THE DAMNED THINGS – High crimes (2019) review

COCKTAIL THE DAMNED THINGS:

Bebida espirituosa no recomendada para románticos empedernidos.

Sírvase lo suficientemente fría como para combatir el infierno.

Consuma sin responsabilidad.

Su origen se centra en las raíces americanas de pub sudoroso y su etiqueta toma forma de la continua intoxicación de consumir el Black Betty de RAM JAM.

  • 1/3 De sonido Sabbath: estructurado en su insaciable oscuridad, convenientemente educada para recrear atmósferas y no contaminar metálicamente en demasía su espíritu Blues Rock de inquietante agudeza. Omen o Storm Charmer pueden ser visitados como ejemplos.
  • 2/3 De aridez desértica, de insalubridad pantanosa, ambas retratadas con brillo y expuestas en marcos de regalo para tapete de familia, vistosos presentes para todos los públicos en la senda de QUEENS OF THE STONE AGE y de los CORROSION OF CONFORMITY adoptados en Deliverance: Let Me Be (Your Girl), Carry A Brick o Keep Crawling.
  • 100 x 100 de actitud Garage Rock en su cruce mestizo con el Punk más rabioso y hasta en inseminación de ciertos detalles esquizoides Noise. Aderezo constructivo servido en cuenta gotas para no ser golpeado por su crudeza innata. Cells o The Fire Is Cold.
  • Hierbas aromáticas para perfumar el caótico desmembramiento producido por monumentales riffs, hirientes, cortantes, aplicando un bálsamo efectista de estribillos Pop que rejuvenecen el transitado desvarío al que nos sumergen con una dirección sin erráticos aspavientos. Something Good, Invincible o Young Hearts.
  • Hielo duro en cubos de producción detallista, con multitud de arreglos en clave de mayor vanguardia y contemporaneidad que hacen que humee cada tema como si estuvieran recién servidos.

 

Contundencia y una vigorosa ingesta de poderío de primeras marcas donde la cabeza más visible para los metalheads, Scott Ian de ANTHRAX, quizás sea el que menos aporte del sonido de su banda madre para demostrar su versatilidad como músico. Keith Buckley a las voces de EVERYTIME I DIE, Dan Adriano de ALKALINE TRIO y Joe Trohman y Andy Hurley de FALL OUT BOY, quizás encuentren más enmienda en este supergrupo creado para el divertimento de los artistas en cuestión y que contagia al oyente con un compendio de Metal y Rock que no pasará por ser una obra maestra, pero que es tan necesario como una escapada de fin de semana a mediados de año.

Jesus Alijo «Lux»