Retomando la senda cíclica que ellos mismos se han impuesto desde The Formation Of Damnation (2008), llega a nuestras manos Titans Of Creation cuatro años después de The Brotherhood Of The Snake (2016). Si bien este último disco parecía querer evolucionar la formula de los de California, intentando equilibrar su vertiente más Thrash con su apuesta por un mayor Groove contemporáneo, el resultado, aunque óptimo, quedo lastrado parcialmente por las prisas que ellos mismos reconocieron a la hora de sentarse a escribir los temas. No obstante, la ausencia de la banda en este tiempo ha sido parcial, ya que, han girado con cierta constancia y en la piel del toro hemos podido acogerles con frecuencia, por lo que nuestra ración de porción bíblica metalizada estaba asegurada.
Aquí es donde nace una de las diferencias primordiales entre este lanzamiento y su predecesor: han encontrado más tiempo para destinarlo a mimar a su nueva criatura, lo que se refleja en unas composiciones mucho más elaboradas y con una especial atención focalizada en marcar su estilo y no abandonarlo a la intuición. En este aspecto, amén del estado de gracia en el que se hallan, el hecho de que su formación esté asentada desde hace seis años ha sido crucial. No sólo porque actualmente estemos frente a una de las agrupaciones con más talento individual de la escena, si no porque han desarrollado un espacio invisible en el que todos y cada uno de ellos se permiten dar lo mejor de sí mismos, pero que a la vez converge en un aura mayor en el que se complementan hasta extenuar sus virtudes para el paróxismo común, incluso a la hora de no delegar toda la labor compositiva en Eric Peterson.
TESTAMENT parten de sus riffs característicos, intrincados (el peso de la sensacional sección rítmica de Gene Hoglan y Steve DiGiorgio libera permisos prohibitivos para casi la mayoría de mortales) y con un mayor poso abonado en la técnica de The Formation Of Damnation, pero reubicando intensidades y tempos pretéritos que fácilmente nos retrotraen a sus tres primeras obras discográficas, puntualizando levemente la inflexión de Low (1994) y equilibrando las medidas que reformularon su receta nativa hacia las posiciones más extremas expuestas en Demonic (1997) y The Gathering (1999). Sus incursiones en el Death y Black no son fortuitas y obedecen a una necesidad de ampliar las tesituras que ofrecen tanto la labor de un equipo que no encorseta sus elevadas dotes interpretativas (perfectamente reflejada en la coproducción de Juan Urteaga, Chuck Billy y Eric Peterson y la potente mezcla/masterización de Andy Sneap), así como la recreación ambiental que exigen el tándem lírico/instrumental. Este aspecto simbiótico queda sustancialmente realzado, y eso es debido a la centralización de sus esfuerzos por sacar adelante lo mejor de sí mismos, aunque en ocasiones se auto plagien, dotando a sus letras recurrentes de ocultismo, crítica social, belicismo, la mística de realidades históricas, la distopía o la defensa de la naturaleza, del caldo de cultivo instrumental requerido para teatralizar el contexto.
Así abren fuego a discreción con Children Of The Next Level y WWIII celebrando el buen estado de salud del estilo en diferentes corrientes ya recorridas por ellos mismos y perfectamente adaptadas a su propuesta actual. Ambas muy agresivas, ambas perfectamente asimiladas.
Con Dream Deceiver entramos en un baile seductor donde palpamos el enlace Groove que iniciaron en Low con las propias influencias más metaleras del quinteto (me viene a la cabeza los primeros SCORPIONS y el He´s A Woman, She´s A Man junto a la etapa de The Ritual) para tender un puente de ligero respiro hacia su primer single, Night Of The Witch. Llegados a este punto certificamos el buen estado de salud del enorme vocalista, algún rango por debajo de sus inicios, más colérico, y sin abusar del tremendo gutural que posee, donándolo a momentos clave, además de saberse perfectamente flanqueado por las voces “blackies” de Eric Peterson, lo que añade un plus de heterogenia que realza su empresa y se erige como un monumento a las bases de sus creencias.
