SAMI YAFFA / WARNER E. HODGES / DOC BURNER – Sala El Sol, Madrid (2022) Crónica

Crónica y fotos: Raúl Blanco

Como se nota que había ganas de quitarse las mascarillas, hay ganas de fiesta, hay muchas ganas de rock and roll, y si el nombre es Sami Yaffa (Hanoi Rocks, Jetboy…) pues para que contaros más. Yo también tenia ganas de esos empujones, sentir el aliento en la nuca del de atrás, que te tiren cerveza por encima…vale, si, lo mío es ironía pero que se le va a hacer, it´s only R´n´R…y son los daños colaterales.

Pero entrando en harina que es lo que importa, se venia una tarde noche de esas de rock puro y sucio, y los primeros en pisar el escenario de la Sala el Sol fue el madrileño Doc Burner. Actitud, ganas, ímpetu, suyo y de toda la banda que intento hacer disfrutar a los que estábamos allí, que desafortunadamente no éramos a esa hora, muchos aún. La gente se resiste a entrar pronto a las salas, es la realidad, posiblemente sea por los precios abusivos de la bebida que prefieren disfrutar fuera al aire libre o quien sabe, el caso es que debe ser complicado entrar en calor en esas situaciones para una banda. Al menos al tratarse de bandas emergentes ese hándicap se contra resta con la ilusión de hacer ver y escuchar. Lo intentaron, ofrecieron su oferta “gastronómica”, los que allí estábamos lo degustamos en mayor o menor medida, depende siempre del paladar del consumidor final. Les deseamos mucha suerte.

 

 

Llego el turno de Warner Hodges, me habían hablado muy bien de él, no había tenido la oportunidad de verle en directo nunca y debo decir que al finalizar su show tenia claro que por mucho que lo intentara el bueno se Sami, lo que acababa de presenciar no iba a poder superarlo, y acerté. El bueno de Hodges dio una autentica lección de rock puro, crudo, sucio, bestia y dulce por momentos, esa mezcla que te pone muy bruto. Hay dos formas de sentirte cuando no conoces bien a un artista al que estas viendo, como un estúpido por ver que eres un ignorante al lado de los que te rodean o bien puedes verlo como yo lo veo, que suerte tengo que acabo de descubrir algo brutal y vosotros, simples mortales, ya no podéis tener esa sensación.

 

 

Se me hizo tremendamente corta su descarga, me ha obligado de una patada en el culo a bucear en su discografía y a esperar su nuevo lanzamiento del que presento un tema, “Where you go” que sonó bestial. Es casi un insulto que te den un revolcón así y dure solo 55 minutos, yo quería más, muchos más, y no me vale que se bajara del escenario después de habernos dejado a todos exhaustos con la versión del “Rocking in a free world”, ni así se me fue la sensación de coitus interruptus, muy mal Sr. Hodges, las cosas no se pueden dejar a medias, le espero a usted muy pronto para que finalice lo que dejo a medias.

 

 

Yo por mí ya había tenido bastante, vale que era la hora de la “estrella” pero, aunque sea tirar de tópico, a mi lo único que se me vino a la mente fue un “no te pido que me lo mejores, iguálamelo”, bueno, quizás era pedir demasiado. Ojo, sin decir que fuera malo lo que vimos, desde mi punto de vista, se quedo por debajo del altísimo listón que le dejo su predecesor. Sales con la Sala llena de cuerpos dejados por el terremoto vivido minutos antes, cuerpos sudorosos y con “puntito etílico” que hace que te lleven en volandas, y eso juega a favor de Yaffa. Poco tiene que hacer para llevar a su terreno a la gente, no en vano, estaban allí por él, que demonios.

 

 

Eso sí, a mi que no me miren, la actuación de Sami empezó un tanto fría, como un motor diésel, tuvo que ir poco a poco poniendo a tono al personal, incluso poniéndose cachondo el, algo que ayudo cuando chapurreo algunas palabras en español, si es que éramos un publico muy facilón. Si bien Jason Knight, bajista de Warner Hodges, dio el espectáculo atlético, es de reconocer que la banda que acompañaba a Sami Yaffa era un plus, Lindström y Burton de Him a las guitarras y teclados unidos a la pegada y coros del madurito Haavisto (Laika & the Cosmonaut) ponían el nivel musical, me atrevería a decir, que por encima de todo lo visto a lo largo del día, mini punto para Sami. Dio un bolazo, interactuó y fue simpático con la audiencia “y mis papales? ¡Ladrona! Me has robado el set list, ¡hay ladrones aquí!” soltó espontáneamente al regresar al escenario para hacer los bises y descubrir que una fan le había quitado su set list del pie de micro “Mala chica…pooooor favooooooor mmmmm”, estuvo muy gracioso, “toda sala llena de criminales”

 

 

Que gustazo ver en el escenario de nuevo a Warner acompañando a la guitarra a Linde Lindström para hacer un demoledor “Pills”, que gustazo, tremendo. Y con eso pues ya me di por satisfecho, ya me había igualado el espectáculo anterior, pero con trampa, con la trampa de ver de nuevo sobre las tablas a Warner, eso es como meterse un gol en propia puerta, pero vale, lo acepto de buena gana. Fue una noche de rock and roll, puro rock and roll, casi tres horas, imposible mas por menos.

Crónica y fotos: Raúl Blanco