Cuando ya creía que el grupo de Los Ángeles se habían tomado un descanso eterno tras publicar “The Gateway” allá por 2016, van los de Flea y anuncian en 2019 que Frusciante, el guitarrista prodigo, que tal como viene se va y le da ese sonido único a los Red vuelve. Meses mas tarde empiezan los rumores de que hay algo nuevo en el horizonte: publicaciones en sus redes, “stories” de Instagram haciendo el chorra y componiendo, concursos de tatuajes con la banda como tema… Hasta que aparece “Black Summer” como adelanto de su nuevo trabajo “Unnlimited Love” que trae de vuelta a la formación de sonido “inclasificable” que compone Anthony Kiedis, Flea, Chad Smith y John Frusciante. Pero no solo vuelve el díscolo guitarrista sino también Rick Rubin que anteriormente ya puso su mano en “Blood Sugar Sex Magic” o el memorable “Staduim Arcadium”. El propio productor confesó para una entrevista vía podcast de “Talk is Jericho” que lloró de emoción al ver reunida otra vez a la banda con Frusciante.
Pero, ¿Es realmente tan importante esta vuelta?; ¿Tan espectacular ha sido la combinación de estos 4 “chicos malos” de Los Ángeles (ya peinando canas) como para esperar el álbum de los álbumes? Aquí destripare poco a poco este nuevo “Unlimited Love” que, desde luego, parece ilimitado, porque nos trae nada más y nada menos que 17 nuevas canciones en las que el inclasificable sonido de los Red Hot Chilli Peppers impera desde principio a fin. Y aclaro lo de Inclasificable porque si a este grupo lo han querido encasillar en Punk, Rock, Funk, Rap, Indie o incluso Hip Hop, no han podido, porque tienen un estilo en que hacen lo que les da la gana, van a divertirse y el resultado es lo que es.
Antes de comentar canción a canción, diré que en rasgos generales me ha sorprendido que este nuevo trabajo, con una gira en puertas (que les traerá por España en verano) con todo vendido, sea más un disco (al menos en su mayoría) para presentar en un garito oscuro, lleno del humo prohibido del tabaco, con no mas de 100 personas congregadas allí por la voz de Kiedis. Sinceramente le han echado mucho valor en hacer un álbum, diría yo, intimista, cuando se espera que miles de almas vayan a enormes estadios a verlos. Pero eso al verdadero fan de RHCP no creo que le importe, solo serán sorprendidos los aficionados a la música que esperan siempre que el concierto sea espectacular.
El nuevo trabajo de los de Flea ha sido lanzado el 1 de abril de 2022 bajo el sello de Warner Music. Supongo que será una colección de canciones, pero no de hits. Atrás quedan los éxitos de “Californication”, la búsqueda de nuevos sonidos de “One Hot Minute” y “Sugar Sex Magic” con sus genialidades. Pero eso a estos chicos les da igual. Han hecho lo que han querido, buscando las melodías que les llenan a ellos y no a los que manejan la pasta. Han sacado lo mejor de cada uno y lo han combinado a su antojo, con temas que transitan por la auténtica psicodelia setentera a baladas intimistas, pasando por el Punk más rebelde y rapeos de Kiedis.
Arranca este nuevo trabajo con “Black Summer” que ha sido también la canción escogida para su presentación. Lo más destacable de esta pista es que Kiedis, con su voz melodiosa puede cantar frases inconexas y sin sentido y hacer que parezca pura poesía, porque a ver quien es capaz de hilar ornitorrinco con China o un caballo sin cabeza. Es un tema suave en toda su extensión hasta que a la mitad explota de mano de Frusciante, marcando todo el tiempo el ritmo las cuatro cuerdas de Flea. Quizá una presentación que hace presagiar algo bueno pero que se queda en camino.
En “Here Ever After” Kiedis hace lo que más le gusta: rapear combinando estribillos repetitivos seguidos por la sección rítmica en donde no sabes ni que definición darle al estilo. Muy buena introducción del bajo al solo de guitarra haciendo sonar a RHCP total. El estilo de Frusciante es único y han sabido exprimirlo aquí.
Nos encontramos ya ante la tercera pista y quizá la que sea una de mis favoritas. Aunque sea una canción Funky total, es pegadiza y tiene todos los elementos para convertirse en una de las mejores del disco. “Aquatic Mouth Dance” comienza con el sello de Flea golpeando las cuatro cuerdas de su bajo, que impera en casi todo el tema. Incluye sección de viento a cargo de Nave Walcot que acompaña hasta el final toda esta charada de principio a fin.
Y llega una balada donde Kiedis luce esa voz melodiosa que le caracteriza. “Not The One” es la típica canción lenta, suave, que cierra cualquier bar de copas a altas horas de la mañana. Una buena producción que sorprende por sustituir un solo de guitarra por sintetizador imitando una citara. Grandiosos los coros finales.
Con “Poster Child” vuelve el rapeador al que estamos acostumbrados. Desde luego el vocalista de RHCP aquí hace alarde de gran memoria, porque yo no podría retener tal cantidad de palabras sin sentido y hacer que suenen bien. Cuando en una canción mezclas a Robert Plant, Islamabad, Led Zeppellin, Ramones, Judas Priest, MotorHead, Status Quo y la revista Cream y hace que ni te des cuenta de que no casa una cosa con la otra pero que aquí suena todo fluido, sabes que te encuentras con una canción de los cuatro de California.
