendizábal

Track List

1. Can’t Love a Memory,

2. Bowl Me Over,

3. Nothing Lasts Forever

4. Every Step of the Way

5. Summer Nights

6. All My Love and Hopes For You

7. This Isn’t the End

8. Drive Just Drive

9. Roll the Dice

10. Keep the Faith

11. Unbroken