TRIUMPH: Allied Forces (1981)

 Seguro que Triumph os suena a algo más que al nombre de una famosa moto…pues si muchachitos, Triumph es el nombre elegido por una de las bandas representativas del Heavy Metal y el Rock duro de América del norte en los años ochenta.

«Allied Forces» o «Thunder Seven» son los nombres de los discos por los que son conocidos los canadienses, y títulos como «Spellbound», «Magic Power» o «Follow your Heart» tres imprescindibles de la época dorada del metal americano.

Aquí a falta de «MTV» hubo de conformarse con ver alguno de los video clips de la banda en recopilaciones en «VHS» como los diferentes volúmenes del «Hard´N´Heavy» y poco más. Seguro que presenciar uno de sus conciertos allá por el 83 era toda una experiencia de Metal y melodías. Al menos en los últimos años hemos podido disfrutar del directo y «DVD» «Live at the US Festival», en el cual la banda ponía de rodillas a toda una generación de «Metal Heads» que se había congregado para disfrutar de un salvaje Maratón metálico entre los que destacaban Mötley Crüe, Quiet Riot, Van Halen y los Triumph entre otros.

Pero la banda canadiense se empezó a labrar su futuro a mediados de los setenta. Pronto sacaron los dientes al personal con su debut conocido como «Triumph Album» y más tarde como «In the Beginning», era el año 1976 y el trío de Ontario destacaba por un poderoso Rock duro heredero de sus compatriotas Rush o los Grand Funk norte americanos, aunque en sus dos siguientes trabajos «Rock and Roll Machine» y «Just a Game» fueron apareciendo otros estilos que estaban en boga durante la década setentera como el Rock Progresivo y el AOR.

El trío se las apañaba de miedo en directo, donde además del arsenal musical se encargaban de las luces y la pirotecnia, lo que casi les cuesta más de un disgusto encima del escenario. Obviamente con la llegada de discos como «Allied Forces» la cosa cambiaría totalmente para la banda, que pasó de ser un grupo de segunda fila a uno de los favoritos del público de la época.

Una de las señas de identidad de Triumph era el vocalista y guitarrista de la banda Rik Emmett. Un carismático músico de la escuela clásica que destacaba por un agudo timbre de voz que recordaba al de su compatriota Geedy Lee, y por su pericia a las seis cuerdas, dejando en no pocas canciones del repertorio de la banda su huella, tanto a la hora de crear riffs como inventar  solos de guitarra o los instrumentales, en los cuales Emmett solía salirse. Emmett además, era un consumado guitarrista tanto de  acústica como de española, algo que ha quedado patente en discos de la banda como este «Allied Forces» del que hoy os hablamos.

El álbum salió al mercado en uno de los momentos más excitantes para el público aficionado al Rock más potente. Estamos en Septiembre de 1981 y las grandes bandas de los 70 han sacado buenos discos en esa década recientemente inagurada. Judas Priest, Scorpions lo consiguen, y UFO o Thin Lizzy, que en menor medida también lo han logrado.

«Just a Game» y «Progressions of Power» han puesto a Triumph en el camino correcto…La banda lo refrenda con el sensacional «Allied Forces», uno de los clásicos por poderes de la historia del Heavy Metal, y el mejor trabajo de la banda para un servidor.

«Magic Power» y la inicial «Fool for your Love» se convierten de repente en las dos mejores canciones de la banda cuando solo han sonado dos canciones de «Allied Forces»!!!! La irresistible melodía «Power Pop» de «Magic Power» se mixtura con el AOR para ofrecernos una de las canciones más hermosas de la banda. «Fool for your Love» es más Hard Rock Blues. Ambas destacan por un sonido preciosista, con unas guitarras cuidadas al máximo, destacando las acústicas de «Magic Power» pasándole el testigo a la voz de Emmett cuando hace falta.

El tema que da título al álbum llega después de «Air Raid», introducción belicosa compuesta por el bajista Mike Levine. «Allied Forces» es un tema super metalero, ideal para el directo. Efectivo y pirotécnico en lo musical donde destaca el solo de guitarra de Rik Emmett, y por supuesto los riffs y el estribillo, que deberían estar en lo más alto del Olimpo Metálico.

«Hot Time (In this City Tonight)» es un homenaje a los fans del Rock a base de riffs a lo Chuck Berry Heavy Metalizados para ocasión tan especial, un tema menor pero efectivo en ese punto del álbum.

Luego llegan dos temas que son super característicos dentro de la historia de Triumph. «Fight The Good Fight» y «Ordinary Man». La primera empieza con una intro sinfónica que nunca abandona a la estrofa principal, la misma que se beneficia de las guitarras acústicas, hasta arribar al Heavy rocker estribillo del tema; celebre y muy recordado por los fans de Triumph.

«Ordinary Man» es un tema más pomposo, con una intro más cercana a bandas como los Styx y con un sonido a lo que esta banda americana practicaba a finales de los 70 en trabajos como «Cornerstone».

Luego llega el lucimiento de Rik Emmett en la instrumental «Pettite Etude» donde demuestra dos cosas: Ser un guitarrista con un gusto tremendo y que Steve Howe ha sido una gran influencia para este músico.

Finalmente «Say Goodbye» nos planta hasta la salida del irregular «Never Surrender» de dos años más tarde. Una canción Hard Rock que recuerda a Boston y al sonido más AOR de los Triumph de finales de la década de los setenta.

El Hijo de Ron Keel