Inmediatamente entramos en un bloque ligeramente más experimental, aunque perfectamente engarzado en la tónica general del disco y de su carrera, propulsado por el núcleo candente de Hoglan/DiGiorgio que ejercen de directores de orquesta y manejan a su merced tanto los desacatos rítmicos en contraste con las argumentaciones tonales de cada rol guitarrístico, como la vehemencia adiestrada en los recursos utilizados por Billy. City Of Angels no oculta su culto Sabbath y su nebulosa más melódica, deslizándose hacia Ishtars Gate con sus melodías de Oriente Medio y un excepcional solo de Skolnick que tira de influencia clásica Heavy/Rock, extendiéndose a Symptons, donde JUDAS PRIEST e IRON MAIDEN acreditan tramos de pista de guitarra y bajo con cierta reminiscencia progresiva. Es en este “track” donde el guitarrista firma las letras que versan sobre las tan desconocidas enfermedades mentales, por lo que no solo ejerce una “masterclass” exuberante durante todo el redondo, sin desmerecer en ningún momento la sólida labor de Peterson, su “feeling” y las sombras armónicas que se alargan en dupla melódica, sino que demuestra su implicación necesaria para marcar un nuevo comienzo para estos veteranos.
La traca final aguarda a ser prendida sin remisión y con False Prophets y The Healers encendemos la mecha. El primer corte soporta perfectamente la auto influencia de sus primeros discos con la renovada energía de su envite “Damnation”, mientras que el segundo, cuya letra es una personal exposición de Chuck y su experiencia con la medicina natural para tratar el cáncer que padeció, retoma la influencia de los de Halford, pero en esta ocasión apareándose con destellos Speed/Black en el tratamiento de ciertos compases esenciales para que el tema brille con luz propia. Atentos al solo de guitarra con marca SEPULTURA, brutal.
Ahora sí hemos de protegernos de la metralla porque el explosivo final viene comandado por Code Of Hammurabi y Curse Of Osiris.
Es en el primero donde la ferocidad no impide que se convierta en el tema más progresivo de todo el L.P. y a la vez en el que se pueda apreciar, con mayor detalle, la increíble conexión que desprenden los de San Francisco a todos los niveles. El segundo es la detonación absoluta, una pieza tan brutal y devastadora que me cuesta recordar desde The Legacy, tanta velocidad y firmeza en su catálogo. El añadido de Peterson a las voces y su profunda huella Black enmarcan a la perfección tanto la temática lírica como el ambiente oprimente de una pirámide abandonada de la mano de la memoria. Salvajemente indispensable.
Tras la devastación cierran con Catacombs, una pieza instrumental que se asemeja al ambiente desolado, apocalíptico, de la zona cero que resta de nuestras neuronas en esta aniquilación sónica. Si os suena de algo será porque habréis disfrutado de la banda en algún tramo de la gira de The Brotherhood Of The Snake, ya que la utilizaban como intro.
He de reconocer que la escucha inicial no me resultó cómoda, pero en estos momentos puedo afirmar que estamos ante uno de los mejores trabajos de la banda en toda su discografía, ya que en este en este décimo tercer álbum aglutinan pedazos de su historia manuscrita en una baliza rescatada del futuro que siempre han pretendido.
Tan sólo puedo darles la enhorabuena por su titánica labor y desearles una recuperación absoluta de la plaga actual que nos confina en nuestros hogares, y que también ha golpeado a los de la Bay Area.
LO MEJOR: La compenetración de sus miembros en la escritura y su posterior ejecución de élite, aderezada por una exquisita labor técnica a los controles y presentada al mundo con un envoltorio artístico superlativo esculpido por Eliran Karton.
Lo peor: Cierta linealidad que proviene del calco evolutivo a su propia leyenda.
RATE/NOTA: 8,4/10
Jesús Alijo «Lux»
Formación:
Chuck Billy – voz
Eric Peterson – guitarra, voz
Alex Skolnick – guitarra
Steve DiGiorgio – bajo
Gene Hoglan – batería.
Tracklist:
1.- Children Of The Next Level
2.- WWIII
3.- Dream Deciever
4.- Night Of The Witch
5.- City Of Angels
6.- Ishtars Gate
7.- Symptoms
8.- False Prophet
9.- The Healers
10.- Code Of Hammurabi
11.- Curse Of Osiris
12.- Catacombs