Quinta referencia del fantástico proyecto de Joaquín Padilla, y del que me declaro seguidor, Legado de una Tragedia, esta vez titulada “Britania”.
La estructura de este último trabajo es muy distinta a las anteriores entregas; si bien hasta ahora se caracterizaban por ser discos extensos, este podría ser catalogado como un EP. Sí, es verdad que son dieciséis cortes, pero realmente son tres bloques diferenciados, con las mismas cinco canciones, interpretadas en castellano, inglés e instrumentalmente, más una demo del tema principal.
Pero, por supuesto, hay cosas que se mantienen. La portada vuelve a ser obra de Gustavo Sazes y una vez más, eso sí, está rebosante de colaboraciones tanto en los instrumentos como en las voces de los diferentes personajes. Entre estos últimos podemos encontrar además del propio Joaquín Padilla, a Israel Ramos, Tete Novoa, Baol Bardot Bulsara, Chus Herranz, Johnny Gioeli, David Readman, Rosalía Sairem o Thomas Vikstrom. Y entre los primeros a Nem Sebastián y Manuel Ramil.
Me voy a centrar en la versión en castellano, para no resultar repetitivo. Entrando en materia, “La Tierra de los Druidas” es un corte instrumental, repleto de sonidos ambientales, que nos adentra de manera formidable en la atmósfera de esta obra. A modo de curiosidad, ¿existe alguna diferencia con el corte del mismo título del bloque instrumental o de su versión en inglés? Pues no. Entiendo que la idea es tomarlo como tres EPs diferenciados, pero no deja de resultar extraño, a la hora de disfrutarlo sin interrupción, que un mismo tema se encuentre tres veces en el mismo disco. Puede resultar algo tedioso. En su versión en vinilo, en el que en una cara se encuentra la versión en castellano y en la otra, en inglés, sí le veo sentido.
Dejando de lado lo anterior, que puede quedarse solo en una anécdota, llegamos al segundo corte del trabajo y que, además, da título al mismo. “Britania” es un tema largo, de algo más de siete minutos. Ha sido el escogido como adelanto y se le ha acompañado, para su versión en inglés, de un fantástico videoclip realizado por Easy Rabbit Producciones. Cierra los ojos y déjate llevar por la orquestación, los coros, las magníficas melodías, la épica que desprende en todo momento; olvídate por un instante de tus preocupaciones, de tus problemas y simplemente disfruta de la música hecha con gusto, con ilusión y talento.
Seguimos nuestro viaje con “El llanto de los ancestros”. Quiero destacar el trabajo realizado con la sección de cuerda, que me fascina de principio a fin. Su atmósfera es más oscura que la anterior y las interpretaciones vocales de Tete Novoa, Israel Ramos y Baol Bardot Bulsara son simplemente brutales. Ha sido elegido como segundo adelanto y, sinceramente, no me extraña en absoluto. Espectacular.
El sonido del chocar de las espadas, la dureza de la batalla, en un tema melancólico y muy melódico, que resalta combinando partes cantadas con otras recitadas. “Ave Roma” logra transmitir de forma soberbia una sensación de desasosiego, de pena y por qué no, de rabia, que he de reconocer que ha llegado en algunas de las escuchas a ponerme los pelos de punta.
Y llegamos al final del EP con “Las cenizas de la memoria”, una pieza corta en el que una flauta británica (creo), nos transporta inevitable y magistralmente por la nostalgia de la pérdida, de la ausencia. La forma perfecta de culminar esta obra.
Si habéis llegado hasta aquí habréis podido observar que, en ningún momento, se ha hecho referencia a guitarras, bajos, batería… Estáis en lo cierto. ¿Se puede componer un álbum de rock sin estos instrumentos? Pues no lo sé. Para mí aquí no hay rock, pero sí ha conseguido hacerme sentir por unos minutos en otra época, en una ilusión. Quizá no es un disco de rock, pero, desde luego, contiene toda la magia que solo se experimenta con la música.
Tras el ligero traspiés que para un servidor supuso “El Secreto de los Templarios”, con esta quinta entrega Joaquín Padilla ha vuelto a dar en el clavo y de qué manera. Quizá el único problema que le veo es su corta duración. Pero te deja con ganas de más y eso siempre es buena señal.
Magnífico EP, con un concepto distinto a lo que nos tenía acostumbrados, al ser completamente compuesto para orquesta y voz, que pone el listón muy alto para una próxima obra. Grandioso.
Daniel Arriero