AUTUMN’S CHILD – Angel’s Gate (2021) Review

Desde luego, por la puerta angelical debería entrar este Angel’s Gate de Autumn’s Child. El proyecto cambiante de Mikael Erlandsson (voz, teclados) cuenta, en esta ocasión, con Robban Bäck a la batería, Johan Strömberg al bajo, Jona Tee con sus solos de teclado en dos temas, Pontus Åkesson a la guitarra y Claes Andreasson, al piano en Don’t Ever Leave Me . Si citamos sus bandas de procedencia: Phenomena, Secret Service, Eclipse, H.E.A.T., Mustasch, Moon Safari, Heartbreak Radio…, nos damos cuenta de la magnitud del equipo formado por Erlandsson, que además produce el álbum junto con Claes Andreasson. El propio Erlandsson mezcló y masterizó el trabajo en Soundport Studio.

En cualquier caso, lo que tenemos entre manos, o mejor dicho, entre oídos, es un trabajo de una enorme clase que comienza con los brillantes teclados de Where Angels Cry, a los que se unen al unísono el resto de los instrumentos y la preciosa voz de Mikael Erlandsson adornada con el solo de Åkesson. Excelente producción, interpretación y composición para paladares delicados. Aquarius Sky nos trasporta a otra era, otros cielos en los que volar o fundirte con lo que sea que creas. No creas que podrás sacarle, como a todo el disco, toda su esencia en dos escuchas. Los arreglos, los detalles, son tantos y tan delicados que has de disfrutarlo en muchas ocasiones. Entonces gozarás plenamente de temas evocadores como éste, que presenta su estribillo a las primeras de cambio y lo acompaña y rellena con maestría compositiva e interpretativa. Podría citar muchas referencias, pero no merece la pena, porque lo que se impone es la personalidad surgida de todas ellas y de sus componentes. Excelente solo de teclado el que da paso a la parte más calmada del tema y a otro solo de la misma factura. Don’t Say it’s Love, no digas que es amor si no lo crees; mentir no es bueno y mucho menos en este tipo de asuntos. Por eso te digo que este corte es precioso y casa perfectamente con el resto. No sólo eso, sino que, con un riff muy creativo como comienzo, un sonido excelente y la voz de Mikael, en sus registros más ochenteros, se eleva como uno de los hits de Angel’s Gate, cosa harto difícil. Dice que al final del día fue llevada al paraíso. Tal vez de las manos de la voz de Erlandsson y la guitarra de Åkesson.

A Tear from the Sky nos hace pensar en el lado más poético de la lluvia, el cielo y los sentimientos, en los que Autumn’s Child se muestran como maestros. Lo hacen, en esta ocasión como en otras, de la mano del teclado y la suave voz del frontman. Los arreglos brillan y la balada, que por detalles de la voz y la composición, me recuerda en algo a los temas de La Reina, se alza un escalón más y te pone esa lágrima en la línea de salida. Excelente el trabajo conjunto. Preciosa. Recuerda que el amor no es un enemigo, aunque a veces lo parezca. Love Is not an Enemy lo hace con arte y un comienzo contundente, que es de por sí medio tema. La base rítmica, los graves y las voces son esenciales para realzar la grandeza de estrofas y estribillos. El álbum demuestra su extraordinaria capacidad para evocar lo mejor del pasado, y sus reminiscencias ochenteras, con la originalidad y los sonidos más actuales. Mikael se desata para dar paso a Pontus y el placer también lo hace para todos. El sueño de América ha estado y está en la mente de muchos. Temporal o definitivo, sueño o pesadilla, tierra de promisión o muro… Dream of America rinde tributo a la idea y sus posibilidades con este corte especial, con un toque naíf, que me encanta. Las voces y los teclados ayudan a proporcionar la dulzura sobre la que se construye la canción. Los arreglos y los aspectos más técnicos toman su merecido protagonismo y convierten a Dream of America en divina y especial. Más contundencia y guitarra para darte de pleno entre los ojos con Straight between the Eyes, su estribillo plenipotenciario y la batería de Robban Bäck sujetando todo y dando un paso más. Uno de esos temas que se te quedan a la primera, con lo difícil que es eso. Pero, anda, no me dejes nunca; no lo soportaría. Don’t Ever Leave Me es un baladón como la copa de un pino. Cimentada en los teclados y, como no, en la voz de Erlandsson, espero que no te pille un poco tocado, porque lo vas a pasar mal. Aunque eso también es disfrutar de la vida. “No me dejes nunca, ni siquiera lo intentes..” dice. Si todo va bien en lo vuestro, esta canción será la guinda, porque lo es.

Un pedazo de trabajo es este Angel’s Gate. Hasta los propios autores parecen reconocerlo con el siguiente título: A Piece of Work. Bromas aparte, en este corte con guiños más pop, y las mismas cualidades que hemos citado para sus hermanos, Mikael señala que ella es su chica. Me da que no le importaría pasear con ella por Liverpool o por las playas de California con una tabla de surf…

Lo siguiente es algo que vengo diciendo hace años, aunque muchas veces esté a punto de perder la esperanza. Sólo el amor puede salvar el mundo, si es que tiene salvación. Only Love Can Save the World también tiene esa conexión con el pop comercial, sin perder su esencia de rock melódico. “Todo está bien”, dicen, y también que necesitamos amor en este mundo solitario. Así es, y con temas como éste y su precioso estribillo es más fácil, al menos creerlo durante su duración y durante la de todo el disco.

No sé las veces que he escuchado este Angel’s Gate, pero os aseguro que más de veinte. Van a ser muchas más. Ahora nos vamos con Your Words y su teclado melancólico, sobre el que se construye una obra profunda y sentida, con la voz de Mikael más doliente. Esa voz que proclama que hiciste todo lo posible para curarle, que sólo tú estás dentro de él, que nunca quiso decepcionarte y que él hizo todo lo que pudo para ser el único; mientras la guitarra de Pontus llora sobre el gran trabajo de sus compañeros y yo sé que Angel’s Gate siempre me acompañará.

Toño Martínez Mendizábal