TREAT – The Endgame (2022) Review

“TREAT” o “THE TREAT”, como se hacían llamar ellos en sus inicios, se formó en Estocolmo (Suecia) allá por el año 1982

por Robert Ernlund a la voz, Anders Wikström a la guitarra y Leif Liljegren también a las 6 cuerdas. Todos ellos ya habían estado tocando juntos en la banda “THE BOYS”; banda que grabó un único álbum y que cantaba íntegramente en sueco.

Tras ser rechazadas, por todos los sellos discográficos, sus demos bajo el nombre “THE TREAT” finalmente la fortuna iba a cambiar para “TREAT” que se forma en 1983 al mismo tiempo que el Sr. Mats “Dalton” Dahlberg se une a la banda como batería y estampan su firma con la compañía Mercury Records. 

A partir de ahí empieza una larga historia de más de 3 décadas que perfectamente se podría también escindir en 3 etapas, pero de eso hablaremos más tarde y cómo nota de tributo a esta gran banda, ahora lo que toca es ponerse en la piel de este enorme disco que nos presentan: Endgame, bajo el sello Frontiers y producido por Peter Mansson, siempre con expectativas muy elevadas y con gran ansiedad de escucha por parte de sus fans 4 años después de lanzar el álbum Tunguska. TREAT mantiene su sello y espíritu ochentero y sobre todo ese toque personal y único en la gestión melódica que les hace tan irresistibles. 

Plenamente acertados han estado en la elección de los 3 primeros singles, desde ese “Home Of The Brave” con una guitarra que cabalga al más puro estilo Thin Lizzy y sus influencias celtas tan características coronadas por un estribillo soberanamente pegadizo y bailable, pasando por “Carolina Reaper” que te pone bien las pilas y te transporta a esa época tan maravillosa de los 80´s con su puente y consecuente estribillo, tan melódicos y desenfadados a la vez, para acabar con “Freudian Slip” que muestra la cohesión del grupo desde que el Sr Applegren esboza las primeras notas con su teclado hasta que empieza a intervenir el Sr. Wikstrom que, al margen de ser un genial compositor, demuestra su solvencia en todo momento dándole a la banda ese sonido tan característico donde también destaca toda la base rítmica y es justo recalcarlo. Creo fielmente que este “Freudian Slip” resume perfectamente la dirección actual de la banda, cuando te paras a desglosar el tema hasta el más mínimo detalle, te cercioras del extenso trabajo que atesora, donde no sería de ley no alabar unas armonías vocales excelentes (Ernlund está mejor que nunca). He aquí, a la postre, la tónica en todo el resto del álbum. 

Esbozo una gran sonrisa al escuchar “Rabbit Hole” con semejante contundencia sonora en un riff de guitarra tan de marca TREAT. Un grandísimo tema de carácter más pesado y con un interludio melódico muy elegante, con esas grandes armonías vocales que comentábamos y para rematar la agudeza instrumental, un intercambio entre solo de guitarra y de teclado fantásticos. 

“Sinbiosis” me recuerda algo a “Skies of Mongolia” al inicio, aunque los tempos sean distintos. De todos modos, rápidamente, en cuanto empieza a entonar las primeras notas el Sr. Ernlund, te das cuenta de que algo grande está sucediendo. Es un tema enorme, con un gran puente melódico y un estribillo de mucho gancho. El trabajo del bajista Nalle Palhsson es de órdago. 

“Both Ends Burning” expresa fuerza y melancolía a la vez, otra vez dimensionada por una guitarra rítmica excelente con sonido moderno, grave y apoyado con unas excelentes teclas. Nuevamente gran estribillo y enorme ejecución por parte de Robert Ernlund quién sigue aportando esa personalidad tan necesaria a la banda, incluso más en este tema de onda más oscura y reflexiva.

“My Parade” tiene una connotación quizás excesivamente Pop que seguramente todavía queda más patente con los “ná, ná, ná” que florecen al final del tema, pero es casa perfectamente en el concepto del álbum y de forma muy agradable.

