Welcome to the Paul Gilbert’s Electric Guitar World Circus, donde cada tema es una sorpresa, cada fraseo de guitarra es una sonrisa y cada solo una ovación.
Como aficionado a la guitarra, cada disco que cae en mis manos de un guitarrista me parece una joya y me veo tan abrumado que no se ni por donde comenzar a hablar de él, ya que me parece dificilísimo valorar el trabajo de unos músicos con tan elevado nivel (que damos por supuesto que será excelente), con unos sonidos tan personales que nada más escucharlos digas “ese es Paul Gilbert o John Scofield o Paco de Lucía” por poner unos ejemplos.
Nos encontramos ante un disco, como siempre, divertido y repleto de técnica, como Gilbert nos viene acostumbrando desde hace muchos años. Paul hace que sus guitarras hablen, rían, canten, corran y salten, lo que me hace recordar a Steve Vai (siempre lo he considerado su hermanito pequeño y rebelde).
En esta ocasión Paul Gilbert ¡se ha grabado absolutamente todo! Guitarras, bajos y baterías.
El tema de la pandemia le obligó a buscar una solución y optó por hacerlo el mismo al no poder juntarse en estudio con el resto de músicos. Se ha hecho en toda regla un auténtico Juan Palomo ¡yo me lo guiso!, ¡yo me lo como!
Abriendo el disco nos encontramos con Hello North Dakota que es el Himno de Dakota del Norte y una melodía en la que logra hacer cantar a la guitarra (al más puro estilo Vai). Usa un slide para darle esa voz (y que usará bastante a lo largo del disco) que le queda magistral y combina efectos de todo tipo en este tema, para imprimirle esa gracia, atentos a la similitud con Satriani del tema Friends de su álbum The Extremist en el minuto 4:10 …. wow
Un buen comienzo para este disco ¡me encantaaaaaaaaaaaa!
My Goodness empieza bien, tema con arpegios a todo trapo pasando al Rhythm and Blues seguido de un dialogo de guitarras, cada una por un canal, en la que una habla y la otra responde, divertidísimo.
Werewolves of Portland parte de la idea de un viejo tema llamado Werewolves of London escrito por Warren Zevon. Aquí aúlla el lobo, jajaja, mezcla de nuevo ese rollito R&B y he de añadir que hay parte de este tema que me recuerdan a una banda llamada Scatterbrain, mejor dicho, muchas partes de este álbum me recuerdan a ellos, hacían una especie de Thrash Funk y se asemejan muchísimo a la idea juguetona de Gilbert.
Proffesorship at the Leningrad Conservatory, en donde se ve su predilección por The Beatles, se nota que le gustan los de Liverpool ya que la melodía está claramente influenciada por ellos, aunque también hace incursión en el Funk con unos ritmos frenéticos y solos rabiosos.
Argument of a Pie con ese comienzo que suena al gran guitarrista Vinnie Moore del primer disco, Mind’s Eye. Probablemente sea uno de los mejores temas del disco con una vuelta a esas melodías onda Beatles, con la guitarra cantando en un tono triste con un órgano acompañando por detrás (al estilo Deep Purple).
Meaningful, me encanta esa melodía, es de las que no te quitas de la cabeza, otro de mis temas favoritos ¡Sin duda!
I Wanna Cry, genial tema que comienza de una forma extraña, como el que da título al disco Werewolves of Portland, y que de repente arranca con R&B en unos fraseos dignos del mismo Gary Moore, vamos, un temazo para no perdérselo.
A Thunderous Ovation es otra melodía pegadiza que abre otro estupendo tema donde el gusto a la hora de tocar de Gilbert queda claro, aunque la melodía se repita una y otra vez.
Problem-solving People donde me encanta como mezclas churras con merinas en cuestión de ritmos (hay momentos a lo largo del disco que no sé qué le pasa por la cabeza a este hombre). El sonido de las guitarras en este tema es espectacular, todo correctamente focalizado, va terminando el tema hacia el minuto 3:37 con una línea de bajo onda jazz fusión progresivo chulísima que le da una gracia al tema genial.
Y termina el álbum con You Would Not Be Able to Handle otro tema de R&B con el toque explosivo guitarrero del dueño del circo, Paul Gilbert, que nos ha dejado tarareando las pegadizas melodías y un buen sabor de boca con este Werewolves of Portland.
Hemos disfrutado de un rato agradable en este circo de Paul Gilbert, un circo cargado de energía y de originalidad, donde imaginariamente los payasos son de gominola, los elefantes vuelan, y donde los trapecistas rellenos de helio están sujetos por una cuerda en las manos de los niños .
Paul Gilbert es tan increíblemente buen músico, que, no solo te hace imaginar ese circo, sino también hace que cada vez que le escuchas, te transmita la misma sensación de agrado que tuviste al escucharlo por primera vez. Esto me ocurre con su disco en directo Acustic Samurai (el cual os recomiendo encarecidamente) por poner un ejemplo, (la manera como conecta con el público Japonés y por supuesto la respuesta de este es fabulosa), cada vez que lo escucho me parece magistral y una vez más la vida me demuestra que sin grandes medios y echándole “ganas” se pueden hacer auténticas virguerías sin necesidad de grandes producciones, igual que en este disco llamado Werewolves of Portland.
¡Bravo Paul Gilbert!
Gabi Hell Divison