DIRTY WHITE BOYZ – Down and dirty (2017)

Probablemente habría sido también un gran disco, porque las canciones son muy buenas y el cantante un crack. Sin embargo, está claro que, cuando el frontman inglés Tony Mitchell (Kiss of the Gypsy, Kingdom of Deadmen) eligió Escape Music y la producción ejecutiva de Khalil Turk, acertó de pleno. Éste le recomendó rodearse de un grupo de selectos músicos, dentro del estilo, que no eran otros que Paul Hume y Neil Ogden, guitarra y batería de Demon y Lawless, Nigel Bailey, bajista de Three Lions, Bailey y Lifeline, y Jamie Crees, guitarrista de Lawless. Todos pusieron sobre la mesa (de sonido y mezclas en este caso) lo mejor de su bagaje que transita desde el classic rock al hard más potente, pasando por el rock melódico-AOR. La producción del propio Tony Mitchell, junto con Paul Hume, y la mezcla de este último, son el toque final para el álbum de una banda en la que, por si fuera poco, todos cantan.

Entrando en materia os diré que All She Wrote abre la puerta grande de este Down And Dirty, demostrando que una banda, que parece inspirarse para su nombre en el título de un tema de Foreigner, no puede estar exenta de calidad. Por esa puerta entramos y disfrutamos una canción que muestra una voz genial, una composición no menos acertada y unos músicos de categoría, perfectamente representados y en las dosis adecuadas para que los temas sean lo primero. Dynamite es lo que explota con el riff del segundo tema, subiendo en estilo hacía los escalones más hard del edificio que construyen los DWB. Guitarras y estribillos con muy buenos coros, que no restan protagonismo a la voz rockerísima de Tony, se apoyan en una base rítmica de categoría. Nos quedamos colgados con las guitarras dobladas sobre base rítmica que dan comienzo a Hangin on a Heartache, su primer vídeo y un tema de regusto clasicista, de los que hace décadas hubiesen escalado en las listas apoyándose en las voces, el estribillo sentido y la rítmica. Por cierto, los teclados en todo el álbum también son cosa del señor Mitchell que, para la demo, había grabado absolutamente todos los instrumentos y voces. Gran solo por ejecución y sonido, por cierto.

Ride with Angels es un baladón en toda regla, que recuerda las mejores del de New Jersey y muestra las posibilidades del frontman en diferentes estilos y la maestría del combo con la filigrana. « We Ride Wild Horses », dicen, y la carne de gallina no tarda en aparecer, mientras la acústica, los coros y el teclado sustentan la emoción. Teclado y guitarra abren Playing Dirty, uno de los temas más «sucios» del álbum. Es un decir, porque este quinteto es incapaz de ensuciar nada. Incluso cuando hacen un tema más directo y guitarrero respiran clase y voces de categoría. Lo mismo podemos decir del gran solo que adorna la composición y termina con una parada, para que las voces se luzcan en los directos. Nos elevamos con un Rise más melódico y suave, que pone el contrapunto a la versión más cruda de los Dirty White Boyz sin caer en la ñoñería. Voces en otros registros y otro tratamiento de los instrumentos muestran su versatilidad. Waiting for this Feeling nos devuelve a las guitarras y base rítmica más contundentes y aparece el Mitchell de voz más rasgada que tanto nos gusta, para ofrecernos un tema de tono alegre. Teclado con sonido muy especial, base rítmica contundente y guitarras nos llevan a Sanctuary. Allí encontramos un corte algo más épico con un estribillo muy bien enlazado y un solo en concordancia con lo dicho, que da paso a las cuerdas y un final espectacular, de guitarras dobladas en ascenso con un gran tratamiento del sonido.

Hell to Pay, con su comienzo guitarrero, marca el último tramo del trabajo. Lo hace con una de las canciones más cañeras de este Down and Dirty. La base rítmica apoya la voz más dura de Tony y son las seis cuerdas, bueno en este caso doce o diceciséis, para no olvidarnos del gran Nigel Bailey, las que se adueñan de todo. After the Rain es otra de las power ballads del disco. Épica en melodía y estribillo, se beneficia de que sus intérpretes saben, como en todo el trabajo, cambiar sonidos, técnicas e interpretación para, apoyados en su maestría, adaptarse a la composición. Un gran cantante, bien reforzado por los coros, hace que el conjunto brille. Tras la tormenta viene All in the Name of Rock N Roll y lo hace para llevarnos arriba, a lo más alto con su rock de alto octanaje, pleno de fuerza y positividad . El gran tratamiento del sonido, su solo y el estribillo-coros lo convierten en serio candidato para acabar los conciertos, que esperamos tener la suerte de disfrutar. Bring it on es un tema con groove, un riff y un estribillo muy quedones y la perfecta combinación de clase y fuerza que son estos Dirty White Boyz. Es sin duda, una buen guinda para un pastel que tiene muchos ingredientes distintos y un resultado estupendo, que no empalagará a nadie y pocos serán los que lo dejen en el plato. Más bien será de los que todo el mundo querrá repetir. Hazte con él y pégate un banquetazo a mi salud y a la de Dirty White Boyz.

Toño Martínez Mendizábal

Track List

  1. All She Wrote

  2. Dynamite

  3. Hangin on a Heartache

  4. Ride with Angels

  5. Playin Dirty

  6. Rise

  7. Waiting for this Feeling

  8. Sanctuary

  9. Hell to Pay

  10. After the Rain

  11. All in the Name of Rock N Roll

  12. Bring it on