CAPTAIN BLACK BEARD: Before plastic (Dead end exit 2014)

Captain Black Beard no es un temible pirata que va a saquearos la casa, el chalé o el yate. Ni siquiera tiene una voz cazallera, como imaginabais. Tampoco os va zarandear con dos guitarras distorsionadas y una base rítmica brutal, antes de transportaros al placer hardorckero y hundiros el barco.

Captain Black Beard son cuatro chicos de Estocolmo, que deseaban tocar rock y se pusieron a ello juntos en 2009. Sakaria Björklund, a la guitarra y voces (y a la barba negra, tal vez origen del nombre); Victor Högberg, a la batería; Robert Majd al bajo y Christian Ek a la guitarra; adoran, como nos ocurre a muchos, a los grandes grupos del rock, sin descartar ninguno por salirse de etiquetas. Led Zeppelin, Aerosmith, Van Halen, AC/DC, Kiss, Journey, Boston, Y&T, Lynyrd Skynyrd, Beatles, Alice Cooper…Me explico ¿verdad? Algo que yo subscribiría sin problemas. Esa actitud aclara las sensaciones que Before Plastic, su segundo trabajo tras el que lleva su nombre, deja al escucharlo.

Please Come Home abre el álbum y demuestra que no van a faltar estrofas y estribillos aderezados por arreglos con clase, pero que tampoco echaremos de menos guitarras geniales y rotundas. No en vano, en este tema tenemos al maestro Bruce Kulick y en varios a Tommy Denander y Mats Karlsson. Somebody mezcla un comienzo con grito de guerra con un estribillo más cercano al hard rock más melódico  y, después, a un New York City que, casi con total seguridad, define el estilo ecléctico de la banda sueca. Descanso con Bad Girl y declaración de intenciones con Music Man (oh I’m a music man, hey take me as I am…) Highlight con Aiming for Love, con unas guitarras excelentes y cambio de tercio con Keep on Driving y un Shout, que comienza con batería y reminiscencias cuasimetaleras en algún pasaje. Se suceden los temas y llegamos a  Takin’ You Out, que comienza con unos acordes que nos recuerdan a los hardrockeros más famosos de N.Y.C., pero en el que los coros del estribillo suenan al más puro estilo B-52. Nos dejan con Listen Up, himno que nace con un guiño a la psicodelia, pero que crece con los arreglos, los estribillos muy presentes y las guitarras, con Tommy Denander, que serían compatibles con algo mucho más fuerte.

El disco es, como decirlo, “poco sueco”. Ni está enmarcado en el estilo de los grandes grupos de rock melódico, que se enseñorean del panorama; ni es uno de los grupos de hard rock directo de cuatro acordes bien tocados, ni uno basado en la apariencia y dedicado a captar a los más jóvenes; ni podríamos decir, con absoluto convencimiento, que es un disco de classic rock. Sin embargo, posee un poco de todo, con el denominador común de la calidad interpretativa y compositiva. Así como con un destacado  predominio de estrofas y estribillos bajo una concepción clásica.

Por todo eso, no os emocionará si estáis anclados siempre en un mismo puerto. No os deleitará si os gusta saber el final de la singladura. No moriréis de placer si os gustan los finales con sangre y barcos en el fondo del océano. Mas, si lo que buscáis son nuevas aventuras, que os recuerden a muchas de las que vivisteis pero os parezcan distintas, Before Plastic es vuestro barco y Captain Black Beard vuestro capitán. Podríais tener otro más cerca, pero eso es un sueño que no sabemos si estará a vuestro alcance.

 

Toño Martínez Mendizábal

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