RED SKY MARY – River Child

Savia nueva corriendo por las venas de estos cuatro rockeros de Nueva Inglaterra que nos inyectan su enorme pasión por la música que hicieron grandes tipos como Robert Plant o los hermanos Robinson es lo que contiene «River Child», el segundo trabajo de Red Sky Mary.
Vendidos como unos modernos Aerosmith cruzados con los Black Crowes les estaríamos haciendo un flaco favor a unos chavales que van más allá del legado dejado por los de Boston o los de Georgia. Red Sky Mary son como algunos chocolates que nos llevamos a la boca, no son solamente eso sino que contienen trazos de varias cosas más que no diferencias en el primer bocado y que dificilmente aparecen cuando ya llevas una docena.
Las canciones que son diez (a la vieja usanza) tienen ese bendito sabor del rock retro-rancio de hace unas cuantas décadas. Les ocurre parecido que a los generosos River Dogs pero en este caso hay que decir que mientras que en estos últimos las influencias de los Doors o Led Zeppelin son más que evidentes bajo un prisma de cierta originalidad, en los Red Sky Mary cuesta enfocar hacia dónde van los tiros, haciendo por eso aún más valiosa la calidad de las canciones.

Para empezar Sam Vlasich vocalista de la banda tiene un fantástico timbre que nos transporta a la música de finales de los sesenta y de principios de la década siguiente. Si el tío continua con la progresión de la que hace gala en «River Child» quizás estemos ante el relevo generacional de Chris Robinson ¿Quien sabe?…

fotobanda.Riverchild
…De momento emociona el temple con el que recita en la fabulosa «I Will Wait for You», una calcomanía del «Little Help for my Friends» (del cantado por Cocker) sobre el «Seeing Things» del debut de los Black Crowes que se vuelve sublime gracias a las aptitudes del susodicho Vlasich y de unas voces en los chorus y en sus postrimerías que recuerdan a lo que bandas como Free entre otras regalaban a sus seguidores en los primeros setenta.
Los medios tiempos parecen los puntos fuertes de este nuevo segundo trabajo, cerrando el disco con el tema más largo y el de más calidad. «River Child», que así se llama el tema, juega con la mística de los riffs que se marcaba Page en algunos pasajes de «Houses of the Holy» a su favor, que acompañados por la excitante voz de Vlasich y de una perfecta base de ritmos bajo/batería engrandecen el producto en el mejor momento posible del mismo, justo al final.
No todo en «River Child» (álbum) es oro molido, también hay incienso (necesario para los discos con sabor agreste como los de este tipo de bandas) y mirra (los ornamentos orientales también lucen en los discos de 70´s Rock), «Pride», «Howl» son algunos de ellos.
Por poner un solo pero al disco, a los temas más convencionales como el primero, «All Hell Breakin’ Loose», quizás les falte un poco de la personalidad que se les escucha más adelante, y es que, aunque el tema es puramente fiestero, no acaba de convencer ese aire tan Buckcherry y ese estribillo que me recuerda demasiado a los Blur…¡Si, dije Blur! Por lo demás, un disco que estará casi seguro entre mis quince preferidos del 2015.
Caído en Little Big Horn