He de ser sincero y en un primer momento era muy reticente a hacer esta reseña. La última vez que me puse delante de un ordenador para escribir, fue para intentar dar forma a las letras del último disco de mi grupo, Sexma, y fue todo un suplicio.
Después de pensarlo bien, decidí ponerme a ello, al fin y al cabo, es bastante más fácil expresar el estado de ánimo súbito que nos provoca la música, que desnudarse metafóricamente hablando: no hay que buscar en el interior sentimientos que, quizá, ni tú mismo sabías que tenías, uno sabe si una banda tiene algo para ti de inmediato.
Otro de los motivos por el cual rechazaba hacer la reseña (no me gusta llamarlo crítica), era porque últimamente me cuesta mucho encontrar música que me emocione y me haga retroceder a los años en los que no paraba de escuchar un disco hasta la saciedad. El último grupo que había conseguido asombrarme era Greta Van Fleet, y en menor medida el disco que hoy nos atañe.
A día de hoy es complicado encontrar trabajos que nos sorprendan y no digamos ya que innoven o creen un estilo totalmente nuevo, personalmente creo que en este mundo de la música ya está todo inventado.
Se suele menospreciar el trabajo que atesora la confección de un disco si el disco, o el grupo en cuestión, suenan a algo anteriormente, hecho o no, y a mi modo de ver, lo que realmente habría que destacar de un disco es la calidad de los temas que lo conforma. Estaremos de acuerdo en que un disco es bueno si tiene buenas canciones, y punto.
Con esta premisa como referencia y sabiendo que este disco no inventa nada nuevo, el trabajo homónimo de Brkn Love supera con creces en este sentido, a otras muchas bandas con más renombre, sobre todo teniendo en cuenta que este es su disco de debut.
Y después de este alegato intentaré animaros a que deis una oportunidad y escuchéis este muy buen primer disco de la banda canadiense Brkn Love.
Si tuviéramos que ponerle una etiqueta, diría que se trata de Hard Rock Alternativo, pudiendo encontrar reminiscencias de Audioslave, Soundgarden, Muse, Alice in Chains, King X entre otros, además de un toque personal que no sabría definir.
Cabe destacar canciones como Papercuts, que recuerda en cierta medida a King X en su vertiente más Soul, con un gran trabajo vocal.
Por otro lado, Shot Down y Files in the Honey, elegidos como primer y segundo single respectivamente, en los que tienden a rememorar a Audioslave en cuanto a su Riff principal se refiere.
Podrás encontrar en Seventeen coros en intervalo de terceras sobre la melodía principal, recurso que empleaban Alice in Chains aunque sin ese aura depresivo que estos poseían en sus canciones.
Los sonidos del Rock de Seattle vuelven a aparecer en temas como Complicated y Don’t Panic, con un riff principal y melodía de guitarra muy Nirvana, aunque el trabajo vocal en estos dos temas, evocan a los recursos de Matt Bellamy de Muse en cuanto a las florituras y giros de los que hace uso el cantante.
En I see red, y sin querer redundar demasiado en ello, sigue la estela de Muse, pero en el ámbito musical, ya que en esta ocasión las voces suenan más Hard Rock clásico de Led Zeppelin en sus estribillos.
En In Your Hands encontramos retazos de unos Soungarden en el disco Down on the upside.
Como resumen del disco, cabe destacar también los riffs estilo Tom Morello en Audioslave, pero sobre todo el gran trabajo de voz y guitarra de Justin Benlolo, frontman de la banda.
Espero que disfrutes de este gran primer disco homónimo de Brkn Love tanto como yo lo he hecho y sigo haciendo.
Igor Lope (Sexma)