En la segunda parte de este magnífico “The Endgame” podemos degustar de nuevo ese plato ochentero, pero con toques modernos, en “Wake Me When It´s Over” que, tras ofrecernos una pequeña introducción de teclado, cede de nuevo la oportunidad a Wikstrom y Applegren de coger las riendas del tema hasta elevarlo al zénit bajo la tutela de la genial melodía vocal. Esta gente tiene las ideas muy claras…

“Jesus From Hollywood” con toque curioso a lo AC/DC, concretamente al tramo inicial de “Thunderstruck” y con coros angelicales curiosos, dan paso a otro gran tema de gran contundencia y progresión en su estribillo. 

En el tramo final nos encontramos con Magic” y un delicioso estribillo marca de la casa arropados por unos arreglos atmosféricos de Applegren que la endulzan en su justa medida. El solo con acústica de Wikstrom es simple y sin aspavientos. Muy agradable a la escucha, aunque también sorprendentemente ligera. “Dark To Light” retoma la senda oscura de “Both Ends Burning”. Un gran tema de ritmo pesado y enorme estribillo como si de un monumental drama se tratara. Que buenos son…

Acaba el álbum con “To The End Of Love”, tema épico y rebosante de emoción con más de 6 minutos de duración. Prosiguen las connotaciones oscuras, pero son apasionantes las melodías que destilan (Todo empieza con el teclado de Applegren en el minuto 02:50 y le sigue en el 03:26 Anders esbozando una preciosa melodía de guitarra que en el minuto 04:17 suma su apoteosis hasta el final con sus coros que te sumen en un estado de paz absoluta). 

Sinceramente TREAT es un valor seguro. La combinación de ese espíritu ochentero tan personal, conjuntamente con temas más modernos y de sendas más contundentes les hace de nuevo merecedores de una mención especial. Ojalá tengamos TREAT por muchos años porque, en esta segunda etapa, han demostrado con creces alcanzar la madurez compositiva y solidez absoluta como banda. Con más de 40 años a sus espaldas que sean capaces de mantener su ciclo creativo al más alto de su nivel y emocionándonos a cada entrega está solo al alcance de unos pocos. Con toda seguridad en el TOP de este 2022.

Ahora si os parece hablemos de las etapas que han marcado la carrera de esta longeva banda como pequeño homenaje a su dilatada experiencia:

 

80´s:

Dado que Dalton parecía tener buenos contactos con la compañía Polygram (aún recuerdo cuando me compraba cintas de cassette, mejor de cromo, ya no sólo por la portada y el productor sino, incluso, por la propia compañía discográfica) grabaron unas maquetas para ellos dado que estaban como locos por localizar una banda sueca de Hard Rock a la que poder fichar. Luego de un pequeño impasse donde el Sr Tomas Lind se unió a los aún “THE TREAT” finalmente, tras dejar este último la banda en 1984, se acabó dando forma a “TREAT” con la incursión de su sustituto (el Sr. Kenneth Siverstsson)

 

 

Con su primer álbum, Scratch & bite de 1985, TREAT empezó a forjar un reconocimiento súbito con esa onda Hard Rock con gran influencia Def Leppard o Heavy Pettin´ como en los temas “Changes”, “Too Wild” o la mismísima “No Room For Strangers” que cuenta con alguna similitud a algún tema del Pyromania… Ahí lo dejo para que lo descubráis vosotros mismos. Si habéis escuchado a la banda británica Tobruk también encontraréis ciertos paralelismos. Según cuentan por ahí, hasta el mismísimo Sr. Joey Tempest manifestó, por aquel entonces en una entrevista que el tema “Too Wild” (de gran difusión en las ondas suecas) sería todo un éxito y que el tema era tan bueno que lo hacía enojar y le alegraba al mismo tiempo. Yo pienso que el enojo de Joey llegó hasta tal punto que fue capaz de componer, en poco tiempo, ese single tan famoso que haría recular siempre a TREAT a un segundo lugar: The Final Countdown.

Debo reconocer personalmente que escuchando el Wings of Tomorrow de Europe de 1984 todavía TREAT estaba lejos de EUROPE tanto a nivel compositivo como a nivel de cohesión como banda, pero TREAT fue creciendo y demostrando que, año tras año, eran capaces de superarse y… ¡Vaya si lo hicieron!