“The Great Ape” es otra balada que ensalza hasta el infinito a una chica anónima. Cuenta con coros potentes regados con la guitarra de Frusciante, en que al fin nos trae un solo de seis cuerdas como dios manda, endiablado, psicodélico, hipnotizante, que hace que parece que estemos ante una canción de los 70 donde el ácido corría por todos lados. Buen trabajo aquí del batería Smith, que protagoniza el final del tema.
En “It’s Only Natural” volvemos al rol de Romeo y Julieta. Aquí los Red Hot Chilli Peppers nos cuentan la típica historia de la niña de papá enamorada de un don nadie que lucha por su amor. Una delicia la guitarra que recuerda a los solos mas aplaudidos de Mark Knopfler (que me perdonen la comparación). Una vez más los coros juegan un papel muy importante y la voz suave de Kiedis es la perfecta para narrar estas historias.
Otra vez mas el señor Flea nos introduce a esta “She’s A Lover”. Aquí vuelve el Funky en vena, con un tema que más parece sacado de algún álbum de Jamiroquai, con toques de voz casi orientales por parte del frontman. Coros que se pegan a la mente y un solo bastante molón son lo mas destacable de este tema que nos deja buen sabor de boca, pero mas de relleno que de otra cosa.
Con “These Are The Ways” cambia ya un poco la cosa y parece que los Red resucitan con guitarras punkarras. Aunque tenga una introducción mas parecida a la gloriosa “Under the Bridge” el tono sube por momentos y aparece la faceta más gamberra de Flea y los suyos. Supongo y espero que este tema sea incluido en su set list porque en directo seguro que promete con esas subidas y bajadas de ritmo cual montaña rusa musical.
“Whatchu Thinkin’”, así escrita tal cual lleva el sello Chilli en su ADN. Rapeo, Funky, guitarra potente y sección rítmica que complementa todo lo demás, es un tema que para los auténticos fans será bien recibida. Además, cuanto mas la oyes mas te entra y eso se convierte en un peligro para profanos que pueden caer enganchados a ella. Una vez mas hay que aplaudir la vuelta de Frusciante al grupo, donde aquí borda un solo que cierra en brusco la canción.
El siguiente tema es bastante original en toda su producción. “Bastard of Light” nos trae una mezcla de medio tiempo, que parece sacado de los 70 pero poco a poco va subiendo el tono hasta alcanzar el clímax con Kiedis al mando de un altavoz, mezclado con un guitarreo incesante y vuelve a bajar la intensidad para despedirse con guitarra acústica al final.
Chad y Frusciante hacen la presentación de “White Braids & Pillow Chair”. Otra canción lenta típica de los RHCP, muy melódica. Acompaña a Kiedis todo el rato un punteo de guitarra que le confiere originalidad, con esos típicos coros a los que nos tienen acostumbrados. Sorprendente final con la batería de Chad batiendo en lo que pudiera parecer un guiño al instrumento original de tres bombos.
Por fin parece que despiertan estos chicos y nos traen el mejor corte de este “Unlimited Love”. No es hasta “One Way Traffic” cuando se destapa la esencia pura de RHCP. Al fin aquí podemos encontrar algo de lo que se dejaron atrás en “Sugar, Blood, Sex, Magic”. Rap, Punk, coros potentes y pegadizos se dan cita aquí para recordarnos que no todo está perdido y que este álbum, aunque largo, puede prometer. La sección rítmica se compenetra totalmente con voz que a veces rapea y a veces corea, animando al personal a la juerga. Una vez mas resucita este estilo único al llegar al solo que corre de la mano de Flea en un prodigio de cuatro cuerdas que solo el puede hacer. Solo por esta canción puede que valga la pena darles una oportunidad.
Siguen dos temas que veo poco relevantes para todo lo que esperábamos de Red Hot. “Veronica” una balada más que intentan hacer de ella un éxito y se queda a medio gas y “Let’em Cry” que es otra composición más de Funky, casi diría Chill Out, que, aunque promete no queda mas que en unas notas musicales de relleno.
Con “The Heavy Wing” parece que se recupera un poco la esencia de los angelinos e incluso Frusciante se atreve con el estribillo-coro de este tema en el que lo más destacable es la distorsión de la guitarra del antes mencionado que le confiere una nota psicodélica e hilarante.
Guitarras acústicas para despedir este “Unlimited Love” con el tema “Tangelo” Este tema es totalmente minimalista, con poco mas que la voz de Kiedis, guitarras acústica y un teclado angelical de fondo.
Resumiendo: Después de tanta sequia musical, este nuevo trabajo de los Red Hot Chili Peppers se queda corto. Aunque parezca tedioso oír los 17 temas, al darle más escuchas parece entrarte poco a poco pero no termina de quedarse dentro. ¿Podría haber sido un nuevo “Californication” y se ha quedado en el camino? Eso solo lo puede decidir la audiencia cuando sean capaces de oír el disco entero y comprobar que una vez más los de Los Ángeles han venido para hacer lo que les da la gana, te guste o no.