De hecho, cuando llegó su álbum de 1986, The Pleasure Principle, empezaron a forjar ese sonido tan característico, el sonido TREAT que cuenta con la personalidad en la voz de Robert Ernlund, los coros “marca de la casa” y los riffs del Sr. Wikstrom. Si escucháis “Rev It Up” sabréis de lo que hablo. Para mí una banda que es capaz de sonar de manera personal (al margen de las influencias que siempre están ahí), tiene toda mi admiración y respeto. Desafortunadamente para TREAT, Europe volvió a la escena en ese mismo año irrumpiendo en las listas y barriendo todo como un tsunami. De hecho, había temas como “The Waiting Game” donde mucha parte de la base rítmica recuerda enormemente a los Europe de aquel entonces.  Como hemos mencionado en temas como “Rev it up”, “Lovestroke” se aprecia ese rockero festivo que se sucedería en álbumes posteriores con canciones como “Party All Over” o “You´re The One I Want”. “The Pleasure Principle” es un gran álbum con un enorme trabajo a la guitarra por parte del Sr. Wikstrom, mucho más orientado al AOR que el primer álbum, y de grandes armonías pero que salió en el peor momento posible…la sombra de The Final Countdown era muy alargada…

 

 

Llegó 1987 y, hasta quizás, como tratando de adelantarse a las huestes de Joey Tempest y compañía, TREAT editó su Dreamhunter que fue precisamente el primer álbum que escuché de ellos apenas a punto de alcanzar la mayoría de edad. ¿Qué decir de este álbum? Pues sigue demostrando que la fase evolutiva de la banda seguía en progresión creciente e incesante. La producción con respecto a los anteriores álbumes era mucho más brillante y cuidada y esa voz tan personal del Sr. Ernlund se eleva al mismísimo cielo en temas como “Sole Survivor” o “Outlaw”. Algún tema muy parejo al sonido Europe como en “Save Yourself” con ese puente tan inconfundible, pero, insisto, el sonido TREAT se seguía consolidando con temas como “World Of Promises” o esa gran balada llamada “Best Of Me” que sí, Iñigo Ortuñez, será muy azucarada, pero eriza la piel al escucharla (vaya producción, vaya voz…) Con ese “I ´ve been down this road before…” (como les gustaba a las bandas suecas las rimas con “ore”) que te deja sin sentido. ¡Baladón!

TREAT ya estaba plenamente asentado en el podio, pero, desafortunadamente y a pesar de haberse radiado hasta la saciedad ese “World Of promises” en la MTV, Europe seguía siendo una espina clavada muy difícil de extraer. Fue precisamente, durante la grabación de dicho álbum, cuando el Sr. Leif Sundin abandonó la banda y fue sustituido por Jamie Borger. 

 

 

En 1989 TREAT iba a lanzar lo que para mí es su mejor álbum de su etapa 80´s. Este Organized Crime tenía todos los ingredientes para encumbrar a TREAT en el olimpo de los dioses. En este álbum se seguía consolidando ese sonido peculiar de la banda, pero con un guiño al sonido más americano (tal y como haría Europe posteriormente en su álbum Prisioners in Paradise). Fue precisamente en ese álbum dónde podía percibir que la balanza entre ambas bandas se equilibraba.  A ese sentido que sólo TREAT le sabía dar a sus melodías; se le iba añadir un dinamismo y riffs más que solventes del Sr. Wikstrom que está simplemente inconmensurable a lo largo de la placa. El resto de la banda no se queda corta, sobre todo con el gran apoyo y simbiosis con el Sr. Applegren. Las líneas de bajo de enorme contundencia unidas a la estratosférica producción de este trabajo y el desempeño de otro nivel de Robert Ernlund hacen de temas como “Gimme One More Night”, “Conspirancy” (vaya riff al más puro estilo Dokken) o “Ready For The Taking”, auténticas obras de arte, pero todo lo que pueda decir ahora o lo que pudiera haber dicho en su momento por más que lo gritara a los cuatro vientos, desgraciadamente, no les sirvió y acabaron disolviéndose, tras el hartazgo del Sr. Wikstrom,  dado que el álbum fue una decepción a nivel comercial y la gira que hicieron en Japón resultó ser poco exitosa y que derivó en la incursión del Sr. Wikstrom en la banda de Grunge Mental Hippie Blood.

90´s:

Pero el Sr. Wikstrom no iba a renunciar y a finales de los 90 reemplazó a Ernlund por el vocalista Mats Leven (Swedish Erótica, Candlemass, Therion, Y. Malmsteen) para darle un giro absoluto a su música y de algún modo adaptarlo a las nuevas modas dentro del Hard Rock. Con este genial vocalista al más puro estilo Sleazy Hard Rock, TREAT desenfundó sus armas para presentar un álbum más que notable y con algunos trallazos dignos de mención como “Poor Man”, “Dog Day Comin´Down” o “Blood, Sweat & Love”. Gran disco, pero muy lejos de ser la banda reconocible bajo el nombre de TREAT. En ese año surgieron álbumes enormes de la talla del “Dog Eat Dog” de Warrant, “The Wild Life” de Slaughter, o el mismísimo “American Least Wanted” de Ugly kid Joe. Algo se estaba moviendo en la escena musical Hard rockera que ya empezaba a padecer la incursión de la escena Grunge de manera importante y eso también estaba afectando al sonido de las bandas que en general tomaron la senda del endurecimiento de su sonido (TNT: «Realized Fantasies» puede ser otro buen ejemplo). De hecho, muchos de los temas rechazados para este álbum fueron incluidos en el álbum de demos «Muscle In Motion” pero, también es verdad, que esta música estaba agonizando y a pesar de tener un gran nivel no estaba siendo apoyada por las compañías y muchas bandas estaban perdiendo el posicionamiento ganado a lo largo de los años

Desafortunadamente este gran álbum homónimo pasó sin pena ni gloria y llevó a la ruptura de la banda en 1993.

2000:

En el año 2006 TREAT vuelve a reunirse y lanza un álbum recopilatorio llamado Weapons Of Choice en el que se incluyen dos nuevos temas e incluso son invitados para tocar en el Sweden Rock festival, ese mismo año, con un gran éxito en su presentación. La formación, para mí sin duda la mejor, la de su álbum Organized Crime con el Sr Nalle Pahlsson al bajo.

En esta nueva etapa lanzan 3 álbumes, Coup De Grace, Ghost Of Graceland, Tunguska y sinceramente he de quitarme el sombrero ante esta banda. No han necesitado hacer cambios estilísticos enormes tal y como pudo hacer Europe desde su cambio de rumbo en el año 2004 con su “Start From The Dark” en el que empezaron a tocar otros palos con un sonido mucho más oscuro y moderno y con reminiscencias a bandas como Black Sabbath, UFO, Thin Lizzy y hasta Deep Purple, Michael Schenker, Uriah Heep o David Bowie en su “Walk The Earth”.

¿Recordáis cuando al principio hice mención a ese rol de “segundón” de TREAT vs EUROPE en los 80´s?… pues sinceramente en esta nueva etapa e insisto, sin hacer experimentos drásticos, TREAT estaba alcanzando sin lugar a duda la cima del Everest y con muchísima solvencia.

 

 

El resultado de esta trilogía es un “approach” más moderno, con una base rítmica mucho más contundente, manteniendo el sonido y espíritu ochentas de TREAT y sobre todo (y creo que queda perfectamente reflejado en el resultado) con libertad creativa y compositiva sin presiones por parte de la compañía discográfica. 

Coup De Grace es uno de los mejores álbumes de Hard Rock melódico editados en el siglo XXI. TREAT puso el listón muy alto y es un trabajo prácticamente de matrícula de honor. Luego lanzaron Ghost Of Graceland y Tunguska manteniendo ese excelente nivel y demostrando el gran estado de forma de la banda que, a mi entender, en esta nueva etapa ha logrado consolidarse del todo y que muestra una solvencia fuera de toda duda.

Tras estos 3 álbumes ya os he dejado mis impresiones sobre The Endgame, así que solo puedo decir: ¡Larga vida a estos monstruos del Hard melódico llamados TREAT!

                                                                                                           José Luis Gutiérrez 3ZKS!